‘The eighth sense’, un ratoncito de campo (2023) | Viki

En Viki puedes ver esta maravilla llena de calidez, pausa y descubrimiento que te transporta a un lugar de feliz tranquilidad en el que el tiempo parece detenerse mientras nos alegra el alma a través de sus personajes, sus miradas y una frescura inusitada en la grabación de una serie que nos permite creer que estamos en el mismo lugar que los protagonistas.

Un romance universitario sobre la confusión que a menudo sienten los jóvenes universitarios con respecto a la vida y el amor.

Puedo asegurarte desde ya que no pasarás ni los créditos de inicio. Todo lo mima esta producción, desde la presentación de su reparto y sus creadores con unas escenas iniciales vibrantes en las que sus nombres se superponen con un mar vivo y eléctrico de fondo mientras suena una melodía que querrías poder escuchar cada día, hasta unos posters promocionales que adelantan que ‘The Eighth sense’ no va a tener suficientes episodios para contentar nuestros corazones.

Lim Ji-Sub da vida al protagonista más adulto de nuestra pareja, Jae Won. Encarna en esta ocasión a un joven que se encuentra atascado en una vida que dejó de fluir y tener sentido hace demasiado tiempo. Los minutos corren para el lentamente, casi imperceptibles. Desearía cambiarlo todo y gritar con toda la fuerza de sus pulmones, pero no encuentra el ánimo ni los motivos necesarios para hacerlo.

Conocer a Ji Hyun, interpretado por el novato Oh Jun Taek, cambiará su forma de ver las cosas. Sacudido por un soplo de aire fresco, se encontrará actuando de forma liberada, pero solo en contadas ocasiones. Ji Hyun, por su lado, tiene demasiados miedos y preguntas, recién llegado a la gran capital todo a su alrededor es novedoso. Conocer a Jae Won cambiará por completo su día a día y por fin se permitirá ser quien realmente es.

Ambos actores arriesgan en la puesta en escena mientras ruedan escenas vulnerables y se meten de lleno en unos papeles donde los sentimientos se encuentran a flor de piel. Lim Ji-Sub, quien cuenta ya con algo de experiencia interpretativa se encuentra sólido y con una presencia ante la cámara apabullante. Por su parte, el joven Oh Jun Taek ha venido para quedarse. Su frágil presencia nos atrapa sin darnos margen de maniobra.

Se completa el conjunto actoral con personajes secundarios sólidos que aportan estabilidad a la trama y que asientan el paso del tiempo entre episodio y episodio. Son un buen número los compañeros de universidad que acabamos conociendo, pero, más que probablemente, es la dueña del bar donde trabaja Ji Hyun, que no es ni más ni menos que Jung Seo In, la actriz que dio vida a la madre de Hye Mi en el K-drama ‘Donde tus ojos permanecen’ (2020) que también puedes ver en Viki.

Una banda sonora instrumental que te hace sentir bien solo con la primera nota mientras que a un mismo tiempo te embarga de una sensación de fragilidad y momentos robados. Es difícil transmitir el deseo incontenible, el miedo a (no) ser visto y sobre todo saltar al vacío, pero esta banda sonora consigue acompañarnos en cada uno de esos frágiles instantes mientras arropa los momentos compartidos y el alma de los protagonistas que omnipresentes absorbemos con todo nuestro ser.

El tiempo pasa lento, perceptible, real. La narración se toma tanto tiempo como necesita, y eso se disfruta. Dejarse llevar por el sonido de la ciudad al grabar, de los pájaros, que contrastan con el ruido de coches que nunca cesa, y, mientras, ser partícipe de cada roce, de cada momento de nervios y de lo fascinante que es descubrirse a uno mismo y a quien nos da la oportunidad de acercarnos lo suficiente para dejar caer los muros que todos levantamos para protegernos.

‘The eighth sense’ es conocer un Seúl universitario, sin fanfarria y sí muchas conversaciones bañadas de alcohol, comida, dudas y anhelos.

Tráiler de ‘The eighth sense’

¿Nos encanta?
Overall
4
  • Fotografía

Otras miniseries surcoreanas de dulce son:

Semantic Error’, lo que descubrí mientras dormías (2022)

Splash Splash Love’, el sabor de las mandarinas (2015)

Entrada dedicada a mi querida Maite, quien me ha descubierto esta bella historia.

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