‘King the land’, romances y clichés que enamoran

Si tienes ganas de ver un romance esta es tu serie. Bonita, divertida y llena de clichés, de esos que nos gustan y nos dejan el corazón calentito. Hay paseos en bici, momentos bajo el agua, con paraguas y sin ellos, además de cientos de restaurantes y lugares para citas de ensueño que te harán soñar y viajar sin moverte del sofá de casa. Eso si, no esperes nada novedoso, giros de guion espectaculares o sorpresas épicas, porque no las encontrarás.

Si te gustan las superficies relucientes, el orden y que todo se encuentre en su lugar, este es tu K-drama. El hotel donde se desarrolla la acción en la mayor parte del drama es impecable en todos los sentidos y el resto de localizaciones son tan bonitas que parecen sacadas de un cuento de hadas. No es tanto que haya una fotografía que te deje sin aliento sino el mundo de ensueño y perfección irreal que continuamente se nos muestra. El cual si lo aceptas como lo que es, un drama de ficción, te enamorará por su incesante brillo.

Esta es una de esas series que es capaz de hacerte caer en esas cosas, y en esa brecha entre ellos, haciendola romántica, muy romántica. Y, además, divertida, amable y cálida, pero lo mejor de todo es que no se dan vueltas absurdas ni se toman decisiones basadas en el miedo o en el que dirán. ‘King the Land’ gana puntos pese a su predictibilidad en su acierto a la hora de ofrecernos personajes que se quieren y no están dispuestos a dejar pasar la oportunidad de ser felices juntos solo porque su entorno así lo diga.

Hay bastante crecimiento personal por parte de los protagonistas, pero nunca pierden su esencia o se diluyen en el camino, más bien al contrario, pues al cruzarse sus caminos, cada uno de ellos consigue ser algo más feliz, acercándose a sus metas y sueños vitales, impulsados el uno por el otro. Obviamente ayuda, y mucho que uno de ellos sea un chaebol con enormes recursos a su disposición, pero esto es Dramaland y hemos venido a jugar sin juzgarlo todo hasta despedazarlo.

El recuerdo frágil de una madre que lo abandonó es lo hace que nuestro protagonista no consiga descansar por las noches, Goo Won es el típico chaebol que se encuentra fuera de lugar y en batalla continua en su propio hogar por culpa del acoso y asedio continuos de una hermanastra odiosa que solo ve en él alguien que puede arrebatarle su herencia y un padre inflexible que desde lo alto de un pedestal de brillante cristal cree estar haciéndolo bien para con sus hijos. Cuando se nos presenta a Goo Won quedamos hipnotizadas, es imposible sacudirse impasiblemente esa sonrisa de encima, algo que nos hace quedarnos a descubrir más de un personaje que es todo fachada en un principio, pero qué fachada.

Muy pronto, en cuanto entra en juego Cheon Sa-rang comienzan a sucederse los encontronazos y es en ese momento en que la serie torna tontamente divertida. Cheon Sa-rang, interpretada por una flamante Im Yoon-ah, sorprende con el paso de los episodios al conformar un personaje que se permite crecer y realizar sus sueños, no siendo estos al final de la serie los mismos que tenía en mente cuando arranca el K-drama, lo que supone un golpe de aire fresco que consigue mantener interesante la serie hasta el final.

Esa dinámica de alguien que siempre lo ha tenido todo y nunca ha tenido que hacer nada con sus propias manos intentando conquistar a alguien que ha tenido que trabajar por todo lo que tiene genera situaciones hilarantes, llenas de confusiones y carcajadas que solo se ven superadas en entretenimiento por las miradas perplejas del resto de personajes cuando descubren la relación inesperada que se ha forjado entre ellos.

Amigas, lo mejor de lo mejor. Damos gracias a los K-dramas que últimamente nos dan relaciones de amistad como dios manda. Esas llenas de apoyo, verdades dichas a la cara y lágrimas y alegrías compartidas,. Todo ello bañado de comida y bebida que reconforta y nos lleva a afrontar un nuevo mañana sabiendo que es humano errar, pero también afrontar lo que la vida nos pone delante.

‘King the Land’ es la ficción romántica y divertida que de cuando en cuando necesitamos en nuestras vidas para sonreír tontamente, sin más, a la pantalla, dejando a un lado nuestras preocupaciones, descansando así por un breve espacio de tiempo de nuestra abrumadora normalidad.

¿Nos encanta?
Overall
3.1
  • Fotografía
  • Guion
  • Originalidad
  • Interpretaciones
  • Banda Sonora
  • Edición y montaje
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