'Duty After School', de la noche a la mañana (2023)

‘Duty After School’ engancha, atrapa y sorprende con cada giro argumental, pero sobre todo deslumbra por el desarrollo emocional y psicológico de sus personajes. Podemos decir, sin equivocarnos, que Studio Dragon ha vuelto a traernos la que será una de las series surcoreanas de este año. Una vez comiences y dejes atrás un episodio inicial en el que se presenta un mundo al que pocas horas de «normalidad» le quedan, ya no habrá vuelta atrás, será una lucha continua por la supervivencia.

Todos los estudiantes del país son llamados a filas para luchar contra objetos no identificados justo antes de que tengan lugar los CSAT (pruebas de acceso a la universidad), ¿Cómo conseguirá el gobierno que se unan al ejército? Dándoles puntos extra para ese soñado acceso a la universidad.

Fascinante como todo puede cambiar en un instante. La vida de un grupo de estudiantes que dejan de ser adolescentes para pasar a ser considerados soldados sin apenas entrenamiento nos choca tanto como verlos llevar armas de fuego y uniforme escolar. Esta es una adaptación de webtoon bien llevada a pantalla. Todo salvo el cierre de la serie mantiene la esencia de la obra original y ambas te atraparán de igual manera.

El aplastante peso del mundo recae sobre los hombros de jóvenes inmaduros que en pocos episodios se ven cambiando radicalmente para siempre. ‘Duty after school’ está llena de adaptación a una nueva realidad, aceptación de unos roles que jamás ninguno de los protagonistas se vería adoptando y el despertar y descubrir de unas habilidades físicas y una entereza mental que nadie sabía que tenían.

¿Qué aporta nuevo este survival?

Todo y nada, esa es la realidad. Todo porque es fresco. Va mucho más allá de esas series post apocalípticas en las que adolescentes varios se encuentran con un marrón para el que no tienen herramientas algunas. Aquí se muestra claramente como la sociedad surcoreana vive obsesionada por y para el acceso a la universidad en el primer cuarto de su vida. Y esa forma de vida casi tan devastadora como un conflicto armado, aunque mucho más silenciosa.

Uno de los puntos que más juegan a favor con este K-drama es la representación y realismo a nivel de comportamiento de sus protagonistas. Son infantiles, vanidosos, inmaduros, tontorrones, soñadores… en definitiva, adolescentes. Su felicidad reside en torno a la publicación de un nuevo Webtoon, el ansiado mensaje de la persona de la que andan enamorados o la nueva línea cosmética que acaba de caer en sus manos. Para colmo, el mundo gira a su alrededor, es así como sabemos que el ecosistema que es un aula de instituto está fielmente reflejado en el guion del drama.

Desde la chica inalcanzable, los más estudiosos y centrados, los gamberros y los macarras, que no, no son los mismos; los que pasan de todo; los más responsables y callados y los que parece no están ahí pero podrían escribir una crónica detallada de cada día en el aula. El guion es acertado en su descripción de la vida en el aula y eso la hace inmejorable en unos diálogos entre iguales, así como con profesores y militares, que resulta fresca e hilarante, sobre todo en la primera parte de la serie. Pero, todo eso sale por la ventana y nuestras carcajadas riéndonos de los personajes, y probablemente de nosotras mismas mientras nos vemos reflejadas en alguno de los personajes, torna en golpes de realidad continuos que los hacen crecer a marchas forzadas y a nosotras darnos cuenta de que esta serie va a tener mucho sobre lo que reflexionar.

Y aunque no hay nada nuevo bajo este sol que baña esferas alienígenas, la preparación de las escenas de batalla, que son campales y ocurren en plena ciudad, así como el detalle de todas las puestas en escena y las localizaciones cuidadas, hacen que, en conjunto con unos efectos especiales casi imperceptibles, lo cual aumenta la sensación de verismo hasta altas cotas, nos encontremos con una serie de ficción de muy buena factura, que repetiríamos con gusto.

Hay toques estéticos y recursos de cámara aéreas que nos hacen movernos con rapidez y fluidez por una ciudad que se ha convertido en un erial sin vida, pero es realmente la incorporación de grabaciones caseras a modo de diario militar que nos permiten conocer las inquietudes y trasfondo de los protagonistas mientras nos desvían durante unos minutos de la acción central, dando margen para coger resuello entre tanta intensidad, el recurso que más capta nuestra atención.

Prepárate para monstruos que llenan la pantalla, heridas y miembros descuartizados, gritos de dolor y miedo trasvasar la pantalla. ‘Duty after school’ no se anda con remilgos, dándonos una serie trágica y acorde a la realidad en la que nos invita a pasar el tiempo. ¿Cómo afecta a los protagonistas tanto dolor y pérdida? ¿Serán capaces de sobrevivir a esta invasión alienígena? Solo queda darle al play en Viki y disfrutar de ella.