‘The worst of evil’, el príncipe de las tinieblas (2023)

‘The worst of evil’ sacude los cimientos de un universo tan inabarcable como es Dramaland para darnos a uno de los mejores Ji Chang Wook de su carrera mientras a la par ayuda a consolidar la más que prometedora carrera de Wi Ha Joon, quien dejó hace un tiempo de ser ‘novato’. Probablemente no haya palabras suficientes para hacer justicia al trabajo de producción inconmensurable que ha tenido que ser la creación y posterior puesta en escena del que sin lugar a dudas será uno de los K-dramas del 2023, pero intentaremos no dejarnos mucho en el tintero, eso si, siempre sin spoilers.

Park Jun-Mo (Ji Chang-Wook) es un oficial de policía. Para una investigación sobre drogas que conduce al tráfico de drogas entre Corea del Sur, China y Japón, Park Joon-Mo se infiltra en una organización criminal. Park Jun-Mo está casado con Yu Eui-Jeong (Lim Se-Mi). quien también es policía acaba involucrada en la investigación sobre drogas en la que trabaja su marido debido a unos antiguos lazos que le unen a Jung Gi-Cheul (Wi Ha-Joon), el carismático jefe de una organización criminal recién formada eje del caso de Park Jun-Mo.

Algunos envidiosos dirán que la trama perfecta no existe, pero si has leído la sinopsis, bien sabes en tu corazoncito coreano que un K-drama con un romance adolescente que no pudo ser, con sentimientos no olvidados, y toda una vida entre medias en la que reinventarse y pasar página (o no), volviéndose a encontrar, esta vez como policías y gánsteres, es la perfección, le pese a quien le pese.

Esta es una historia de amor compleja, en la que se entrecruzan el orgullo, un profundo sentimiento de lealtad y personajes dándose cuenta de que la vida es una maraña de grises que lo cubren todo. ¿Habrá un resurgir? ¿Cómo se desarrollarán los sentimientos que ahora se agolpan en un presente que los ha convertido en extraños y en polos opuestos? Estas preguntas son solo la punta del iceberg. Empezar ‘The worst of evil’ es adentrarse en un submundo criminal que nos lleva a involucrarnos en una espiral de violencia, avaricia y pulsos de poder para los que nadie está preparado.

Con incontables juegos de cámara, quiebros en los planos y cámaras lentas en su justa medida, la acción se vuelve envolvente e intensa. La sensación de inmersión es total y eso la hace adictiva. Necesitas una pantalla grande y un buen sistema de sonido para disfrutar de ella como merece, prometo que no te arrepentirás. Las escenas de acción se suceden casi sin descanso, trayendo a la pantalla un trabajo de coordinación superlativo que solo es superado por la brutalidad de los golpes que se asestan de forma continuada.

La sangre salpica y su verismo te hace apartar la mirada intentando esquivarla. No podía ser de otra forma en una historia cubierta de noche, traiciones y malabares para evitar ser descubiertos por la policía y respetados por el resto de jefes mafiosos que acaban inundando la escena dándole una globalidad y seriedad al drama que no hace más que sumar puntos. La triada chino-japonesa-coreana da mucho de sí, y todos y cada uno de los personajes que los representan tienen una construcción y presencia sólidas lo cual suma enormemente al resultado final.

Ji Chang Wook nos deja sin aliento

No sé como puedo seguir sorprendiéndome de las habilidades de este actor. Todo en él me gusta. Ver su nombre escrito en una producción es motivo más que suficiente para anotarla y no dejarla pasar. Pero nunca antes había disfrutado tanto con su presencia, y sobre todo con su nivel interpretativo como aquí. Ji Chang Wook infiltrado como Park Jun-Mo merece reconocimiento por un papel en el que no cae en los tópicos mientras se abre hueco en una banda criminal en la que tiene que probarse a si mismo continuamente.

Disfrutamos sobre todo de su actuación cuando la vida real de su personaje se encuentra frente a frente con la de infiltrado. En su rostro, pero sobre todo en su mirada se suceden una cascada de emociones que deben contenerse ¿Cómo se aguantan las lágrimas en situaciones insoportablemente tristes? ¿Deberá convertirse en uno de los monstruos que intenta atrapar para conseguir derribar el entramado mafioso que ha puesto en standby su vida?

Park Jun-Mo es un detective que tiene que probar su valía continuamente frente a la familia de su mujer. El guion habla a través de su relación familiar y matrimonial de las presiones sociales a las que muchos surcoreanos se enfrentan debido a unos estándares inalcanzables que crearían presión e inseguridades hasta en el más seguro de los individuos, pero mientras muestra esa lucha, nos enseña a un hombre con una brújula moral sólida y una gran empatía que le lleva a grandes dilemas morales mientras se encuentra infiltrado. Será difícil ver la línea entre el bien y el mal una vez tome el nombre de Kwon Seung Ho.

Wi Ha Joon ha venido para quedarse

Lo de Wi Ha Joon es un caso digno de estudio, ha conseguido hacerse con el panorama nacional en cuestión de un par de producciones. El actor ha sabido escoger sus cartas muy bien y ha conseguido estar al nivel de estrellas como Lee Dong Wook y Ji Chang Wook, saliendo beneficiado totalmente de las comparaciones que inevitablemente podían darse. Los registros que consigue enmarcar a lo largo de su puesta en escena rozan la perfección. Su personaje batalla continuamente con la persona que es y quien querría haber sido, todo ello mientras sobrevive día a día en un nido de víboras en el que él es el rey.

Las escenas de acción reflejan la violencia que corre por sus venas, pero no es una violencia gratuita, sino más bien atada a la mera supervivencia de quien cree que no hay mas camino que el que ha tomado a través de la fuerza, queriendo conseguir un puesto de valía y reconocimiento en una sociedad que lo dejó en la estacada, solo y sin recursos con los que salir adelante siendo adolescente.

Su línea de pensamiento es compleja, está llena de sombras y sentimientos encontrados que chocan con su forma de actuar. Cuando lo conocemos acabamos reconociendo a un personaje cariñoso y lleno de sueños que bajo otras circunstancias habría sido un ciudadano ejemplar, pero lo que tenemos es una bestia dispuesta a todo para hacerse un hueco en esa cúspide de poder social que tanto anhela.

Ellas, formidables

Lim Se-Mi y Bibi son las encargadas de interpretar a las mujeres protagonistas de esta historia. Sus papeles son diametralmente opuestos aportando un amplio espectro de comportamientos, diálogos y situaciones de vital importancia dentro del drama. Lim Se-Mi es la detective y esposa de Park Jun Mo, una mujer que en su intento por ayudar en la investigación de su marido acabará envuelta y transformada de forma irremediablemente trágica a causa de sus sentimientos pasados y presentes. No es este un papel sencillo, sobre todo porque el guion no le da la oportunidad de coger las riendas de su situación y decidir de forma clara sobre sus acciones e impacto en la trama. Aun así Lim Se-Mi entrega una interpretación muy sólida dejándonos momentos de enorme tensión en sus cara a cara con Wi Ha Joon y de enorme complicidad en los que comparte con Ji Chang Wook.

Por su parte Bibi es el gran descubrimiento de la serie a nivel actoral, la cantante, con solo 25 años se planta delante de la cámara y roba la escena con una presencia arrolladora. Sus primeros planos te seducen, siendo la joven capaz de transmitirnos cada uno de los cientos de matices de comportamiento de su personaje. Mientras da vida a Lee Hae-Ryeon nos convence de que era la persona adecuada para el papel mirada tras mirada y movimiento decidido tras movimiento decidido. El desparpajo y carisma que rebosa hace que el personaje cale y encuentre un lugar destacado hacia el final de la serie, sin romper con la dinámica ya establecida.

El reparto de secundarios está lleno de actores de renombre por lo que estarás gran parte de la primera parte de la serie sonriendo bobamente conforme vayas reconociéndolos mientras aparecen escena. Solo por mencionar algunos Im Sung-Jae, Ji Seung-Hyun o Yoon Kyung-Ho dando vida a polis y cacos de todas las formas y lealtades.

Técnicamente impecable, con una banda sonora tan potente como los golpes que se asestan sin fin a lo largo de toda la serie. Un vestuario y localizaciones, que engarzan al milímetro con los distintos ambientes por los que se mueve la serie, son el broche perfecto para una producción de la que te gustarán hasta los trajes resultones que los mafiosos usan con orgullo como uniforme. Desde los neones y luces de colores de los clubs que rige la banda de Gangnam hasta el maltrecho sótano donde la policía lleva a cabo su investigación lejos de ojos curiosos, la puesta en escena nos ayuda a cambiar de rol al ritmo que lo hace Park Jun Mo.

Hasta las escenas que se han quedado fuera del montaje principal son épicas. De ‘The Worst of Evil’ nos gusta hasta lo que no hemos visto, y de hecho, la imagen que acabas de ver de una de esas escenas que no acabaron en el montaje final. Esta es una de las pocas cosas que pueden recriminársele a la serie, porque nos perdemos conocer como era Park Jun-Mo en su puesto de trabajo antes de infiltrarse, quedándonos no solo algo huérfanas en cuanto a su trasfondo, sino también algo descolocadas en ese fragmento porque el montaje es extraño y algo forzado.

Por cierto, esta serie no es apta para personas que se encuentren intentando dejar de fumar o lo hayan hecho recientemente. Es impresionante la cantidad de cigarrillos que se encienden en cada uno de los episodios. Puede que la recreación de la atmósfera y la época validen su uso, pero junto con la también reciente ‘Doona!‘ tenemos la sensación de que se está haciendo demasiado presente volviéndose a romantizar e idealizar algo que creíamos ya superado.

Tráiler de ‘The worst of evil’

¿Nos encanta?
Overall
4.5
  • Banda Sonora
  • Interpretaciones
  • Guion
  • Originalidad
  • Edición y montaje
  • Fotografía
Sending
User Review
4 (1 vote)

Puntos fuertes

  • Las mejores y más brutales escenas de acción que hemos visto en Dramaland.
  • Una edición de sonido espectacular y envolvente.
  • Unas interpretaciones que te dejan sin aliento gracias a una creación de personajes sólida.

Otras series de este reparto son:

Las hermanas’, el valor de una tarta de cumpleaños (2022) | Netflix

If you wish upon me’, nieve en pleno verano (2022)

Dónde ver The Worst of Evil

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