Había muchas expectativas entre el fandom del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) ante el estreno de la primera serie de Marvel Studios para Disney+. Quizá por ello, los primeros episodios de Bruja Escarlata y Visión (WandaVision, 2021) descolocaron a más de uno. ¿Una serie en blanco y negro? ¿Con aspecto de sitcom de los 50 y 60? ¿Dónde estaban las peleas? ¿Y los villanos? Y, sobre todo, ¿qué le había pasado a Wanda Maximoff? Muchos interrogantes que con el paso de las semanas demostraron que Marvel Studios había apostado su estreno en el mundo de las series a una carta arriesgada pero estimulante.
El riesgo venía por partida doble. Originalmente Bruja Escarlata y Visión no iba a ser la primera serie que se estrenara en el catálogo de Disney+, sino The Falcon y el soldado de invierno, mucho más cercano a las historias y planteamientos de las pelis de superhéroes a las que estamos acostumbrados. La pandemia y los problemas en la producción de la serie de Sam y Bucky provocaron un cambio en el orden de emisión, y Wanda se convirtió en la primera en abrir el frente de la llamada fase 4 del universo Marvel. ¿Ha sido acertado? Nosotros pensamos que sí.
Aunque al principio pareciera que no, Bruja Escarlata y Visión es coherente con el universo de Marvel (tanto por historia como por esbozo de personajes). Es una serie de superhéroes pero es algo más que puro entretenimiento. Entretiene, sin duda, pero también emociona. Ahonda en sus personajes. Plantea arcos y conflictos que en las películas tan sólo quedaban sugeridos. Emociona y provoca que podamos empatizar con su protagonista. Y lo consigue gracias a un personaje y su historia personal, trascendiendo la trama de superhéroes.
Los superhéroes también lloran
Demos un paso atrás en la historia de Wanda. Este movimiento nos dará las claves del conflicto y final de la propia serie. La Bruja Escarlata ha perdido al que ha sido el amor de su vida, Visión (Paul Bettany), al final de los acontecimientos que se recrean en la película Vengadores: Endgame (Joe Russo, Anthony Russo, 2019). Pero no fue la primera pérdida. Siendo niña, fueron sus padres. Y, años después, su hermano Pietro. La vida de Wanda está marcada por el dolor y la pérdida. Nada de lo que ama permanece. Es difícil enfrentarse a tanta ausencia. Y, ¿qué hace ella? Compartimenta su dolor y recrea el mundo que la hizo feliz de niña: las sitcoms norteamericanas de los 50 y 60. Y así afronta su vida: haciéndose un universo a la medida, uno donde sus habitantes siempre sonríen y, si existen conflictos, éstos se resuelven y desembocan en un final feliz. Para ello, no le ha hecho falta más que utilizar sus poderes y «secuestrar» una ciudad real convirtiendo a sus habitantes en títeres.
En este sentido, Bruja Escarlata y Visión es, sobre todo en su primera mitad de temporada, un juego de piezas que el espectador debe armar para entender la big picture o trama global de la historia. Es uno de los aciertos de guion que atrapa el espectador y que ayudó a generar conversación en torno a los misterios de la serie durante su emisión. Pero el espectador que conozca el pasado y el contexto de Wanda podrá encontrar una historia totalmente distinta. Y eso es lo que convierte a la serie en una propuesta de mayor hondura.
La Bruja Escarlata y Visión propone un viaje hacia la mente de un personaje destruido y desquiciado por el dolor que no puede enfrentarse a la soledad y la ausencia. Su fórmula es una huida hacia el pasado imaginado. Ante el dolor, evasión. Ante la pérdida, refugio en un lugar feliz. ¿Quién no haría lo mismo en una situación similar a la de Wanda?
Gracias a esta propuesta la serie, más allá de la trama de misterio inicial, cobra una nueva dimensión en un segundo visionado. Lo que nos proponían los guionistas era entender la hondura del dolor de un personaje que al final de la serie se enfrenta a su soledad, y, al mismo tiempo, abraza definitivamente la locura y abre la puerta a otros universos con los que enmarañar aún más el juego de tramas enlazadas del UCM. Ahora entendemos mejor a Wanda. Su personaje cobra más profundidad y resulta mucho más interesante. Nos ha roto el corazón y no podremos volver a verla igual de nuevo. A pesar de que, siendo objetivos, es la verdadera villana de la historia.
Bruja Escarlata y Visión es una pequeña joya en el catálogo de Disney+, con un valor en sí misma más allá del universo en el que se inscribe. ¿Hace falta haber leído los cómics de Marvel para entenderla? No, aunque ayuda a disfrutar aún más de la premisa. ¿Si no te gustan los superhéroes merece la pena verla? Sí, definitivamente, sí. Hay que ser de una pasta muy dura para no emocionarse en algunos de los momentos de la serie: cuando Wanda rememora la ausencia de su hermano Pietro, cuando se despide de Visión o cuando mira el plano de la casa en el terreno donde tenían previsto construir su hogar.
Bruja Escarlata y Visión siempre apostó por el desarrollo psicológico de sus personajes y en esto es de agradecer a Marvel Studios que vaya más allá de la trama de superhéroes. En la serie Wanda no lucha contra un supervillano definitivo. Se enfrenta a algo más terrible: al dolor y al luto. Y, por ello, el viaje que proponen sus creadores merece aún más la pena.
Bonus track: el post-crédito de este post
No todo va a ser drama y seriedad. El canal de YouTube Screen Junkies publicó un honest trailer con mucho sentido del humor y mala baba, que os compartimos siguiendo la tradición de las escenas postcrédito de la propia serie. Recuerda, spoilers.