‘Shopping King Louie’ es el nombre en inglés por el que se conoce al K-drama ‘El Rey de las Compras, Louie’. Como siempre, uno no debe dejarse guiar por los títulos o pósters porque de ser así, en Dramaland, no veríamos nada. Esta serie es el abrazo cálido que siempre necesitas después de un drama de esos que te dejan roto con su verismo y sencillo pero cruel acaecer de la vida, y quizá por eso se queda contigo con tan buen recuerdo.
Kang Ji Sung (Seo In Guk) también conocido como Louie, es un joven surcoreano que vive en Francia y es heredero de una familia millonaria. El esta acostumbrado a comprar objetos lujosos y caros para llenar el vacío de no tener padres, de esta forma el es apodado por sus cercanos y familiares como El rey de las compras. No obstante, debe regresar a Seúl debido a las complicaciones de salud de su abuela y en el viaje de regreso sufre un misterioso accidente automovilístico que provoca que pierda la memoria. En medio de no saber donde está, conoce a Go Bok Shil (Nam Ji Hyun), una joven mujer energética y amable que viene de las montañas de la provincia de Gangwon en busca de Go Bok Nam (Ryoo Ui Hyun), su hermano perdido tras la muerte de su abuela.
Louie es el rey del estilo, que bien compra, todo le cae bien, y hasta la cosa más horrorosa parece tener un halo de estilo y elegancia en él. Lo suyo es un don y bien sabemos que el dinero no da la felicidad, pero desde luego a el le ayuda a pasar las horas cómodamente. Por el contrario, Bok Shil nunca ha tenido una vida fácil o cómoda, por no tener no ha tenido ni frigorífico, por eso, cuando sus caminos se crucen, sus vidas se pondrán patas arriba.
Jóvenes de mundos opuestos que una vez coincidan ya nunca podrán separarse. ‘El Rey de las Compras, Louie’ es un romance épico, porque todos los romances de Dramaland lo son, y nos encantan por ello. Pero este K-drama le añade el crecer y aprender junto a otra persona, el salto de fe de cuidar y confiar en un extraño que acabará siendo tu mundo, y viceversa. Hay una conexión instantánea, y aunque pudiera parecer que es una relación total de dependencia por parte de Louie, que algunos incluso llamarían tóxica, en absoluto tiene ese fondo. ‘El Rey de las Compras, Louie’ es capaz de dejarnos ver que todos necesitamos a alguien, que a veces, solo necesitamos un hombro sobre el que apoyarnos, y que mientras estemos intentando mejorar, nuestros fallos, no tienen que pesarnos.
Una de pérdida de memoria, por favor
La pérdida de memoria es uno de los clichés más utilizados en la industria, da demasiado juego como para no utilizarlo. Por supuesto, ese juego sube de nivel cuando quien pierde la memoria es un joven multimillonario sobreprotegido deseando de conocer mundo. Solo con esto ya sabes que vas a tener risas, todas las que quieras, y unas pocas más, aunque claro, nosotras nos reímos porque vemos el marrón desde fuera, pero quizá no sería tan divertido si estuviésemos en la posición de Bok Shil y nos diésemos cuenta de que la persona que hemos acogido ni siquiera sabe fregar los platos. Eso es como respirar, por mucha memoria que pierdas hay básicos de supervivencia que deberían quedar ahí de fondo.
Como esta, infinidad de situaciones más que aportan ligereza y mucha diversión al visionado, ya sea por lo extravagante, cómico o surrealista de las situaciones que se dan. Pero, si no te quedas en la superficie, y te adentras un poco más en los personajes, su historia, y te planteas como se sienten, reconoces, rápidamente, un guion y una serie mucho más sólida y seria de lo que a primera vista refleja.
‘El Rey de las Compras, Louie’ tiene candidez e inocencia para dar y regalar. Sus protagonistas pueden no coincidir en nada más, pero si en eso. Son almas bondadosas que coinciden en los momentos más difíciles de sus vidas. No tienen nada, pero lo comparten todo, y así se dan cuenta de que al menos se tienen el uno al otro. Una relación que realza la dignidad del trabajo, el esfuerzo por continuar después de duros golpes que tumbarían al más entero de los humanos, poniendo de relieve la capacidad de dar sin esperar nada a cambio.
Bok Shil rescata a Louie cuando, tirado en la calle, es invisible para el sistema y una comunidad que lo obvia y abandona a su suerte por presentar un aspecto ajado y sucio. Un hombre que ni siquiera tiene nombre. Louie es, literalmente, como un cachorrillo que necesita ser protegido y aprenderlo todo y, que a un mismo tiempo, bulle en su interior con preguntas sobre si mismo para las que no tiene respuesta. Sin casi darnos cuenta se nos lanza a un pozo de emociones imposibles que no esperábamos encontrar cuando empezamos a ver el primer episodio. Juntos crean una nueva vida, intentando recordar y aferrarse al pasado, pero no cayendo en un pozo de miseria o lamento. ‘El Rey de las Compras, Louie’ es un canto a valorar la felicidad presente.
Para la guerra, gente
Por supuesto, este título para el párrafo es sencillamente una frase hecha. En ‘El Rey de las Compras, Louie’ la única batalla que se lucha es la de Bok Shil intentando que Louie deje de comprar compulsivamente dilapidando con ello los pocos ingresos que consiguen. Pero si es cierto que los humanos que les acompañan en este K-drama son esenciales para dar forma a la historia global.
Dentro de ese género romántico y cómico con el que se presenta gran parte de la trama necesitamos personajes secundarios que ocupen los puestos clave de: Kim Ho-Joon (Eom Hyo-Seop), el mayordomo que ha criado al chico rico desde la infancia, Cha Joong-Won, el jefe estrafalario, algo gruñón pero infinitamente cariñoso y atento que da una oportunidad a la protagonista de crecer, porque es capaz de reconocer el talento innato y el esfuerzo, llevado a pantalla por Yoon Sang-Hyun; Jo In-Sung, el vecino, vividor, que pasará sus días con Louie, viendo correr las horas, hablando de la vida y haciendo cosas varias, ninguna de ellas productiva y, por supuesto, un detective, Nam Joon-Hyuk, sabedor de sus puntos fuertes que ayudará desinteresadamente a Bok Shil y Louie mientras buscan a su hermano e intentan averiguar quien es la familia de Louie.
Una azotea es todo lo que necesitas
El hogar de los dos personajes se transforma como lo hacen sus vidas, poco a poco. La habitación en la azotea será el hogar que creen juntos, donde sus nuevos recuerdos y experiencias tengan lugar. Un sitio sencillo que deslumbra por su ubicación. La serie está grabada en Boncheon Hillstate, uno de esos barrios que recuerdan a ‘Just Between Lovers‘ y ‘My ahsjussi‘. Barrios de clase trabajadora, llenos de calles sinuosas e infinitas escaleras que parecen llegar al cielo.
Su localización permite al director Lee Sang-Yeob presentar un juego de cámaras áreas que nos asombran por lo mágico de sus perspectivas y encuadres. Técnicamente sorprende mucho en este aspecto, porque por el tipo de serie no esperamos grandilocuencias ni efectos especiales de esos que te dejan con la boca abierta, tampoco los necesitamos porque consigue sorprender con el buen hacer estilístico dentro de su sobriedad y sencillez.
Te van a encantar las escenas grabadas mientras caminan sin rumbo, las cuidadas y únicas localizaciones que te introducen en el corazón de Corea y que te llevan de paseo a través de callejones abarrotados, por playas de arena fina y preciosos puentes de fondo como el de Gwangandaegyo que encontramos en Gwangalliy o por la isla de Dongbaek en Busán. La felicidad de unos personajes que consiguen tomar una bocanada de aire fresco mientras, aunque solo sea por un momento, olvidan lo duras que son sus vidas, se contagia al espectador en estos paseos gracias, en parte, a una banda sonora que suena alegre, vívida y muy variada, dándonos sorpresas con temas muy conocidos y descubriéndonos otros artistas que se vuelven imprescindibles en nuestra lista de Spotify.
Los gags cómicos y los retoques externos de edición tanto en sonido como en imagen para recalcar los momentos divertidos y graciosos será uno de los rasgos esenciales sin los que no podrás pasar una vez te acostumbres a ellos. El guion, a pesar de estar cubierto de clichés, es ameno y entretenido, y al estar llevado a escena por un gran conjunto de actores, coge cuerpo y se presenta como una apuesta sólida que te gustará mucho.
Si necesitas una serie optimista con la que alegrar tu semana, ponte ‘El Rey de las Compras, Louie’ vas a estar sonriendo de oreja a oreja mientras corra el metraje. Sabes que siempre hay tiempo en tu vida para disfrutar la historia de amor entre un chaebol y una joven de pueblo en la que además hay hueco para investigaciones policiales, intrigas familiares y mucha comedia. Porque a veces solo te apetece disfrutar de una historia bonita y aquí podrás hacerlo sin sentirte culpable.
Tráiler de ‘El rey de las compras, Louie’
¿Nos encanta?
Overall
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Fotografía
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Originalidad
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Banda Sonora
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Interpretaciones
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Guion
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Edición y montaje