'Hyena', tu alma por dinero (2020)

Es difícil, muy difícil entrar en un K-drama cuyos protagonistas no soportas. Personalmente habría dejado de ver ‘Hyena’ si no fuese por tener que escribir esta crítica y salir en ‘Bienvenidos a Dramaland‘ hablando de ella. Una parte de mi se alegra de haber seguido, porque una vez dejas atrás los primeros siete episodios, la serie se transforma y su trama y personajes se vuelven soportables, en incluso me aventuro a decir, entretenidos.

Para sobrevivir en un mundo despiadado, dos abogados rivales con una exclusiva clientela son capaces de destruir todo lo que se interponga entre ellos y sus ambiciones. Yoon Hee-Jae (Ju Ji-Hoon) y Jung Geum-Ja (Kim Hye-Soo) serán, el uno para el otro la olma de sus zapatos.

Pero claro, hay que tragarse siete episodios de una hora para llegar a ese momento, y no sé si te merecerá la pena. Eso tendrás que valorarlo tu. Algo que queda patente cuando hablas de una serie como esta es que no hay termino medio en ella. Este es uno de esos K-dramas super polarizados. Tres son las opciones. O bien eres de las que la defiendes a muerte, de las que la abandonó porque no soportaba a los protagonistas y no veía hacía donde iba una trama absurda o de las que como yo, que por puro masoquismo siguió viéndola y al final terminó encontrando que la serie merecía la pena a pesar de todo.

Ella es uno de los personajes más mentirosos y sin escrúpulos de todo Dramaland. Miente y engaña a partes iguales, y lo mejor de todo es que no le tiembla el pulso con nadie ni con nada. Es bastante complejo digerir las dinámicas que se generan entre los protagonistas porque chirrían sus comportamientos y acciones. Es como que no computan con la imagen final que quieren darnos de cada uno de ellos, aunque cuando se abren emocionalmente es desgarrador.

‘Hyena’ es una de las series con la relación adulta más inmadura y a la vez madura que puedas ver. Cuando la serie arranca los protagonistas se lo dicen todo y nada. O bien vuelcan su corazón el uno en el otro o se esconden bajo una coraza gruesa que ni el mismísimo Hulk podría romper. Kim Hye-soo y Ju Ji-hoon son la trama, los arcos narrativos y la presencia de toda la serie. Si no fuese por ellos este drama no sería.

Puedes usarme todo lo que quieras, se te da bien y hoy lo dejaré estar.

No sería digno de nuestro tiempo ni atención, pero cuando pones a dos pesos pesados de la interpretación a trabajar hombro con hombre acabas sacando oro y creando personajes icónicos en un mundo donde la competencia es feroz. Si eres fan de alguno de ellos mis palabras no te sorprenderán en absoluto. A Kim Hye-soo la has visto como reina madre en ‘Bajo el paraguas de la reina‘ un papel en el que roza la perfección y donde presenta un personaje de una fuerza arrebatadora. También la has visto comerse la pantalla en ‘Tribunal de menores‘, donde con solo una mirada conseguía dejarnos sin aliento, pero en pocas ocasiones su presencia es abrumadora e inolvidable como mientras da vida a Jung Geum-ja.

Quizá esto ocurra por el tipo de personaje al que da vida. Una mujer que solo mira por si misma, que busca olvidar su pasado y dejar atrás el lugar donde su vida siempre ha sido oscura y decadente. Si para ello todo lo que necesita es dinero, hará lo imposible para conseguirlo. ¿Vender su alma al diablo? No es un problema siempre y cuando el precio sea el adecuado. Ese sálvese quien pueda siendo yo siempre la primera se convierte en su modus operandi y es por ello que nos produce rechazo. Jung Geum-ja va más allá del antihéroe típico que podemos encontrar en las series. Su personaje es sencillamente odioso, ambicioso y difícil de perdonar, aunque al césar lo que es del césar, gana juicios, arrasa dentro y fuera del juzgado saliéndose con la suya, y siempre cae de pie.

Tu ocúpate de tu corazón que yo me ocuparé del mío.

Yoon Hee-jae es un protagonista totalmente diferente. Podríamos decir que son la noche y el día. Ju Ji-hoon lo borda en el papel de joven abogado de élite que debe demostrar cada día su valía ante su familia no pudiendo permitirse margen de error alguno. Eso hace de él un auténtico tiburón legal con un ego difícil de superar y una personalidad que en la superficie se muestra como arrogante para sobrevivir en el nido de víboras en el que se mueve, pero cuyo sentido de la justicia es bastante elevado, sobre todo si cae de su lado. La perspicacia y experiencia en el campo legal son su fuerte, aunque como todo «héroe» cuenta con una debilidad o un talón de Aquiles que no sabía tenía.

El actor nos dejó encantadas con sus interpretaciones en ‘Jirisan‘ y ‘Kingdom‘, donde da vida a personajes que nada se parecen el uno con el otro, pero que cuentan con un regusto a honor, valentía y lealtad con un toque de enorme seriedad en el que el actor siempre excede nuestras expectativas. Lo mismo que en la reciente ‘Blood Free’, la cual te recomiendo encarecidamente. Aquí en ‘Hyena’ ninguna de esas cualidades brillan para Yoon Hee-jae, cuya presencia es mucho más cómica, torpe, e incluso podríamos decir, ilusa en cuanto a lo sentimental se refiere.

Este es el drama perfecto para ver a ambos intérpretes en papeles muy distintos a los que normalmente reciben. ¿Qué ocurre cuando juntas a estas dos fuerzas de la naturaleza? Qué te quedas a ver la serie. Te tragas tu orgullo y una vez acaba agradeces haberlo hecho porque los casos que se van presentando son muy interesantes, están montados de forma muy dinámica y siempre sorprenden. Ayuda y mucho que el reparto secundario sea uno de calado y amplia presencia. Se permite la serie darles algo de fondo y tridimensionalidad dejando margen para diálogos que van más allá de la típica jerga legal, profundizando en sus sentimientos y ambiciones y eso genera una solidez que demandamos en cualquier K-drama de calidad.

Es imposible irse de aquí sin hablar del vestuario. Desde ahora mismo te reto a encontrar un vestuario más hortera en todo Dramaland. Kim Hye-soo es una diosa, eso no lo va a negar nadie. Una mujer voluptuosa a la que todo le cae bien… o eso pensaba yo antes de darle al play. Entiendo que el guion y la construcción de personajes requiera de cierto tipo de «moda» o estilo, pero no era necesario que quien estuviese al cargo del vestuario hiciese tan bien su trabajo. Cuesta aguantarse la risa y mantener la mirada en la pantalla cuando aparece en escena la prota con esos modelitos que me lleva color neón que se ven desde Marte…

A nivel fotográfico, aunque la serie no es espectacular, si está muy cuidada. Es cierto que el margen para lucirse dentro de oficinas y salas de juicios no es muy elevado, pero en ‘Hyena’ se le saca el máximo provecho. En líneas generales es una serie bastante luminosa y juega muy bien con los marcados contrastes de clase que el mismo guion exprime. Las líneas son limpias y casi exclusivas en el bufete de abogados pijo mientras que el caos vive a base de adornos y decoración barroca en la pequeña oficina que hace las veces de hogar en el barrio humilde.

Y para cerrar toda esta amalgama de cosas buenas, hablemos de la banda sonora. Una música que va desde lo clásico y dramático a lo más gamberro y pegadizo que puede escucharse. Va a encantarte el tema principal, se queda contigo y te pone las pilas. Un último motivo este para darle una oportunidad a este K-drama legal. Déjanos tu opinión en comentarios o redes sociales, nos encantará saber que piensas de ella.