'Prison playbook', vida en una celda (2017)

Antes de su debut en el béisbol de las Grandes Ligas, el lanzador Kim Je-hyeok (Park Hae-Soo) es puesto tras las rejas inesperadamente. Él debe ahora aprender a lidiar en su nuevo mundo con sus propias reglas, si desea sobrevivir.

‘Prison Playbook’ es una de las series más completas y bonitas de todo el catálogo de Dramaland. Esto, como bien sabes, es decir muchísimo, pero en solo contadas ocasiones he estado tan segura de afirmarlo sabiendo que no puedo errar. Al nivel de ‘Sandglas‘, ‘Mr.Sunshine‘ o ‘My Ahjussi‘, este K-drama toca cada fibra de tu ser con un guion sencillamente magistral.

Este es un drama social con todas las de la ley. Nos adentramos en un ecosistema con unas reglas muy particulares y unas relaciones aún más simbióticas y especiales, que nos fascinan y atrapan con cada giro de guion y respuesta de los personajes. No es el primer K-drama o película de esta temática que vemos. Nada tiene que ver con ‘Insider‘, el K-drama de Kang Ha Neul, mientras que quizá tenga mucho más en común con ‘2037‘, la cinta protagonizada por la joven Hong Ye-ji.

‘Prison Playbook’ es un avis rara, como los que solo sabe crear su director, Shin Won-Ho, que es por cierto, el mismo que nos trajo los maravillosos ‘Reply‘ y que ahora nos deleita con ‘Hospital Playlist’. La mezcla de elementos narrativos, de personajes y de historias que se entrelazan sin tener nada en común, complementándose las unas con las otras, es para levantarse y aplaudir cada pocos minutos. Si ésta es una de tus pendientes, merece salir de ahí para entrar a lo más alto de top de K-dramas que tanto nos cuesta elaborar en nuestras particulares listas. Déjame contarte por qué, SIN spoilers.

El protagonista

Park Hae-Soo da vida a Kim Je-hyeok, un joven que ha tenido que luchar toda su vida contra unas circunstancias vitales adversas, dándose cuenta de que solo sirve para jugar el béisbol, y qué, aún así, va a necesitar ser el jugador que más se esfuerce y entrene para poder destacar. Con una personalidad, a priori, tranquila y lenta, deberá entrenar a destajo obviando lo durísimo que es ser adolescente y no tener una buena red de apoyo sobre la que caer cuando las fuerzas flaquean.

Bastante solitario y poco hablador, lo suyo son todo acciones y muy pocas palabras. Es una de esas personas que lo guardan y reprimen todo, pero cuyos ojos son un espejo del alma. Su candidez y sencillez te robarán el alma haciéndote sonreír sin motivo alguno. Convirtiéndose en el Choi Taek (Park Bo Gum en ‘Reply 1988‘) de esta serie. La fama y el dinero no cambiarán su esencia, más bien la acrecentarán, y gracias a esa estabilidad económica y la fama que ostenta cuando desafortunadamente acaba en prisión, su vida, y la de quienes le rodean, se verá transformada como nadie pensaba lo haría.

Los guardas

La mayoría de actores de este reparto ha trabajado inicialmente en el mundo del teatro. Muchos de ellos, cuando salió esta serie, allá por el año 2017, no era tan conocido como lo es ahora. Sirvió, así, de lanzadera para sus carreras. La buena acogida entre el público y lo icónico de sus personajes hicieron que quedasen en la memoria colectiva de las dramalovers, siendo, desde ese momento, seguidas sus carreras con expectación. Por supuesto, muchos de ellos ya estaban más que consolidados, apareciendo de forma puntual, ayudando a crear solidez en un conjunto que con tanto personaje podía resquebrajarse con facilidad.

Los más jóvenes comentaron en las entrevistas que habían aprendido muchísimo de sus compañeros veteranos, y sobre todo mencionaron el buen ambiente y la calidez con la que los trataron. Todo esto se deja notar en sus actuaciones. Hay complicidad entre todos ellos, nada parece extraño o fuera de lugar en las escenas, más bien todo lo contrario. Es chocante ver como se genera familiaridad entre personas que nada tienen en común salvo los metros que comparten de celda. ‘Prison Playbook’ es un estudio sociológico que nos golpea con sus realidades, historia tras historia, mientras se habla de condenas injustas, otras demasiado laxas, crímenes económicos, robos, homicidio y otros demasiado crueles como para ser nombrados.

Los compañeros de celda

Te reto a buscar mejor casting para esta parte sabiendo que jamás perdería. No hay ni una sola grieta en la elección de intérpretes. Todos y cada uno de ellos hace justicia con su puesta en escena a cientos de personas que en situaciones imposibles toman la decisión errónea o sencillamente el único camino que ven ante ellos. Sus historias nunca se sienten forzadas y dejan margen para la alegría tanto como para la tristeza inconsolable de quien revive sus decisiones de forma continua pensando en que habría hecho distinto o como sería su vida si así hubiese sido.

Las eternas noches mirando las estrellas a través de barrotes se acumulan episodio tras episodio. Como espectadores notamos el paso del tiemplo, a veces plomizo y otras ligero. No tenemos nunca una sensación de agobio tan asfixiante como para no poder respirar, pero nunca nos abandona la sensación de falta de libertad. Esto hace que la serie sea consistente y real.

Ellas

Las figuras femeninas, aunque en un segundo plano, son vitales para la tridimensionalidad de la narrativa. A través suya vemos la vida transcurrir fuera de la prisión. Son la esperanza y el clavo ardiendo al que nuestro protagonista se aferra para sobrevivir día a día. Su presencia está más que justificada y nos permite poner en valor el peso de las acciones y su influencia en quienes nos rodea cuando las tomamos.

Ambas actrices, pronto se hacen un hueco en nuestros corazones, dejándonos escenas desgarradoras y esperanzadoras, aunque en ningún caso a un mismo tiempo. Sin ellas, ‘Prison Playbook’ no sería la serie que es, porque es en ellas donde nos damos cuenta de lo difícil que es vivir en una prisión, en standby, cuando todo a tu alrededor sigue su curso y tu vida parece no haber cambiado.

Espero que tengas hueco en la lista de Spotify, vas a querer añadir más de la mitad de la banda sonora en ella. Aunque no solo la música que acompaña es acertada en las solitarias noches tras las rejas. Es la edición de sonido la que te deja perpleja con los ruidos de fondo, que te hacen creer estás con ellos allí. Es el sonido del metal, de las puertas pitar al abrirse, del taller de ebanistería donde el bullicio lo recorre todo, así como los silencios del invernadero, donde la tensión se acumula haciéndonos creer que habrá tormenta tras ese breve momento de paz.

Y es que ‘Prison Playbook’ te mantiene en vilo de forma continua. El tiempo de nuestra historia es finito, pues al seguir la sentencia de Kim Je-hyeok sabemos que todo llegará a su fin, pero eso no evitará el nerviosismo de quien no sabe como acabará una historia tan maleable y mutable como la vida misma. La realización y el montaje de las historias hace que los episodios de más de hora y cuarto vuelen. Lo malo es llegar al final, porque sabes los echarás de menos enormemente.

Si crees que por ser una serie carcelaria o deportiva no es para ti, tienes que ir a Netflix, darle al play al primer episodio y darle la oportunidad de quedarse contigo para siempre. Porque eso es lo que hace esta serie, no abandonarte. Cuando ha pasado poco tiempo después de verla, añoras a los protagonistas de forma individual, cada uno por un matiz concreto de su personalidad o por un pedacito de su historia que no consigues soltar. Conforme pasan las semanas todo se va difuminando, pero siempre mantienes la calidez y bondad de sus personajes contigo, así como la sensación de que la vida es difícil, compleja y sorprendente, y gran parte de sobrevivir a ella tiene que ver con los humanos que escoges para vivirla.