‘Una conspiración sueca’, una sátira disparatada sobre el mundo de las conspiraciones | Filmin

‘Una conspiración sueca’. George English, un inmigrante estadounidense en Suecia, ha perdido su trabajo y tiene que enfrentarse de forma inesperada a una deuda estratosférica con la Hacienda del país nórdico. Está desesperado, pero ve la luz cuando descubre que hay una recompensa de 50 millones de coronas suecas, equivalente a casi 5 millones de euros, para aquel que resuelva el asesinato del primer ministro Olof Palme en 1986. English hace equipo con su mejor amigo, un conspiracionista chiflado que a la vez es agente de policía.

En exclusiva, de la mano de Filmin llega a España la serie satírica ‘Una conspiración sueca’ (en su versión original ‘We Got This’). George English, un inmigrante estadounidense en Suecia bien pintoresco y excéntrico, barbudo con bigote daliniano, ha perdido su trabajo y además tiene que pagar una deuda estratosférica de Hacienda. Por azares de la vida descubre que ofrecen una recompensa de 50 millones de coronas suecas para quien resuelva el misterio sobre el asesinato del primer ministro Olof Palme, perpetrado en 1986. Este es el principal misterio escandinavo —para que os hagáis una idea, es el equivalente al asesinato de JFK en los Estados Unidos—. Decide, por tanto, descubrir el enigma y llevarse esa multimillonaria recompensa para hacer frente a esta gran cantidad. Mala decisión porque a partir de ese momento se verá envuelto en una conspiración que con el paso de los días se vuelve más peligrosa y enrevesada tanto para él como para sus amigos y familia.

Esta producción sueca de la televisión pública SRT está creada por Patrick Eklund y Santiago Gil y protagonizada por Schiaffino Musarra, en cuyas experiencias se basan, ya que el propio Musarra fue migrante en Suecia y tuvo verdaderos problemas con los impuestos. Descubrió, entonces, a un grupo de conspiracionistas —a los cuales se unió— que ansiaban resolver el caso de Olof Palme para hacerse con los 50 millones de coronas suecas. Investigando sobre este caso se le ocurrió la idea de hacer una sátira a partir de todas las teorías existentes. Siete años tardó en llevar el proyecto adelante debido al tabú que suponía para la sociedad sueca. Curioso origen el de esta serie, basada en especulaciones reales, una comedia negra que se toma a risa todas las teorías conspiranoicas nacidas a partir de crímenes célebres sin solventar, y aquellas personas que viven para encontrar una verdad irresoluble.

Para hallar al culpable del crimen, George English fortuitamente se topa con gente con la cual forma un equipo de “expertos” para zanjar el caso. Es fascinante que a partir de una premisa tan particular se pueda desarrollar una trama tan loca, resultado de una vívida imaginación, cuyo ritmo y suspense, a lo largo de sus seis episodios, no decaen. Son capítulos realmente divertidos con una cuidada puesta en escena muy llamativa y una trama inverosímil —en el buen sentido de la palabra— y disparatada. Con todo, esta sátira sobre el mundo de las conspiraciones también señala mordazmente determinado tipo de periodismo, cada vez más habitual, instalado en la tiranía del clickbait y en un mundo inundado por los tsunamis de las fakes news y las conspiraciones que por muy irreales que sean —o parezcan— son tomadas como reales, algo sumamente dañino para el futuro de la sociedad.

Tráiler de ‘Una conspiración sueca’.

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