Miniserie de 6 episodios sobre los orígenes del fútbol moderno en Inglaterra. Dos futbolistas del siglo XIX, de clases sociales muy dispares, afrontan conflictos profesionales y personales con un fin: cambiar este deporte -y también Inglaterra- para siempre… Del creador de ‘Downton Abbey’ Julian Fellowes.
‘Un juego de caballeros’ nos transporta a clases sociales y fútbol, algo inusual para la ficción en pequeña pantalla.
El FÚTBOL, con mayúsculas.
Veamos… Jorge Valdano acuñó tiempo ha una frase que es cátedra para todos aquellos que amamos este deporte: «El fútbol es lo más importante entre las cosas menos importantes.». No sin más estamos ante un deporte que consiguió parar la guerra civil de Costa de Marfil, consiguió unir a todo el pueblo venezolano al mismo grito y consigue que personas de diversas creencias se fundan en un abrazo con el mismo cante: ¡GOL!.
El siglo XIX, por ponernos en situación, se enmarca en Inglaterra como un siglo de auge con la revolución industrial. La riqueza se sentía igual de dividida, donde la alta sociedad intentaba codearse lo menos posible con los obreros, que poco a poco iban viendo como la carne era cada vez más habitual en sus platos. Este apartado se nos muestra en ‘Un juego de caballeros’ casi a la perfección, teniendo en cuenta que las subtramas que no están dentro del terreno de juego nos muestras vicisitudes entre los personajes principales, su relación con las mujeres y el resto de personas que les rodean, y sus ambiciones personales.
Así pues la serie podemos dividirla en dos ambientes: uno bueno y otro «menos bueno». El menos bueno, por quitárnoslo cuanto antes: todo lo que ocurre fuera del césped. Dichas tramas que nada tienen que ver con el fútbol se muestran ante nosotros como una serie que no tiene mucho que contar y que busca condimentar el aspecto deportivo con relaciones laborales, escenas de matrimonio y piques económicos.
Conocida es la confrontación en Inglaterra entre la alta sociedad y el gremio trabajador, deseosos de quitarse de la sombra y demostrar que son el verdadero motor del pueblo. Es por ello que su importancia si es sustancial y si que añade a la historia, mostrándonos los resquicios legales en los que se amparaban los poderosos y las opciones del pueblo obrero para pedir lo que por justicia les pertenece. Siempre ha habido caciques y siempre se ha necesitado que un obrero harto levante el puño y llame al resto.
Sin embargo, y a pesar de su buena recreación en estos aspectos, ‘Un juego de caballeros’ gana mucha más fuerza en lo que ocurre dentro del terreno de juego. Desde un comienzo vemos cómo los dos nuevos futbolistas del Darwen FC, Fergus Suter, reconocido como el primer futbolista profesional y Jimmy Love, tienen unos conocimientos futbolísticos que dejan atónitos tanto a propios como a extraños. Un futbol asociativo que es contraposición del método estampida de todos los equipos.
¿Cómo es posible que un club de trabajadores llegue tan lejos en la FA Cup inglesa? ¿Cómo es posible que un club de trabajadores plante cara a las altas esferas de Inglaterra, creadores de, como ellos mismos denominan, SU juego?
Al igual que el Montpellier se alzó con el título de la Ligue 1 en el año 2011-2012, el Leicester FC ganó la liga en la temporada 2015-2016 y un sin fin de recuerdos futbolísticos más, en esta ocasión ‘Un juego de caballeros’ muestra una realidad histórica: el fútbol cambia… y en el siglo XIX, cambió a mejor.
‘Downton Abbey’ tiene la culpa.
‘Downton Abbey’, o más bien su creador Julian Fellowes quien también ha metido mano en el guion, tiene la culpa de la calidad artística de ‘Un juego de caballeros’.
Tanto la alta como la clase trabajadora que se nos presenta en pantalla tienen relaciones interpersonales de una altísima calidad en cuanto al guion y a la interpretacion de las mismas. La ambientación fuera del terreno de juego recuerda en multitud de ocasiones a la serie de la familia Crawley, y dentro del terreno nos sumerge en una lucha de clases invisible pero real, donde se ve más a su vez la mano de dicho creador en las acciones y el devenir de los partidos.
Por tanto, y entrando de lleno en si es necesaria y/o recomendable, ‘Un juego de caballeros’ posee ciertas razones para ser una de las series más recomendables de ver, sobre todo si te gusta el fútbol. Estar basada en hechos reales y contarnos una historia tan atrayente como la creación del fútbol moderno no hacen más que añadir un punto favorable a la misma.
Compleja e ingeniosa, el partido que hace ‘Un juego de caballeros’ es de un ritmo rápido y ligero, abriendo bien las bandas desde la defensa y formado un compacto medio… por lo que solo necesitaba que la delantera estuviese un tanto avispada para marcar el gol. No es por toda la escuadra… pero es un gol muy bonito por parte de Netflix.
Tráiler
¿Pasa el corte?
Overall
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Originalidad
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Montaje y edición
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Banda Sonora
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Fotografía
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Guion
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Interpretaciones
A destacar
- El terreno de juego y todo lo que ocurre dentro
- La visión de la lucha de clases
- Niamh Walsh