’22 de julio’: la importancia de recordar lo que sucede. | Filmin

Acto terrorista en Oslo y Utøya el 22 de julio de 2011. Esta es la historia contada desde la perspectiva de periodistas, policías, profesionales médicos y civiles.

Filmin incorpora a su catálogo ‘22 de julio’, una superproducción noruega con forma de miniserie que narra el trauma sufrido tras los atentados terroristas de Oslo y Utøya en julio de 2011, tragedia también recientemente tratada en dos películas: ’22 de Julio’, dirigida por Paul Greengrass, y ‘Utøya 22 de Julio’, cinta noruega de Erik Poppe. Con esta producción de NRK, los creadores Sarah Johnsen (‘Occupied’) y Pal Sletaune se alejan un poco de estos dos filmes, desde el punto de vista, sobre todo, de la violencia explícita, planteando las siguientes cuestiones sin mostrar per se la matanza: ¿cuál es la reacción de una sociedad ante la mayor masacre de su historia?, ¿puede mantenerse la serenidad en estas trágicas circunstancias? Se basa en la investigación incansable y en diferentes experiencias reales y trata de arrojar luz sobre el atentado terrorista en Oslo y Utøya de 2011, desde distintas ópticas, y reflexiona sobre el cambio de la sociedad a causa de este pesadillesco suceso, que a día de hoy sigue causando estragos y atormentando a los noruegos.

¿Qué sucedió en julio de 2011?

Un coche bomba explotó en Oslo llevándose la vida de 8 personas y, pocas horas más tarde, en la isla de Utøya hubo 69 muertos y un centenar de heridos por culpa de un tiroteo, además de incalculables pérdidas materiales. Esta aberración fue perpetrada por un joven simpatizante de la ultraderecha y fundamentalista cristiano. A partir de este terrible evento que conmocionó (aún sigue haciéndolo) a un país entero, la serie cuenta la historia de los médicos, policías y civiles que de alguna u otra manera acabaron siendo víctimas de este ataque terrorista. Los datos del grupo de apoyo indican que 1 de cada 4 noruegos conoce a una víctima directa del terrorismo.

Destacable y documentada.

Lo destacable de la miniserie es la capacidad que tiene para abordar este asunto tan complejo con rigor, sin caer en patetismos emocionales. Lo cotidiano se ve alterado y los personajes deambulan por el mundo, frágiles, evidenciando la vulnerabilidad y ansiedad de la condición humana (aquí ensanchadas por una situación límite). Sin embargo, los protagonistas aunque estén desolados no tienen más remedio que seguir adelante, porque la vida siempre continua, a pesar de lo funesto.

’22 de julio’ está excepcionalmente documentada y cada uno de sus personajes (basados en personas reales) representa un sector de la sociedad. Por ejemplo: Anne y Harald se basan en los periodistas que cubrieron el atentado del 22 de julio. El periódico en el que trabajan destapó fallos en la respuesta policial, fueron durísimos con la policía y capitales a la hora de recordar lo que sucedió; el hospital Ullevål recibió 10 víctimas de la explosión y 21 de Utøya; la docente Helga, un personaje extraordinario, se basa en los testimonios de jóvenes y profesores afectados; Bleidablikk en los blogs que inspiraron al terrorista; Kristian en los casos de maltrato que terminan en muerte, etc.

Por tanto…

La miniserie pone en jaque a la sociedad escandinava, aparentemente próspera, democrática e ideal y se pregunta por los motivos de su mal funcionamiento en algunos aspectos. Un elemento también reseñable es que tal y como sucedía en ‘Utøya. 22 de julio’, el terrorista no es protagonista, sino una figura decorativa que está presente en todo momento. Por tanto, sin dar importancia al terrorista, el relato se centra en la vida cotidiana de los personajes, antes y después de la tragedia; en cómo el personal de salud encajó todo esto en las salas de emergencia; en la forma de proceder de la policía y en la reacción de los civiles. El modo que tienen de enfrentarse y manejar algo extraordinario se plasma en la pantalla sobria y contundentemente, sin patetismos emotivos, esto es, sin exageraciones artificiales en los sentimientos. Hay secuencias absolutamente desgarradoras y conmovedoras que dejarán mal cuerpo en la audiencia. Mis favoritas, las que muestran la relación que tiene el niño, que ha perdido a su hermana, con su profesora. Es el ejemplo ideal para ilustrar algo que a veces olvidamos: el “tú” puede calmar la frágil existencia del “yo”.

¿Pasa el corte?
Overall
3.7
  • Originalidad
  • Fotografía
  • Montaje y edición
  • Música
  • Guion
  • Interpretaciones
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Lo mejor

  • La sobriedad con la que se cuenta la historia.
  • La crítica inherente al relato.
  • Puede servir como complemento de las cintas ’22 de Julio’ y ‘Utøya 22 de Julio’.

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