¿Una robopilingui de trescientos pavos o trescientas robopilinguis de a dolar?
Matt Groening irrumpió en la pequeña pantalla de nuevo con otra serie sacada de la manga, pero que nos transportaba a un nuevo mundo. O mejor dicho, el mismo, pero en el futuro. Un pizzero que resultó congelado llamado Fry, que termina haciéndose el mejor amigo de un robot llamado Bender. Este robot es muy peculiar, y su ritmo de vida basado en alcohol, puros, prostitutas y alguna que otra droga que no recuerdo le llevan a concentrar los mejores momentos de una serie que sirvió como revitalizante animación en la parrilla de la televisión del momento.
Desde luego, algo tenía Bender que metía en su bolsillo a todo aquel que lo veía por primera vez ya sea con sus descabelladas aventuras o con las frases tan grandes que alguna vez suelta. El caso es que ‘Futurama’ nos lo presentó y, es por él en su mayor parte, por la cual la serie consiguió ser lo que es, y llegar al público de la manera que llegó.
-Bender: “Tras hojear su carta de vinos aguardentosos, he seleccionado Delicia del Vagabundo del 71, Chateau La Juerga del 57 y Sauvignon Melopea del 66.”
Camarero: “Exquisita elección señor.”
Bender: “Y… mezclémelos todos en una jarra grande.-Ahh, ¿no hay sitio para Bender, eh? Vale, me construiré mi propio módulo lunar, con casinos, y furcias. Es más, paso de la nave lunar… y de los casinos. ¡Al cuerno todo!
– ¿No te importa vivir con un humano?
Bender: No, siempre quise tener una mascota– La llevaré con orgullo y la empeñaré en cuanto pueda
Para acabar, os dejamos una recopilación de lo mejor que este robot nos ha dejado en pantalla: