Hablamos con Mads Brügger sobre ‘El infiltrado’

Una vez has visto ‘El Infiltrado’ de Mads Brügger no puedes dejar de hablar de ello durante días. El documental que puede verse en Filmin nos deja en estado total de shock, casi sin creer lo que tenemos ante nosotros.

Si aún no sabes de qué va esta conversación, pásate antes por nuestra crítica, donde podrás averiguar la información más relevante sin spoilers.

‘El infiltrado’, simplemente increíble (Mads Brügger, 2020)


La realidad siempre supera a la ficción, y esta producción así lo demuestra. A continuación podrás leer la transcripción y traducción de la conversación que tuvimos el placer de mantener con el guionista y director de un documental que va a dar mucho que hablar.

Si quieres escuchar lo que estás a punto de leer, puedes hacerlo en este reproductor de Ivoox, pero recuerda, la entrevista está en inglés.

Transcripción de la entrevista.

Mads Brügger: Encantado de conocerte, Marta.

Marta: Mads, muchas gracias por charlar con nosotros. ‘El infiltrado’ ha sido realmente entretenido de ver. Es un documental bueno y complejo que te mantiene al borde de tu asiento desde el minuto uno, y hoy en día no puedes pedir más. ¿Cómo llegaste a esta idea? ¿A esta loca idea?

Mads Brügger: Bueno, empezó siendo una idea muy pequeña. Básicamente con el infiltrado preguntándome si estaría interesado en el infiltrándose por mi en la Asociación de Amistad con Corea, que es un grupo de gente mayor, bastante alcoholizados, y realmente tiene sentido tener un agente infiltrado dentro de ese grupo. Es raro, pero iba a tener coste cero porque el infiltrado iba a trabajar gratis, así que pensé: «Quizá con el tiempo algo interesante pase», y aparentemente así fue, porque con el tiempo, el infiltrado fue a Corea del Norte y conoció a Alejandro Cao de Benos y entonces supe que algo interesante estaba a punto de pasar. Yo ya había conocido a Alejandro previamente y sabía que tipo de persona es.

Marta: Podríamos decir que tienes historia con el.

Mads Brügger: Si, yo fui a Corea del Norte junto con Alejandro Cao de Benos, quien me hizo de guía la primera vez que fui a Corea del Norte. Dijo tantas locuras, constantemente…

Marta: Mientras estaba viendo el documental, pensaba… «¿Por qué tiene que ser este hombre español? ¿Podemos tocar más fondo? No puedo creer que alguien como el exista en la democracia en la que vivo».

Mads Brügger: Para mi es un misterio que las autoridades españolas permitan que Alejandro Cao de Benos opere de la forma que lo hace, porque, por supuesto que se le está permitido defender a Corea del Norte, eso está permitido en una democracia. Puedes encontrar sus opiniones repulsivas y horribles, pero el puede defenderlas. Pero coordinar crimen internacional, tratos de armamento, eso es, en mi mente, una ofensa criminal, y cómo tal debería ser investigado.

Marta: Si, porque está traficando con información, armas, drogas y lo dice abiertamente, bueno no tan abiertamente, porque lo hace en círculos privados, pero habla sobre ello. Ni siquiera investiga a fondo a la gente con la que habla, lo cual es increíble. Lo que llegamos a ver gracias a Ulrich (el infiltrado) y sus grabaciones. Debe haber sido complejo trabajar en un segundo plano. ¿Cómo lo has hecho estos diez años?

Mads Brügger: Básicamente, se trata de cultivar un prolongado engaño de confianza. Ir gradualmente creando esa relación de confianza y seguridad entre el infiltrado y los norcoreanos, entre el infiltrado y Alejandro Cao de Benos y finalmente entre Alejandro Cao de Benos y el señor James. Llevándolo paso a paso, sin presionar, siendo muy sutiles y cuidadosos. Si eres así de paciente y cuidadoso, en cierto punto gente como Alejandro Cao de Benos comenzará a confiar en ti. Porque después de haber tratado con él durante seis o siete años, la última cosa que pensaba Alejandro Cao de Benos era que el infiltrado podía estar conchabado con un director de documentales de Dinamarca.

Marta: El final es simplemente espectacular. No podía creer lo que mis ojos estaban viendo en esa parte del documental. Fue increíble. Mads, tengo la que creo es la pregunta del millón: ¿Cuántas veces estuviste a punto de pararlo todo, de dejarlo? Porque podemos ver a lo largo del documental una gran cantidad de momentos en los que la cosa pudo ir muy mal. ¿Cómo te enfrentas a esto?

Mads Brügger: Bueno, eso fue una constante a lo largo de este proyecto. Había que plantearse cual era la estrategia de salida. Después de la reunión en Tarragona cuando Alejandro Cao de Benos saca en detector de micrófonos y barre la habitación, pensé, esto es simplemente demasiado peligroso, porque el infiltrado está en una cuerda demasiado fina. Es una suerte que Alejandro no confíe en sus herramientas, porque la realidad es que el detector de micrófonos funciona.

Marta: Eso creo, es típico español, todas las películas irían así y parece que en la realidad también. No podía creer que creyese que el detector no funcionaba.

Mads Brügger: Pero lo hacía, funcionaba bien, pero no confiaba en él. Después de la reunión en Tarragona, pensé, tenemos que dejar de hacer esto. Estamos en el clímax del documental, y creemos que ahí acaba todo, pero luego son invitados a Uganda para encontrarse con los norcoreanos y entonces ya sí que todo empieza a escapar a nuestro control. De pronto, Alejandro Cao de Benos quiere hacer un negocio triangular con el hombre de negocios jordano Al-Dasuqui, a quien seguimos posteriormente la pista. Cuando comencé este proyecto la simple idea de tener audios secretos con traficantes de armas norcoreanos era algo con lo que solo podía fantasear. Pero al final de ese día épico, otro día más en la oficina para ellos, pasó a ser trivial ver grabaciones con traficantes de armas norcoreanos. Cuando vi que no estaba tan entusiasmado como inicialmente estaba sobre esto supe que habíamos llegado al final de nuestro viaje.

Marta: Deberás de tener cientos y cientos de videos, horas de grabaciones, material… ¿Cómo conseguiste sacar de todo ese material un documental en el que puede cortarse la tensión con un cuchillo de untar?

Mads Brügger: Esa parte fue un gran reto, porque, como se suele decir en edición, tienes que entrar a escena tan tarde como puedas y salir lo más rápido posible, pero aún así, el periodista dentro de mi quería que mucha de la documentación estuviera presente en el la cinta. Otro reto fue poder traducir las conversaciones coreanas porque eso supuso encontrar a una persona que supiera hablar el dialecto en la que pudiéramos confiar. Lo cual es bastante difícil porque es un dialecto muy distintivo que difiere mucho del coreano hablado en Corea del Sur, eso fue un reto enorme.

Marta: Creo que la clave es Annie Machon, la ex-agente de inteligencia del MI5, porque gracias a ella comprendemos y nos metemos en el tempo del documental y de lo que se está narrando.

Mads Brügger: ¡Ah! Gracias.

Marta: Esa parte es perfecta. Desde su perspectiva, mientras la ves trabajando con Ulrich y el señor James, y las preguntas que les hace, son simplemente las ideales, dan en el clavo.

Mads Brügger: Realiza preguntas perfectas.

Marta: Totalmente. La forma en la que entabla conversación contigo, haciéndote preguntas sobre toda la creación del documental, simplemente me enamoró. Creo que si ella no hubiera sido lo mismo.

Mads Brügger: Estoy de acuerdo contigo, y además, es bastante divertida (risas).

Marta: No lo parece (risas). Yendo un poco hacia atrás, ¿Puedes contarle a los lectores cuales fueron tus impresiones sobre Ulrich (el infiltrado) y el señor James al principio y como evolucionó tu percepción sobre ellos?

Mads Brügger: ¿Cómo evolucionaron? Ulrich es un chef retirado por problemas crónicos de salud, lo que supone que no pueda trabajar. Reside en las afueras de Copenhague con su familia. Yo creo que parte de su motivación, y esta es mi percepción personal, venía dada porque necesitaba ser parte de algo, tener propósito en su vida, y por supuesto, todos nosotros sabemos que una vez pasas los treinta empiezas a añorar la aventura, de cualquier tipo. Esto ha sido un punto de inflexión en su vida. Ulrich está muy orgulloso de sus logros, y no es para menos. Su mujer tiene una idea totalmente distinta de él ahora. Le va genial. Estaba algo preocupado que después de ser el infiltrado durante tanto tiempo que esto le generase un vacío al no tener ese papel en su vida.

Marta: ¿Es una figura pública en tu país a raíz del documental? ¿Es reconocido por la gente?

Mads Brügger: Alguna gente lo reconoce, si.

Marta: Debe ser difícil, no solo hacerte de nuevo a tu vida, una vez has estado tanto tiempo infiltrado, sino llegar a casa y tener un nuevo rol a nivel social. Debe ser duro.

Mads Brügger: En cuanto al señor James (Jim). Lo conocí en un club nocturno de Copenhague. Estaba recién salido de la cárcel cuando lo conocí. Había cumplido una condena de ocho años por tráfico de cocaína. Mientras estuvo en prisión vio el documental que hice algún tiempo, ‘El embajador’, y le encantó, es por eso que se acercó a mi y comenzó a hablarme de sus méritos y su vida en general y de cómo había formado parte de la legión extranjera francesa, de su carrera criminal. En ese momento estaba buscando a alguien que pudiera hacerse pasar por inversor, y de pronto me di cuenta que tenía a la persona que necesitaba delante. Jim es un adicto a la adrenalina. Le encanta estar en situaciones peligrosas y lo que la gente consideraría una situación fuera de control es una situación normal para él. Para él, ser el señor James fue una especie de… el vive ahora como un ciudadano que respeta las leyes, lo que puede ser muy aburrido para alguien como él. Por lo que ser capaz de interpretar a un personaje como el señor James a lo largo de la grabación de este documental fue como terapia para él. A día de hoy se encuentra muy emocionado por la respuesta y acogida que su personaje y él han tenido por ‘El infiltrado’. Es solo cuestión de tiempo que alguien en Hollywood lo descubra.

Marta: ¡Si! Es simplemente fenomenal. Si lo hubieras tenido que crear desde cero para hacer este papel, no te habrías acercado tanto a la perfección como el por cuenta propia hace.

Mads Brügger: Es fascinante, estoy verdaderamente impresionante en como de bueno es improvisando. Además lo acompaña todo con comentarios y reseñas divertidas.

Marta: Realmente es frío como el hielo, pero luego lo ves en el documental hablando con Annie y lo ves recordando cosas y haciendo bromas al respecto y no te puedes creer que estuviera sentado en una habitación rodeado de esos traficantes norcoreanos que tienen todo el poder del mundo para matarte sin dejar huella. Y bien podría haber sido esa la película. Tengo que decir que esta parte, bueno, el conjunto, es simplemente increíble, irreal, muy difícil de digerir. No es una realidad a la que nos enfrentemos a diario.

Mads Brügger: Inicialmente habíamos estudiado el material en detalle y lo habíamos trabajado hasta la saciedad, por lo que no era tan emocionante como lo es para la gente que se acerca a este tema por primera vez. Por ello creo que estábamos fuera de onda, o sincronía con como la gente experimentaría la película. Antes de estrenarla hicimos algunas pruebas o versiones sin cortar en algunos festivales de cine, antes de que el COVID cerrara todos estos eventos, y nos dimos cuenta de que algunos programadores de festivales pensaban que lo que habíamos presentado no era verídico, creían que era ficción.

Marta: Debe ser porque es difícil de creer.

Mads Brügger: Creo que es porque la interpretación de nuestros actores, es estratosférica. Eso es por lo que al principio del documental, para enfatizar que todo lo que se ve es real, quisimos reafirmar esto.

Marta: Es muy complejo para los meros mortales entrar y creer que existe ese mundo. Esto es algo que vemos en las películas de Hollywood, pero nuestra realidad está muy lejos de la realidad que tu nos muestras, y eso fue lo que mas me chocó a mi. Cómo Alejandro Cao de Benos, un ciudadano español, hace todas esas cosas en las sombras y de pronto estaba expuesto en la pantalla de mi ordenador, y yo estaba viéndolo y pensaba para mis adentros: «Esto no puede ser verdad, porque si lo fuera este hombre estaría detenido».

Mads Brügger: Si, eso era lo que yo esperaba. ‘El infiltrado’ fue estrenada en la BBC escandinava y pensé que lo primero que iba a pasar es que alguien iba a arrestar a Alejandro Cao de Benos en España.

Marta: ¿Verdad? Eso pensé yo. Alguien debería enviárselo a la policía, quizá aun no les ha llegado.

Mads Brügger: Pero parece que hasta ahora los medios de comunicación y las autoridades españolas no lo han descubierto aun.

Marta: Ciertamente, en este momento en el que estamos manteniendo esta conversación (1 de febrero de 2021), el documental aún no se ha estrenado en Filmin. Con suerte, el día cinco de febrero, cuando salga, cree algo de movimiento en los medios, aunque si soy honesta, con el COVID todo está pasando desapercibido.

Mads Brügger: Esto muestra que en España, como en otros sitios, la gente percibe a Alejandro Cao de Benos como alguien bufonesco,

Marta: Pero no lo es.

Mads Brügger: En absoluto. Yo cometí el mismo error, pensar que no era una persona a la que debía tomar en serio.

Marta: Da la sensación de que es una marioneta, pero nada más lejos de la realidad. Es más bien el titiritero. Está verdaderamente bien conectado.

Mads Brügger: Lo está. Creí que tras la reunión en Oslo, cuando se jacta de todo lo que puede hacer, entregar a sus superiores y lograr en Corea del Norte, pensé: «Esto es interesante, pero, ¿Es cierto?». ¿Hay gente en Pyongyang que tratan con Alejandro Cao de Benos en las altas esferas? Tenía mis dudas al respecto. Cuando el infiltrado y el señor James fueron a Pyongyang pensé que sobre todo iban a ir de turisteo, que no se iban a reunir con gente importante o con poder, pero lo hicieron. Todo lo que promete se convierte en realidad.

Marta: ¡Compraron una isla! Así sin más, intercedió en la compra de una isla para crear unas instalaciones que en el subterráneo tuviera misiles. Es simplemente increíble. Alejandro Cao de Benos es una persona muy difícil de comprender. Quizá su personalidad, su ego juega un papel enorme en todo lo que ocurre en el documental. Hay un momento en el que dice que se encuentra posicionado entre el jefe supremo y los ministros, sin temblarle el pulso.

Mads Brügger: Dice que trabaja para un ministerio que está por encima de todos los demás.

Marta: Exacto. Es el hombre por el que hay que pasar. Es el guardián de las puertas y además es occidental, español para más inri. Simplemente, como española no me lo podía creer. No lo conocía, no sabía quien era, y eso que en tu documental aparecen algunos cortes de programas como ‘La resistencia’ o como ‘Al rojo vivo’ si no recuerdo mal, y nunca antes lo había visto, y eso que me gusta leer, la historia y veo mucha tele, y aún así ha sido en ‘El infiltrado’ donde he sabido de él y quizá por eso estoy en shock aún. Creo que hay mucha gente como yo en España, gente que no sabe quien es.

Mads Brügger: Tiene hasta un canal de Youtube, bastante popular debo añadir.

Marta: Tendré que buscarlo y verlo. Hablemos ahora de que Ulrich, el infiltrado, fuese con su propia cámara grabándolo todo. ¿Cómo vendes eso? Es probamente lo más surrealista que hemos visto en todo el documental, que le permitan grabarlo absolutamente todo.

Mads Brügger: Ese es otro ejemplo de las ventajas de jugar a largo plazo y ser muy paciente. Introducir a Ulrich como un amateur de la fotografía y el video que usa esos productos de forma básica en Youtube y que además ya llevaba tiempo haciéndolo para dar publicidad a la rama noruega de la Asociación Amistad con Corea, esa en la que manda Alejandro Cao de Benos. Por eso quizá estaban acostumbrados a que Ulrich grabase todo el rato, incluso los norcoreanos. Al final hasta te encuentras con norcoreanos sujetando la cámara para Ulrich, lo cual es notable.

Marta: Otros personajes que son increíbles de ver son el ‘Sr. Kang’ y ‘Carapiedra’. ¿Qué nos puedes decir de ellos?

Mads Brügger: Sé algunas cosas de ‘Carapiedra’ por amistades. Me dijeron que trabajó para la embajada norcoreana en Uganda.

Marta: Quizá ahí vemos ya un link de unión.

Mads Brügger: En algún momento también ha trabajado para una firma de abogados londinense que pudo abrir una sede en Pyongyang. Y claro la pregunta que se genera es: ¿Qué tipo de firma de abogados necesita abrir una sede allí? Pero eso da para otro tema. Siguiendo con el documental, hay un momento en el que los norcoreanos nos dan el visto bueno, pero nos dicen que tenemos que trabajar con dos de sus hombres. Uno de ellos era ‘Carapiedra’, lo que sugiere que es parte de la inteligencia norcoreana.

Marta: Desde luego hay que darle que es el malo perfecto de película.

Mads Brügger: Totalmente. Nunca dice nada, de ahí su sobrenombre. No sonríe, no ofrece respuesta gestual a nada…

Marta: Creo que es con él con quien Ulrich y el señor James están verdaderamente nerviosos. Lo podemos sentir a través de la cinta. Y eso te llega a través de la lente, su presencia y cómo lee la habitación.

Mads Brügger: Si yo estuviera en una habitación con ‘Carapiedra’ creo que lloraría. (risas)

Marta: Yo me limitaría a correr lo más lejos posible. (risas)

Mads Brügger: Debe ser la persona ideal para una reunión con tu banco.

Marta: Llegamos a la recta final y no me quiero ir sin preguntarte que resultados querrías sacar de este documental, de este proyecto. Hemos hablado de cómo la policía española no ha reaccionado en absoluto… ¿Crees que va a tener más repercusión de la que ya haya podido tener?

Mads Brügger: Bueno, creo que lo sabremos una vez el documental llegue a Japón. El documental ha sido vendido a una cadena de televisión japonesa no hace mucho, y siendo Japón uno de los principales adversarios de Corea del Norte, entonces quizá veamos movimiento. También tiene que llegar a Corea del Sur y Estados Unidos y creo que son estos países los que más tienen que perder y ganar con arreglo a Corea del Norte. Estoy también en contacto con el grupo de expertos de las Naciones Unidas que monitorean las sanciones a Corea del Norte asegurándome de que tienen acceso a ver el documental. Creo que hablarán de ello en su siguiente informe. Hasta la fecha estoy contento de que expertos en Corea del Norte y en armamento militar estén impresionados con nuestros logros. Toda la documentación del documental es de alta calidad, además de genuina y es muy importante que la gente comprenda esto.

Marta: Exacto, porque nada ha sido creado o inventado. Lo que tu tienes en tu poder son documentos reales, por lo que suponemos que las Naciones Unidas o cualquier otra organización debería utilizarlos aunque solo sea por razones humanitarias o legales.

Mads Brügger: Básicamente, infiltrarse e introducirse en una red ilegal que conecta Pyongyang con colaboradores en España, Jordania y otros muchos más lugares, con gente que está ayudando y facilitando que Corea del Norte se salte las sanciones, debe ser de utilidad para prevenir que Corea del Norte expanda sus conocimientos en tecnología armamentística.

Marta: En el documental vemos como trabajan, te enseñan los engranajes de su sistema. Hablan de aguas internaciones y de tráfico ilegal y de las cosas que hacen para saltarse las normas y esas restricciones. Quizá este documental ayude a poner fin o al menos a entorpecer sus negocios.

Mads Brügger: Pero lo que está en las noticias a día de hoy es que los americanos están derivando 4 millones de dólares para prevenir que los norcoreanos puedan vender armas, y eso es importante porque es fascinante y terrible ver como los norcoreanos están dispuestos a vender armamento de alta capacidad destructiva a cualquiera que tenga dinero. Así que la pregunta es: ¿Qué pasa cuando el verdadero señor James llegue a Pyongyang? Nosotros no pedimos armas nucleares ni armas biológicas, pero quien quiera y tenga el dinero, tiene acceso a ellas.

Marta: Viendo lo que había en el «menú» bien puede pasar, y con mucha facilidad.

Mads Brügger: Si, lo que pasa que nuestras reglas de juego era dejarnos llevar, no pedir nada en concreto, dejarles que ofrecieran, y no darles nada de dinero.

Marta: Y aún así firmaron.

Mads Brügger: Si. No les dimos ningún dinero y todos los gastos corrieron por su cuenta. No pagamos por nada, ni vuelos, ni hoteles… Esa era la regla número uno. La regla número dos era que solo hacíamos lo que proponían. No los animamos o provocamos ninguna actividad criminal. Cómo no nos ofrecieron tecnología nuclear o armas biológicas o químicas, no preguntamos por ella. Pero sospecho con todo mi ser que si el señor James las hubiese pedido habría sido muy plausible haber tenido acceso a ellas.

Marta: No les importó tener que echar a todo un asentamiento de personas de la isla…

Mads Brügger: Si, pero eso hay que decir fueron los africanos.

Marta: Si, pero hablamos de todo el planeta, no solo de los norcoreanos. La corrupción y esa mafia que vemos aquí está por todos sitios. Es una muy bien construida red, y da pavor pensar en ello, en lo que podemos ver en este documental.

Mads Brügger: Es deprimente ver a donde pueden llegar, como cuando engañan a la gente haciéndoles creer que van a construir un hospital en esa isla…

Marta: Algunas personas de este planeta, simplemente no son humanos. Mads, ¿Podemos preguntarte por el siguiente proyecto, tienes algo en mente?

Mads Brügger: Si, pero no me gusta hablar de ellos para no perder la emoción y la intensidad que hay en ellos al hablar antes de tiempo. Te diré que son dos películas.

Marta: Esperaremos pues a hablar contigo muy pronto. Te llamaremos.

Mads Brügger: Trato hecho.


Y ahora, una vez que has leído/visto a Mads Brügger, toca escuchar/leer la versión de Alejandro Cao de Benos, quien ha emitido un comunicado dando respuesta a todo lo que vemos en el documental ‘El infiltrado’.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *