‘Dr. Brain’ es ese K-drama en el que todos ponemos nuestras esperanzas y elevadas expectativas y queda solo en serie normalita para ver a ratos, cuando te encuentras verdaderamente motivado. No encontrarás en ella una serie que devorar ávidamente ansiosa por saber que va a ocurrir en la historia o con nuestro protagonista. Toda una pena, porque la premisa de la que parte, se intuye e imagina, desde fuera, brutal, rompedora y sencillamente fascinante.
El brillante neurólogo Sewon (Lee Sun-Kyun) sufre una horrible tragedia personal. Desesperado por descubrir lo que le ocurrió a su familia, lleva a cabo ‘sincronizaciones cerebrales’ con los muertos para acceder a sus recuerdos en busca de pistas.
Todos esos adjetivos pueden usarse en ella, pero muy matizados. Podrás ponérselos a su fotografía y también a su quehacer técnico, pero tendrás que buscar otros menos glamurosos para hablar de su banda sonora, su guion y por ende sus interpretaciones. Da la sensación, ‘Dr. Brain’, de no haber encontrado un género definido cuando así lo presenta. La trama pronto se diluye en intentar discernir que es más importante, si adentrarnos en la psique humana o descubrir que leche está pasando en la vida de nuestro protagonista.
La importancia de un protagonista bien definido.
Algo clave en ‘Dr. Brain’, y que le hace ganar muchos puntos, es la presentación y puesta sobre la mesa de un personaje principal que está bien definido y, que, a su vez se presenta como definitivamente formado pero ampliamente maleable y adaptable. Sewon es un neurólogo que nunca ha sido capaz de procesar o mostrar emociones, aunque ningún problema tiene procesando información y creando complejas teorías que podrían hacer avanzar a la ciencia hasta lugares insospechados. Con unas altas capacidades consigue amoldarse a la vida en sociedad aprendiendo y forzando ciertas pautas y comportamientos, pero sin comprender, en realidad, la importancia y profundidad de los lazos emocionales que hacen que la Tierra no estalle en llamas.
Cuando guiado por su ego y necesidad imperiosa de mostrar que sus teorías son factibles, Sewon se adentrará en la mente de personas fallecidas recientemente para intentar extraer de ellas sus últimas vivencias o sentimientos. Su mundo, ese perfectamente lógico, se tambalea y acaba por desaparecer bajo sus pies cuando esas conexiones con otras mentes le hacen adquirir la capacidad de sentir y experimentar emociones de las que hasta ahora solo había escuchado hablar.
La pregunta ahora es, ¿Cómo gestiona alguien que nunca ha tenido sentimientos verse inundado por los de otras personas de la noche a la mañana? ¿Qué es real y que ensueño? ¿Sigue siendo él si ya en su conciencia no habita solo?
La trama lo es todo, pero cuando te enteras de ella.
La complejidad en la trama de ‘Dr. Brain’ viene dada por como se entrelazan memorias, ensoñaciones, alucinaciones, líneas temporales y por supuesto, personalidades dentro de un mismo personaje. Como espectadores nos cuesta mucho distinguir entre realidad y ficción, nos pasa casi como le ocurre a nuestro protagonista, Sewon (Lee Sun-Kyun). Y esta es una de las partes más dalinianas de la serie, pero a la vez la más coherente, pues nos hayamos explorando un mundo totalmente desconocido y el margen de maniobra es enormemente amplio.
La historia atrapa mucho por eso, porque las posibilidades son infinitas, pero cuando el surrealismo toma el control y la paranoia se apodera de la trama, una serie que quizá esperabas más técnica y ‘científica’ se cubre de un halo de caos y golpes de ‘pesadilla’ que bien podríamos poner a nombre de Lady Gaga. Ciertamente más oscura no puede volverse una serie. Hay por ello unos contrastes tremendos entre la calidez que destilan algunos personajes y sus memorias y el batiburrillo de vida que lleva nuestro protagonista.
La verdad es que todo lo que ocurre en ‘Dr. Brain’ es demasiado, en todos los sentidos. Es demasiada locura como para que nadie se cuestione nada. La policía aparece así como si nada y se presenta flácida y cómo sacada de una película del oeste o de una película de los S.W.A.T. donde todos disparan mucho antes de preguntar. Lo que debería haber sido una presentación seria de una investigación policial cuando crímenes serios tienen lugar aquí queda en paseos varios en coche, alguna que otra persecución y un ridículo detrás de otro pese al intento de colocar a una protagonista que le de seriedad al cuerpo.
Se va de las manos también la teoría conspiratoria/científica y cómo se muestra al espectador cuando se crean supervillanos sacados de cómic (sin segundas), para intentar transmitir la gran cantidad de matices y la enorme profundidad del tema que se plantea. Son seis episodios los que tenemos, y yo al menos no necesito más porque ya bastante han rizado el rizo.
Un rayo de sol
Lo que no decepciona, y no esperábamos menos, es su fotografía y color, de lo mejorcito del año. Como se refleja la luz de la ciudad en sus noches artificiales es magia para los sentidos. La lluvia cae sobre el asfalto y este se convierte en un espejo de brillos púrpuras y azules y quedas atrapada, aunque como todo lo bueno, no dura para siempre. La pulcritud y nitidez de la imagen no nos sorprende porque estamos acostumbrados a los productos de su director, y ya solo esperamos de él este nivel de calidad técnica. Para aquellos que se acercan por vez primera a una de sus obras, será un antes y un después cinematográfico o, mejor dicho, seriéfilo.
Ver ‘Dr. Brain’ es preguntarse, una vez has terminado el visionado la siguiente cuestión: ¿Cuáles son las consecuencias de jugar a ser Dios? Si dejas entrar en tu cerebro a otra conciencia, o si la invades, ¿Quién te asegura que no tomará el control? , y, no hablemos ya de la enorme invasión de privacidad, cuando lo único que nadie puede arrebatarte a día de hoy, tus pensamientos y memorias, pasan a estar como en un buffet, a disposición de quien tenga los medios para adentrarse en ellos. Este K-drama es pura ciencia ficción, pero ambos sabemos que realmente no estamos tan lejos de que pase a ser una realidad. ¿Será entonces cuando alcancemos la inmortalidad?
Tráiler de ‘Dr. Brain’
¿Nos encanta?
Overall
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Fotografía
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Guion
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Interpretaciones
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Banda Sonora
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Edición y montaje
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Originalidad
User Review
( votes)Puntos fuertes
- La mejor fotografía de Dramaland este 2021.
- Una historia que no cesa nunca, donde no hay respiro y menos paz mental.
- Rezuma calidad interpretativa, pero el guion no está a la altura.