Netflix sigue haciéndolo. ‘The Crown’ es una de las series más completas que puedes ver ahora mismo en las originales de la plataforma. La serie comenzó a emitirse el 4 de noviembre de 2016 y lo hizo sin mucha expectación, aunque se espera coja ritmo con las temporadas que están por llegar ya que la serie se ha planteado para mostrar en cada temporada una década de la vida de la monarca inglesa que aún a día de hoy sigue asombrándonos por su vitalidad.
La historia de esta primera temporada por tanto se centra en la vida de Elizabeth Alexandra Mary, a quien todos conocemos por Isabel II, desde que a la corta edad de 25 años accediese al trono debido a la prematura muerte de su padre Jorge VI.
¿Dónde radica su éxito?
Sin lugar a dudas en lo cuidado de su ambientación y la interrelación entre sus personajes. La escenografía es mimada como en pocas. Vamos saltando de una ubicación a otra como si las conociésemos de primera mano, nunca nos perdemos en su grandiosidad a pesar de tratarse de lugares tan regios como Buckingham Palace o Clarence Residence. Es aquí donde se desarrollará gran parte de la acción junto a la residencia del primer ministro inglés, el número 10 de Downing Street. El vestuario es otra de las características que más nos ayuda a meternos en la época y a abstraernos con la serie. Todo está cuidado al más mínimo detalle, las calidades son excelentes y los diseños exquisitos. Nada que envidiar a las fotografías de la época. La encargada de vestuario ha sido la ya conocida por sus trabajos en ‘Juego de Tronos’ y ganadora de un Emmy, Michele Clapton. Juzguen ustedes mismos.
¿Qué personajes encontramos?
Como en toda buena serie que te engancha de verdad, los personajes son vitales. En ‘The Crown’ son algo más que meros retratos de personajes demasiado conocidos en la historia contemporánea. No solo el parecido físico es brutal, a lo que ayuda como hemos dicho, la ambientación y el vestuario. También destaca la profundidad que se le ha otorgado a cada una de las partes. Sus papeles son profundos y realistas (la serie es bastante certera, históricamente hablando). El elenco es variado y muy amplio, a pesar de centrarse en la vida de la reina, todos sus allegados juegan un papel fundamental, y por ello requieren una breve mención destacando sus aciertos y fallos.
Claire Foy como Isabel II – Tremenda la puesta en escena de la actriz, quien da vida a la reina como si llevase toda la vida haciéndolo. El rostro impasible, el silencio y el recato que la rodean hace que su presencia llene la pantalla. A pesar de ello, no perdemos la cercanía con esa figura que debía ser de todo menos humana. Son sus manos, su gesticulación y su mirada penetrante las que consiguen bajarla a la tierra. Todo gira en torno a ella y el peso del mundo ensombrece el alma de la persona mientras engrandece a la reina que todos necesitan sea, y Claire Foy, lo relata y realza de forma magistral en cada escena.
Matt Smith como el Duque de Edimburgo – De esos personajes que no tragas desde el primer momento. Una vida dificil de llevar en un segundo plano, al cual Matt Smith se acomoda a la perfección. Su sonrisa lo mismo te cautiva que te repulsa, cosas del guión, lo cual nos lleva a pensar en, cosas de la vida real. Ya que la precisión del relato nos deja perplejos más de una vez. ¿Ha sido así de cruel la vida llevada por la reina?
Vanessa Kirby como la Princesa Margaret – Quizá uno de los personajes más importantes de la serie a pesar de vivir en un segundo plano eterno. Esta temporada le permite brillar a ratos y Vanessa Kirby aprovecha cada instante para pasearse con elegancia y descaro frente a la cámara, dejándonos ver la fragilidad y descontento de su personaje en un ámbito de focos que no pretenden ensalzarla a ella.
John Lithgow como Winston Churchill – No podemos decir que John Lighgow sea el descubrimiento de la serie, porque, afortunados nosotros, fue descubierto hace mucho. Si tuviésemos que destacar un papel, sería el suyo. Un retrato apabullante de uno de los hombres más poderosos de la historia mas fresca. Su recuerdo marca cada libro de historia y política y queda magistralmente retratado en los últimos años de su vida en esta primera temporada. Un complejísimo personaje que es tratado desde la raíz. Su edad, ya avanzada y el humor, o falta de él, junto a un orgullo inviolable hace que la representación del personaje requiera una concentración e inmersión tremendas, lo cual, Lithgow borda.
Victoria Hamilton como la Reina Madre – En un papel de secundaria olvidada, Victoria Hamilton sorprende. Sus primeros planos a final de temporada se quedan en el recuerdo gracias a una interpretación honesta y mucho sentimiento que hace que nos acerquemos en cuestión de 30 segundos al personaje como si de la protagonista se tratase.
Harriet Walter como Clementine Churchill – No podíamos dejar fuera de este breve repaso a Harriet Walter, la única capaz de aportar color a un personaje que la historia ha obviado durante tantísimos años. Su retrato es muy necesario para poder acercarnos con relativa facilidad al papel de Winston Churchill tras la II Guerra Mundial, humaniza a su alrededor y te hace cómplice con su sonrisa y ternura.
Jared Harris como el Rey Jorge VI – Breve pero intenso, así es el papel de Jared Harris en la serie. No hace falta mencionar los muchos papeles que ha protagonizado para reconocer que era una apuesta segura y que su interpretación ayudaría a elevar el nivel general de la serie, la cual no concebiríamos sin su presencia.
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Resumen
Lo mejor: Los cuidados detalles de cada una de las escenas.
Lo peor: El escaso marco de acción.