Tres jóvenes residentes y un forense que se ven obligados a tomar las riendas de un Hospital de París cuando una cuarentena indefinida deja sin médicos a la plantilla de medicina interna del centro.
No hay nada mejor que saber lo que se hace. Esto se nota y mucho en esta serie de ocho episodios escrita y dirigida por el antes médico y ahora cineasta Thomas Lilti.
Esta condición ha sido ampliamente usada en sus previas creaciones, no olvidemos la cinta homónima de 2014, mismo hospital, mismas enfermeras, diferentes médicos que volvía a bucear en un mundo, el de la medicina que tenemos demasiado idealizado en parte gracias a las producciones americanas.
Si de verdad te llaman la atención los dramas médicos y quieres ver uno de los de verdad, de los que muestran el sistema al borde del colapso, las guardias sin fin, el cansancio acumulado y paredes resquebrajadas de colores apagados que hace años no se pintan, estás de suerte, puedes verla en Filmin.
‘Hipócrates’ no se anda con rodeos. Nada más empezar nos empuja de lleno a una vorágina de estrés y caos. Tal y como les ocurre a nuestros protagonistas Alyson Leveque, Hugo Wagner, Cloé Antovska y Arben Bascha, nos vemos superados y totalmente inmersos, y sin quererlo, estamos conviviendo con ellos.
Los dos primeros, Alyson y Hugo, residentes de primer año no pueden estar más verdes, Cloé sobrevive, a duras penas, siendo la residente más veterana y Arben, un forense que hacía años no trabaja con cuerpos que aún respiran, se ven en la tesitura de tener que organizar todo un servicio de medicina interna en un hospital de una gran ciudad.
Desde primera hora se muestra la falta de recursos y cómo sus trabajadores, intentan apagar fuegos conforme aparecen, ni muchísimo menos la imagen ideal que tenemos, ¿verdad?
Las carreras por los pasillos no cesan. Vemos el dinamismo y las relaciones, no solo entre pacientes y doctores, como suele ocurrir, sino entre médicos y enfermeras, y sobre todo entre médicos de una especialidad y otra.
Los recursos son escasos y el papeleo infinito. Se muestra de forma directa, llena de estrés y sin tapujos las relaciones personales entre profesionales, mientras que se guarda hueco para humanizarlos, mostrándonos sus relaciones personales, sus miedos y anhelos.
Ahí es quizá donde más destaca ‘Hipócrates‘, en que no es una serie médica al uso, de caso por caso a lo ‘The Good Doctor‘ o de cotilleo infinito como ‘Anatomía de Grey’. Aquí hay tiempo para todo, porque el guion es equilibrado y la sucesión de acontecimientos sabe aprovechar los altos y bajos rítmicos que necesitamos para sobrevivir a 24 horas bajo presión.
Hay tiempo en solo ocho episodios para mostrar las dinámicas de grupo, cómo consiguen llevar el día a día en un trabajo emocionalmente complejo. Vemos gotitas de realidad como el comedor, donde está terminantemente prohibido hablar de medicina.
Pero si algo debemos destacar por encima de todo es el cuidado y énfasis que Thomas Lilti pone al grabar al cuerpo de enfermería. Ya era hora de que fuesen clave en la trama y apareciesen con voz propia y presencia en pantalla. Vemos como guían a los pacientes e incluso a los novatos médicos. Explican los procedimientos y cuidan, apartan el miedo con tacto y eso es probablemente lo mejor que veas en ‘Hipócrates’.
Los personajes, todos ellos, están cuidados con esmero, y en muchas ocasiones son tan cercanos que pareciera llevan con nosotros una vida entera. Las interpretaciones son muy creíbles, en parte gracias a la presentación de imperfecciones en cada uno de ellos desde el primer minuto. Se les humaniza, no hay genios de la medicina, sino profesionales dando todo lo que tienen.
Y por supuesto no podemos irnos sin mencionar uno de los temas en torno a los que pivota toda la trama, el cuidado de pacientes que están realizando el cambio de género y que aporta al guion el extra de calidad gracias a unas conversaciones honestas y profundas sobre el miedo a regresar a la sociedad y a aceptar tu propia realidad.
El hecho de que sus tratamientos y problemáticas médicas se traten como principales, normalizan y ponen de relieve casos médicos que no suelen mostrarse en pantalla.
Cómo puedes ver, esta serie de factura francesa te ofrece mucho más de lo que parece a primera vista. Vuelan los episodios, no cansa nunca, mientras te muestra otra forma de hacer series sobre medicina.
El día 11 de agosto se estrena en Filmin
Tráiler VO
¿Pasa el corte?
Overall
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Originalidad
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Interpretaciones
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Guion
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Fotografía
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Banda Sonora
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Edición y montaje
User Review
( vote)Puntos fuertes
- Realismo dramático acertado
- Personajes tridimensionales
- Buen guion y montaje