El pasado 14 de julio fue emitido en BBC One el último capítulo de una miniserie creada, escrita y protagonizada por Michaela Coel. En España se está emitiendo actualmente en HBO y aún tendremos que esperar un poco para ver el desenlace.
La serie viene pisando fuerte, y no es para menos, en ella se narra la historia de Arabella, una joven escritora que consiguió su éxito a través de internet compartiendo su experiencia como millennial. Ahora tiene por delante el reto de escribir un libro para una editorial.
Aparentemente es una historia corriente, hasta que su vida se ve completamente alterada tras ser drogada y posteriormente agredida sexualmente por un desconocido en un pub de Londres. Arabella se despertará al día siguiente con una herida en la frente y con flashbacks borrosos de lo ocurrido la noche anterior.
La producción cuenta con 12 episodios de aproximadamente media hora cada uno en los que se tratan temas como las relaciones sexuales, el consentimiento, las redes sociales y el sufrimiento ante una agresión sexual.
No resulta descabellado pensar que sea firme candidata a ser el mejor drama del año, ya no solo por el tema central de la serie, sino porque, además, la perspectiva desde la que se aborda la agresión es novedosa y sobre todo inquietante.
La temática ya de por sí es bastante arriesgada e innovadora, no estamos acostumbrados a ver producciones en las que el tópico principal sea el consentimiento y las agresiones sexuales. Esta serie indaga en estos aspectos de las relaciones, y pone sobre la mesa el debate de dónde se encuentra la línea entre una relación sexual consentida y una agresión. La originalidad de la serie reside en cómo se abordan dichos problemas.
De hecho, la violación y el proceso de denuncia e investigación no son el eje principal de la serie, lo que vemos y especialmente percibimos son los sentimientos a los que se enfrenta Arabella ante tal aberrante situación. Pero no solo eso, en una época de liberación sexual, de redes sociales, relaciones de una noche y apps para ligar, Michaela Coel nos pone al límite y nos hace cuestionarnos hasta dónde son moralmente correctas nuestras acciones.
Es difícil mantenerse impasible mientras la serie va transcurriendo, la lucha continua por sobrevivir y seguir adelante, te dejará sin respiración en más de una ocasión. Es a momentos incluso asfixiante, tal es el extremismo al que te llevan los protagonistas que el shock por parte del espectador es inevitable.
Asistimos a un proceso de cura, que como bien se retrata, es doloroso y a veces frustrante. La sociedad no está preparada para ayudar a personas a superar tal crimen, y por eso, es difícil divisar qué es lo que va a pasar a continuación, no tenemos patrones, ni precedentes que nos ayuden a entender dónde se encuentra Arabella en cada momento.
Resulta difícil seguirle el ritmo a la protagonista, sus ansias por superar el trauma son tan grandes que por momentos resulta hasta irritante. Arabella no busca la aprobación, busca salir adelante. Asistiremos con ella a debates internos de si verdaderamente merece sentir lo que siente o está sobreactuando, se preguntará si es culpable o si hizo algo mal.
No podemos culparla por tener tales debates internos, cuando vemos continuamente la victimización del agresor y el enterramiento público de la víctima.
Quizá el éxito del relato consista precisamente en que no busca ser correcto, sino todo lo contrario, busca romper lo establecido. No se busca empatizar, se busca cuestionar y por eso los personajes son tan controvertidos, todos tienen sus demonios y todos han jugado con el límite del bien y el mal.
Arabella no es un personaje con el que empatices continuamente, pero como todo en esta serie, lo que consigue es que no te quedes meramente observando, sino que tomes partido y tengas que preguntarte si lo que está haciendo está es lo correcto o no.
No solo Arabella nos llevará al límite, ¿Se pueden cometer un delito sexual y volver al buen camino? ¿merece la destrucción pública una persona que jugó con el consentimiento en una relación? Son preguntas que la serie nos plantea, pero que no nos responde.
Lo que hace es darte argumentos para que tú saques tus propias conclusiones. Una vez más, se nos pone una delgada línea y está en nuestra mano posicionarnos a un lado u otro. Incluso, en el transcurso de la serie, veremos presente en más de una ocasión la simbología de los límites y las barreras entre un lado y otro.
El entramado de la historia es, en mi opinión, complejo, pero muy bien hilado para que todo en esta serie te genere malestar. Como bien dice el título de la historia ‘Podría destruirte’ y efectivamente lo hace, la serie rompe barreras, nos destruye los dogmas de fe preestablecidos por la sociedad y nos ayuda a hacernos preguntas y replantearnos lo que hay actualmente instaurado sobre un tema aun tabú para mucha gente.
Es una serie de obligado visionado, de las que darán que hablar. El punto fuerte sin duda es la controversia, todo es confuso y ambiguo. Las redes sociales juegan un papel crucial en la historia y todos los problemas aquí tratados son actuales y de los que todavía queda mucho que decir de ellos. Es una historia del mundo contemporáneo y todo en ella es de una belleza y una intensidad aplastante.
Tráiler
¿Pasa el corte?
Overall
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Originalidad
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Interpretaciones
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Guion
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Edición y montaje
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Fotografía
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Banda Sonora
User Review
( votes)Puntos fuertes
- La controversia y ambigüedad de la historia.
- La interpretación hipnótica de Michaela Coel