‘Sweet Home’, los monstruos en los que nos convertiremos | Netflix

‘Sweet Home’ es una de las rarezas de Dramaland, no solo por su temática, sino también por su producción, la cual está pensada para 4 temporadas desde casi el comienzo del proyecto. Hasta la fecha son dos las temporadas que se han emitido en Netflix, con un total de 18 episodios. El hecho de tener la serie llegando a nuestras pantallas bastante distanciada en el tiempo ha hecho que las espectadoras esperen con ganas el regreso de nuevos episodios, pero la ‘Sweet Home’ que nos han dado recientemente en la segunda entrega está muy lejos de poder hacer sombra a unos primeros episodios que nos impactaron y crearon la enorme base de aficionados que ha día de hoy tiene este K-drama.

Qué locura es darle al play del primer episodio de ‘Sweet Home’, no importa las muchas series postapocalípticas que hayas visto, este K-drama sorprende y agrada con cada plano y decisión tomada en unos primeros episodios que te hacen adicto a ella de forma irremediable. No vas a salir de tu asombro con una presentación de eventos que te hace mantener la boca abierta sin saber bien que decir gracias a lo arriesgado de su puesta en escena.

No es fácil acertar con un elenco coral tan numeroso y potente como el de esta serie. Se sucede la aparición de pesos pesados de la industria, sobre todo de las nuevas generaciones, y cada uno de ellos es respetado en pantalla con un personaje interesante que ofrece mucho a las espectadoras sobre lo que especular.

Eso sí, no esperes que salgan ilesos, no va a ocurrir. Esta serie es el caos, la locura y la fantasía personificada. Hay monstruos contra humanos, monstruos contra monstruos y, por supuesto, humanos contra humanos, porque puede ser una serie de ficción, pero lo que es el comportamiento humano lo tiene bien real y asentado.

¿Quién es el verdadero monstruo?

El guion muy pronto nos hace enfrentarnos ante esta durísima reflexión. Dentro de un bloque de apartamentos de lo que parece un barrio humilde de la ciudad conviven gentes de todo tipo. Desde matrimonios que regentan pequeños comercios hasta madres solteras pasando entre medias por jóvenes que viven sin apoyo adulto y otras muchas personas que día a día intentan darle sentido a su dura realidad.

Cuando se nos presenta a los personajes solo hay una tónica común y es que todos y cada uno de ellos están luchando contra demonios externos e internos, mucho antes de que los monstruos aparezcan llamando a la puerta. La estética acompaña al conjunto dotándolo de un ambiente post apocalíptico incluso antes de que el caos se desate. Los tonos de su fotografía son terrosos y muy grises. La nota de color solo la va a dar la sangre derramada, porque toda la ambientación grita a voces «decadencia» desde mucho antes de que el mundo sea tomado por monstruos que nadie sabe muy bien de dónde han salido.

Nos parece imposible que alguien pueda sobrevivir teniendo en cuenta los medios de los que disponen, pero como siempre, la unión hace la fuerza, y poco a poco se irán presentando personajes y habilidades, ya sea físicas, intelectuales o de liderazgo que les irán dando la oportunidad de ver un nuevo amanecer. Aunque nunca nos sacudiremos la sensación de estar en el filo de la navaja, y esa tensión ayuda mucho a marcar un tempo intenso que hace que los episodios pasen volando.

Cómo no conocemos ni a los personajes ni nada de lo qué está ocurriendo, tal y como le pasa a ellos, nos encontramos envueltas en un ‘survival’ de manual. Todos buscan el sálvese quien pueda mientras a un mismo tiempo sienten la dependencia del grupo. Sobrevivir de forma individual pronto se desvela como una opción inútil, pero convivir con extraños, y poner tu vida en sus manos nunca es tarea fácil. Si eres de las que siguieron ‘The Walking Dead‘ y de las que ha visto ‘Estamos muertos‘ o ‘#Alive‘ sabes a lo que me refiero.

Y justo antes de terminar esta primera temporada un nuevo conjunto de preguntas deja abierto un mundo de posibilidades. ¿Dónde están las autoridades? ¿Está el ejército preparado para hacer frente a este apocalipsis? ¿De dónde proviene esta enfermedad o virus? ¿Hay cura? Esta última es quizá la más acuciante de todas ellas, ¿será reversible esta situación? La segunda parte quizá nos ofrezca algunas respuestas, habrá que ponérsela para descubrirlo.

Con esa enorme incertidumbre, pero también una especie de esperanza por la supervivencia de nuestros personajes favoritos llegamos a una segunda temporada que a pesar de haber tardado en llegar, esperábamos con ganas. Para nada esta era la serie que comenzamos a ver en su día. La segunda temporada es totalmente distinta en su cadencia, puesta en escena e historia.

Los pocos personajes que se mantienen de la primera temporada aparecen desdibujados o diluidos por la presencia de un batiburrillo de soldados y nuevos supervivientes que no nos cuentan nada nuevo y mucho menos nos atraen salvo por su físico. Las escenas de acción se atropellan las unas a las otras se y amontonan habiendo momentos en los que casi no puedes coger resuello y otros en los que la historia se vuelve tan densa e inconexa por todo lo que se quiere contar que nos aburrimos y perdemos en las paranoias mentales de personajes de los que no sabemos nada.

Este es el mayor pecado de los últimos episodios que nos han llegado, que quieren contar y mostrar tanto que se pierde en el intento. No se introduce propiamente a los nuevos protagonistas, y tampoco nos vemos invitados a conocerlos. Es más como si se nos abalanzasen encima y eso nos hace retroceder un paso en las primeras interacciones.

Los efectos especiales, que en esta segunda temporada se vuelven más atrevidos, no están a la altura del concepto que tenían en mente los creadores de la serie. En más de una ocasión quedas ojiplática al ver los fallos en pantalla, pero quizá no sea eso lo que más nos choca, porque fallos hay en todas las series. Es más bien la sensación forzada de esos elementos visuales de CGI que hacen que el drama parezca de juguete todo el rato. Ni siquiera la lluvia parece real y esto se debe en parte a la enorme saturación que presenta la fotografía durante todo el conjunto.

Lo mismo que en la primera temporada el color era apagado, pero muy acertado, aquí parece enormemente maquillado, quedando irreal y poco creíble. Las únicas partes que se salvan son las creadas por las profesionales de maquillaje y prótesis, que se salen, dejándonos unas recreaciones monstruosas que nos creemos en todo momento. Hay una cantidad tremenda de vídeos que poder ver del making of, los cuales te recomiendo, vas a quedar asombrada.

La nueva temporada nos cambia por completo de escenario y nos lleva también a exteriores, volviéndose a ratos en una ‘road movie’ un tanto extraña en la que algunos personajes de la primera temporada se encuentran con situaciones y monstruos bastante inverosímiles, y si, soy consciente de que esto es ciencia ficción y estamos hablando de monstruos y transformaciones varias, pero siempre gusta coherencia y cohesión, sea el que sea el género.

Cómo puedes ver en las imágenes, ya no se mantiene una paleta concreta de color. Hay saltos continuos entre escenas muy oscuras y subterráneas a otras en exterior llenas de luz que nos permiten ver, algo más, la extensión de los daños ocasionados por la «pandemia»/ «ataque» que han sufrido. La segunda temporada de ‘Sweet Home’ da la sensación de que se le ha ido de las manos al guionista. Se quiere contar tanto desde tantos puntos de vista que no paran de introducirse situaciones y posibles respuestas a ‘cómo hemos llegado aquí’, ofreciendo una amalgama más bien densa y difícilmente navegable de resoluciones que no convencen ni a la mente más caótica.

Las interpretaciones también dejan mucho que desear, y creo que en parte se debe a lo forzado y rápido del guion en la mayor parte de las escenas. Pensaba que jamás diría esto, pero no me creo a Oh Jung-Se en el papel de Dr. Lim, y si no soy capaz de creerlo a él, imagina el resto… Lo que no falla nunca y, al César lo que es del César, es la banda sonora, que sigue siendo cañera, contundente y rápida. Esto si es un diez en ambas temporadas. Para la tercera temporada habrá que esperar al verano. ¿Serás de las que la vean sin dudar? Déjanos un comentario un poquito más abajo o en nuestras redes sociales.

¿Nos encanta?
Overall
3.3
  • Fotografía
  • Guion
  • Originalidad
  • Edición y montaje
  • Banda Sonora
  • Interpretaciones
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User Review
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Resumen

  • Una primera temporada que deslumbra por ser novedosa, atrevida y distinta a lo que solemos ver en Dramaland.
  • Una segunda temporada que echa por borda todo lo bueno conseguido en los primeros episodios. La serie se vuelve tediosa y demasiado predecible. A lo que debemos añadir unos efectos que no nos creemos y que nos sacan de la acción.

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Dónde ver 'Sweet home'

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