'Gannibal', huye, si puedes (2022) | Disney+

Eso de que en Disney+ solo se encuentran series y películas amables para todos los públicos es una falsa realidad que la plataforma no para de desmontar a través de las producciones que últimamente produce o incorpora a su catálogo. Desde Japón llega ‘Gannibal‘, una serie con una primera temporada de siete episodios, a la espera de una segunda que debería salir en su país originario a finales de 2024, que te revuelve el estómago con su hilo conductor y te descompone el cuerpo con algunas de sus secuencias.

Tras causar un incidente, y con la esperanza de que la familia pase página del mismo, el agente de policía Daigo Agawa (Yûya Yagira) se muda con su familia a Kuge, un pueblo de campo en el que su anterior policía había desaparecido. Este pueblo subsiste gracias a la silvicultura y sus habitantes se ganan el pan con la leña del ciprés. La familia Goto está a cargo del trabajo y lidera gran parte del pueblo. Un día, encuentran el cuerpo de una señora en la montaña. Según los Goto, la atacó un oso, pero Daigo descubre en el brazo de la señora una mordedura humana.

‘Gannibal’ no es en si un terror de esos pavorosos que te hacen girar la cabeza o chillar del miedo, pero si ese tipo de terror que hace que te cueste conciliar el sueño si eres de los que se atreven a verla después de cenar. La premisa canibalísitica entorno a la que se monta es, como poco, atractiva. Este tema siempre llama nuestra atención. Quizá sea porque es algo tan contra natura que produce rechazo y repulsión en cuanto oímos hablar de ello. No hace mucho ‘La Sociedad de la nieve‘ volvía a traer el tema a la palestra audiovisual, aunque claro, las diferencias son abismales entre tramas y arcos narrativos.

¿Qué esperar de ‘Gannibal’?

Vas a esperarlo todo conforme pasen los episodios. Lo que pudiera parecer una historia rural relativalente tranquila con algunos tintes policiacos y de thriller torna oscura e inimaginable con cada día que el agente Daigo Agawa y su familia pasan en su nueva morada. El guion hila a la perfección las vidas de los tres ejes principales de la serie. La familia del agente, las gentes del pueblo y los Goto se ven entrelazadas irremediablemente. Todos sospecharán de todos y ninguno se sentirá tranquilo en una localidad en la que la verdad es escurridiza y nadie hace por sacarla a la luz.

A nivel estético la serie es sobresaliente. El pueblo consigue transmitir una doble energía que desconcierta de forma continua. Sus parajes y la mayor parte de sus habitantes son idílicos durante el día, pero al caer la noche, parece que todo se transforma y la sensación de peligro es palpable. La intensidad con la que ocurre la acción en los pocos episodios de esta primera temporada hace que no paren de ocurrir eventualidades para las que nuestro protagonista no está preparado, lo cual incrementa la tensión de la serie de forma exponencial conforme pasan los minutos.

Si algo te queda claro desde que se presenta al agente Daigo Agawa es que viene huyendo de un pasado complejo. Pronto nos damos cuenta de que no es el típico personaje arquetípico y eso hace que lo encasillemos en la categoría de antiheroe teniendo sentimientos encontrados con cada uno de sus gestos y decisiones. ¿Se mueve por los motivos correctos? ¿Sirve todo cuando se está investigando un caso? El uso de la violencia es continuo en la serie. Sus protagonistas no conocen las amenazas veladas, más bien las prefieren directas y acompañadas de golpes físicos.

El canibalismo es ese eje central con el que el protagonista se obsesiona, al igual que le pasara a los agentes que le antecedieron. La puesta en escena en este apartado es aterrador, no solo por la sangre, sino por toda la parafernalia que encontramos a su alrededor. Desde ritos funerarios hasta celebraciones folclóricas llevadas a cabo bajo el máximo secretismo se intercalan con celebraciones a la luz de la día, disfrazadas de patrimonio cultural, que nos ponen los pelos de punta.

Gran parte de culpa de que nos veamos muy marcados por la serie la tienen sus actores. El reparto está soberbio, pero cabe destacar además de la presencia de Yûya Yagira, la de Shô Kasamatsu, quien dirige a la familia de los Goto. La suya es una puesta en escena dual que infiere desconcierto y una sensación de seguridad aterradora que te mantiene al borde del asiento conforme más conoces al personaje.

Seguro que piensas al leer estas palabras, que el conjunto de la crítica es bastante ambiguo, pero te prometemos que es mejor así. ‘Gannibal’ es para verla conociendo de que va, pero sin saber mucho al respecto. Solo necesitas entrar en ella con una mentalidad abierta, sabiendo que el pueblo al que te mudarás durante siete horas oculta infinidad de crímenes que te tocará destapar episodio a episodio.