Pedro “El Grasa” (Kike Pérez) es un conflictivo delincuente que lleva una caótica vida: fuma, bebe, se droga y come demasiado, teniendo en cuenta su sobrepeso. Un día, como era de esperar, su cuerpo le da un susto y Pedro sufre un infarto. Contra todo pronóstico, sobrevive, pero en adelante deberá llevar siempre un pulsómetro y cambiar de costumbres si quiere seguir con vida. El destino le llevará a unas singulares clases de pilates que transformarán radicalmente su existencia.
David Sainz ha creado ‘Grasa’. Larga vida a este canario afincado en Andalucía, puesto que esa creativa cabeza vuelve, por enésima vez, a regalarnos una serie que posee todos los puntos fuertes que debiera poseer para ser una producción que nos divierta, entretenga y, quizás lo más importante para una serie, deje con ganas de más. La trama es bien sencilla: Pedro «El Grasa» tiene que dejar su vida de excesos y pasar a una más saludable por problemas de salud, pero es que no es en las tramas donde David Sainz nos deja boquiabiertos; es en los personajes.
Pedro «El Grasa» está interpretado por Kike Pérez. Éste actor y cómico canario interpreta a un personaje que le viene como anillo al dedo, razón por la cual la mente de David creó al mismo para él. Su actitud en la interpretación y la manera de marcar en cámara su presencia hacen que sea, obviamente, el gran atractivo de una serie que tiene mucho que contarnos y que lo hace bajo una batuta que tiene algo muy, pero que muy bueno: sabe lo que quiere.
Como debe ser.
Cuando algo funciona, no hay que cambiarlo, y David Sainz ha añadido a Kike Pérez (y menos mal) en esta aventura, pero sigue contando con los miembros de Diffferent que han hecho de todo lo que han tocado algo maravilloso: Antonio Velázquez, Javi Lería, Teresa Segura… cuenta de nuevo con Antonio Dechent, aparecen Pablo Nicasso y Diego Villalba… en definitiva: los suyos sabiendo como hacer lo suyo.
Estas interpretaciones me siguen pareciendo lo más importante y a tener en cuenta de la serie. Es una serie más dramática, sin perder el humor, que lo que David Sainz nos tiene acostumbrados, pero ‘Grasa’ sigue manteniendo un aura maravillosa que alimenta casi todos los sentidos que se quieren mantener. Las imágenes y la dualidad son latentes y nos dejan disfrutar de unos episodios de 30 minutos que nos llevan por casi todas las sensaciones que queremos sentir. Ese estilo barrio y esa forma de pasar de una escena a la otra manteniendo la sensación que te dejó la anterior y, en vez de dividir, sumar sensaciones me resulta tan complicada que me fascina.
Larga vida.
Hay diversos momentos durante la serie que se marcan muy seriamente en la trama y el metraje de la misma: el cambio de barrio nos hace transitar por la distinción de clases; las taquicardias del protagonista nos «traduce» la dificultad de lo que está haciendo; el miedo a que sus amigos de siempre la líen nos lleva a pensar en los diferentes ámbitos y el comportamientos de las personas dentro de cada uno de ellos…
Sea como fuere, la serie es divertida, cómica y seria a la vez y con una maestría en su dirección muy notable. La fotografía y las interpretaciones no dejan de sorprender y nos muestran una forma de ser realizadas muy madura y directa. Ya lo dije en mi crítica de ‘Obra 67’, David Sainz debería de tener muchísimas puertas más abiertas de las que tiene, pero sea como fuere, sigue trabajando y sorprendiéndonos para bien.
Larga vida a Diffferent, olé por la valentía de Playz para seguir dando ejercicios de calidad al público y larguísima salud mental y creativa a David Sainz.
¿Pasa el corte?
Overall
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Originalidad
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Montaje y edición
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Fotografía
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Música
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Guion
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Interpretaciones
¿Lo mejor?
- Kike Pérez. El personaje está creado al «dedillo».
- No paras de sonreir… esa sonrisilla tonta en todo momento en la cara.
- Sigue teniendo ese toque de magia canaria que le imprime David Sainz a todo.