No hay padre o madre que no haya escuchado (o sufrido, según se mire) alguna vez la canción de la Patrulla Canina. Al principio es simpática, pegadiza. Pero poco a poco se va convirtiendo en un taladro imposible de sacar de la cabeza. Que levante la mano quien no se haya encontrado a sí mismo entonando el «Ya está aquí, ya llegó, la patrulla can-in-aaaa«. Y el caso es que no hay escapatoria. Los más pequeños de la casa tienen a su alcance numerosas plataformas online donde dar rienda suelta a sus ansias de dibujos animados y en todas están las aventuras de estos perretes que ayudan al prójimo a la menor ocasión posible. Se trata de una serie que va por su octava temporada y que tiene a niños y niñas en edad preescolar e infantil totalmente subyugados. Y este año hay amenaza de película en verano: Paw Patrol: The Movie.
MagaZinema, cual patrulla seriéfila, acude al rescate y te cuenta lo que tienes que saber antes de poner por primera vez los episodios de Marshall, Chase, Rubble, Rocky, Zuma y Skye. Porque, recuerda. Una vez que la descubran… no hay vuelta atrás.
¿Qué es la Patulla Canina?
La Patrulla Canina es una serie de episodios cortos de unos 30 minutos de duración que cuenta las aventuras de un grupo de seis perros de diferentes razas que ayudan a su dueño, Ryder, un niño de diez años experto en tecnología, a resolver problemas y acudir al rescate de personas que lo necesitan. Las historias (misiones de rescate en general) están ambientadas en un lugar imaginario, Bahía Aventura, aunque a lo largo de las temporadas los escenarios se van ampliando, así como los personajes secundarios.
La idea fue de Keith Chapman y la produce el estudio canadiense Guru Studio. La serie se estrenó por primera vez en 2013 en la cadena estadounidense Nickelodeon y desde entonces se han emitido ocho temporadas.
¿Para qué edad está recomendada la Patrulla Canina?
Si puedes, evita que los pequeños de la casa se acerquen a las pantallas. Por más pequeños entendemos al menos de 0 a 2 años, etapa en la que van a estar mejor relacionándose con el mundo y, sobre todo, con sus padres y familiares cercanos. Así que, lo dicho. Nada de pantallas.
Si tu retoño ya pone más de dos deditos cuando le preguntas su edad y quieres que se inicie en el mundo de los dibujos, Pocoyó puede gustarles. Pero seguramente llegará de una forma u otra a La Patrulla Canina porque el mundo es así y nos atrae hacia los agujeros negros. Las edades en las que se vuelven auténticos fans de la Patrulla son de 3 a 5 años, etapa en la que no te quedará más remedio que suministrar al pequeño algún cuaderno, lapicero, peluche o cualquiera de las infinitas modalidades de su merchandising. Ya lo descubrirás, pero La Patrulla es una máquina de marketing imparable.
¿Por qué la Patrulla Canina es una adicción infantil?
Como todas las series orientadas al grupo de edad de entre 3-6 años, la historia plantea a un grupo de personajes con diferentes características, herramientas y capacidades que deben trabajar en grupo para resolver misiones, aventuras y enredos. Su humor es muy blanco y pensado para los más pequeños. Si eres un adulto, no esperes escenas con segundas lecturas como las que puedes encontrar en películas como Trolls, que pueden disfrutar tanto pequeños como mayores, sino historias muy inocentes y blancas que hacen las delicias de los enanos.
La Patrulla Canina siempre plantea una estructura muy parecida: hay una persona o animal en peligro que necesita ayuda. La Patrulla, instada por el niño Ryder, se reúne para recibir información sobre la misión, y Ryder selecciona a los perretes más capacitado para resolverla. Y los perros encantados de dejarlo todo para ayudar al prójimo.
En este sentido, los principales valores de la serie se encuentran en transmitir el ayudar a los demás y la importancia de la amistad, la camadería y el trabajo el grupo. El compromiso con las tareas, el valor de éstas, el reciclaje y la ecología, así como el respeto a la diferencia, son otros de los mensajes que se trabajan en los argumentos de la serie.
Hasta aquí, se supone que no hay nada nuevo bajo el sol. El planteamiento es muy parecido al de otras series animadas, pero, misteriosamente, La Patrulla Canina es la reina de la fiesta. ¿Por qué? Desentrañemos algunos recursos que enganchan a nuestros pequeños.
Hay perritos
Asumámoslo. Los perritos apasionan a los niños. Y los de la Patrulla hablan. Y conducen coches. Y son muy monos. ¿Hay algo más perfecto para un niño?
Personajes identificados con un color
La Patrulla tiene perritos y cada uno tiene un color. Para un niños es sencillo identificarse con uno de ellos y asociarlo a su color favorito. Y, si encima, cada personaje tiene unas herramientas y función específica, el nivel de identificación con cada uno de ellos se multiplica.
Canciones pegadizas
La canción que abre cada episodio es más pegadiza que las canciones de Georgie Dann (referencia boomer) o las de Bad Bunny (referencia algo más actual). Ya lo hemos advertido antes: nada más escuchar la sintonía tu cerebro queda atrapado en el soniquete y genera una respuesta positiva hacia lo que va a ver. No bajéis la guardia: hay otras canciones igual de pegadizas que vuestros pequeños exigirán en bucle, como la de Guau guau boogie.
Frases y escenas repetitivas
A los niños les encanta escuchar historias y, si se las saben previamente, mucho mejor. Los episodios de La Patrulla Canina tienen una estructura muy parecida y en ella se repiten secuencias y frases que hacen las delicias de los niños. Por ejemplo, cuando Ryder llama a los perritos al Centro de mando, la escena de la llegada y el proceso de vestir a los miembros de la patrulla con sus uniformes es siempre el mismo. Además, los personajes siempre repiten ciertas frases en momentos determinados. Por ejemplo, Ryder indica «No hay nada imposible para La Patrulla Canina» o Chase, el perro policía, indica: «¡Listos para entrar en acción, señor!» No seguimos porque sabemos que queréis descubrir más por vuestra cuenta.
Merchandising a cascoporro
¿Qué hay mejor que un episodio de la Patrulla llena de perritos? Un mundo lleno de cosas de la Patrulla. La maquinaria de Nickelodeon no descansa y los productos relacionados con la serie son inimaginables: peluches, juguetes, camisetas, sábanas, cuadernos para pintar, lápices… Una vez que estás dentro del mundo Patrulla, no sales.
Cosas muy muy sospechosas
Vale. La Patrulla Canina mola y a los niños les encanta. Pero, asumámoslo, si te sientas con los más pequeños a ver algún episodio (te recomendamos encarecidamente hacerlo ya que a ellos les gusta compartir con un adulto ese momento) hay cosas que te parecerán sospechosas. Algunas de ellas son:
- ¿Por qué los gatos son siempre los malos? En el universo Patrulla los Gatitos Catastróficos, las mascotas del alcalde Humdinger, son seres malignos que generan más de un problema. Fomentar el enfrentamiento entre perros y gatos debería revisionarse. Qué obsesión con los felinos malvados.
- ¿Por qué hay tan pocas chicas y sólo dos perritas? En el universo Patrulla Skye, junto a un personaje episódico, Everest, son la única representación femenina. Ryder tiene una amiga y la alcaldesa Goodway apareece de vez en cuando, pero son personajes secundarios. Esto nos recuerda al mundo Pitufos y nos parece que ya basta de estereotipos y desigualdad de género.
- ¿Quién cuida de Ryder y los perritos? Está claro que para los guionistas de la Patrulla y para los propios niños los adultos no tienen ninguna importancia. Más bien sobran. Ahora, ¿quién paga las facturas eléctricas del fabuloso Centro de Mando y el mantenimiento de los perros y sus vehículos? ¿Pasan la ITV? Eso es otra historia
- Mucha ecología… pero los vehículos de los perritos y el Patrullabús siguen siendo movidos por combustibles fósiles.
Valoración de Julia (4 años)
Hay perritos.
Hay aventuras y rescates.
Está Ryder y a mí me gustaría ser su ayudante.
Me gusta mucho.