La historia de un primer amor que a pesar de las adversidades podría permanecer intacto, y también de segundas oportunidades, esas que creías no necesitabas pero que cambian tu presente cuando se aparecen frente a ti sin avisar.
Han pasado veinte años. Yoon Ji Soo (Lee Bo Young) vive una vida llena de dificultades y tormentos pero se mantiene fiel a aquello que aprendió de joven. Un día Han Jae Hyun (Yoo Ji Tae) regresa a su vida y ambos se dan cuenta de que aquel tiempo que pasaron juntos sigue tan marcado en su ser como el primer día.
‘Cuando florece mi amor’ es uno de esos K-dramas que sorprenden. Lo hace porque presenta una historia con muchos matices y nada simplona. Es cierto que pivota en torno a lo mismo de siempre, una pareja que estaba destinada a encontrarse, pero mientras narra esta historia y nos hace pensar sobre qué les deparará el futuro se nos va presentando cómo es su realidad presente y cómo fue su pasado.
Al mostrar su pasado de la forma en que lo hace la serie cobra sentido. Sin esa intrahistoria jamás disfrutaríamos de ‘Cuando florece mi amor’ de la misma manera. Hay una delicadeza especial en la representación de sus primeros años juntos.
Tanto la actriz Jun So Nee haciendo de Yoon Ji Soo, como Park Jin Young en el papel de Han Jae Hyun nos atrapan y enamoran. Sus personalidades son tan diferentes y a la vez parecidas que no puedes sacudirte la sensación de predestinación de encima. Pero el destino nunca lo pone fácil. Pronto el personaje de Yoon Ji Soo se verá golpeado por la tragedia, una muy similar a la que vemos en ‘Just Between Lovers’, y la relación que parecía duraría una vida entera se rompe.
Mientras pasan los episodios en el presente vamos descubriendo, año a año y a veces estación tras estación cómo evoluciona su relación, qué aprenden el uno del otro y cómo se ayudan a sobrevivir, incluso cuando nadie más espera nada de ellos.
La fotografía y la banda sonora son claves en estas escenas. El color que se da al metraje nos transporta de lleno a comienzos de los noventa, y mientras los jóvenes personajes luchan contra las injusticias del sistema y viven la vida universitaria idealizada que solo en los veinte pueden vivirse muestran las desigualdades sociales que empañaron aquella época.
La música juega un papel decisivo, no solo porque Yoon Ji Soo se encuentra estudiando piano y será su forma de ganarse la vida en el futuro, sino porque les una de las pasiones que compartirá con Han Jae Hyun y será una forma más de comunicación entre ellos.
Será así como Han Jae Hyun reconozca a Yoon Ji Soo tras veinte años. Mientras la escucha tocar el piano en el hall de un hotel. Y a partir de ese momento nada volverá a ser igual. Ese joven luchador y combativo que buscaba el bien social y que hacía tanto tiempo había desaparecido regresa de golpe a su mente haciéndole cuestionarse cómo ha vivido su vida hasta la fecha.
Han Jae Hyun (Yoo Ji Tae) ronda los 40 años y se ha convertido en algo que nunca quiso ser, un ambicioso y exitoso hombre de negocios que atropella a quien sea necesario si eso supone sobrevivir a la sombra del padre de su esposa, un empresario con un desdén total por la vida ajena.
Han Jae Hyun solo busca vengar a su padre, averiguar la verdad tras su fallecimiento creyendo que con ello por fin encontrará la paz y a ese muchacho que una vez fue. Por su parte, Ji Soo (Lee Bo Young) es una madre soltera, con un trabajo precario que solo piensa en llegar a fin de mes y en cuidar de su maravilloso hijo. Mientras, vive su vida de la mejor forma posible, honesta a su forma de ser, cuidando de los que se encuentran a su alrededor y sonriendo incluso cuando todo parece estar en su contra.
El grueso de la serie y su hilo argumental se centra en la plena madurez de los personajes, quizá por eso nos guste tanto. No se trata ya de un amor joven, de infinitas posibilidades y cambios continuos. Los protagonistas son seres formados por completo, su comportamiento se ve afectado por años de vivencias y su forma de ver el mundo y espíritu han sido golpeados infinidad de veces.
Son reales, muy complejos. Siguen teniendo ambiciones, pero son más simples. Todos queremos vivir la mejor de las vidas posibles, todos aspiramos a ella, pero mientras lo hacemos la vida pasa, y hay que pagar facturas, comer y criar a nuestros hijos.
La delicadeza de Ji Soo, cómo se presenta su personaje y cómo responde a lo que la vida le lanza sin cesar es lo más remarcable de la serie. La interpretación es a su vez magistral. Llega en todo momento y nunca nos parece forzada. Más bien siempre te encuentras sentada o caminando a su lado, nunca piensas que estás frente a la pantalla.
Esa fragilidad y resiliencia no podrían recrearse de igual manera sin la incidencia de Han Jae Hyun, quien muestra también un gran rango de emociones y sentimientos, pero en ningún caso llegando al nivel de su contraparte femenina.
La pregunta de oro que nos asalta mientras andamos por sus vidas presentes y pasadas es si serán capaces de reencontrarse veinte años después a pesar de todo. ¿Tanto ansían estar el uno junto al otro, que el tiempo y lo sufrido quedarán en un segundo plano?
Mientras lo descubren podremos ver en pantalla no solo cómo su relación evoluciona, sino cómo se transforma la vida alrededor de sus amistades, sus hijos y las lecciones aprendidas a través de las duras vivencias que se presentan, no olvidemos que se trata de una madre soltera y esto es Corea, nos permitirán disfrutar de diálogos con cuerpo en todos los episodios.
‘Cuando florece mi amor’ te hace pensar en las ramificaciones y decisiones que toman sus personajes, te planteas qué harías tú y aplaudes su complejidad, porque es real. Es por todo lo mencionado que nos encontramos con una de las series más bonitas y disfrutables de las que se han estrenado en esta primera mitad de año. Puedo asegurar que no decepciona y que deja una sensación agradable tras su visionado. Atrévete con ella.
Tráiler de ‘Cuando florece mi amor’
¿Pasa el corte?
Overall
-
Originalidad
-
Fotografía
-
Interpretaciones
-
Edición y montaje
-
Banda Sonora
-
Guion
User Review
( votes)Puntos fuertes
- Una muy bien hilada historia de amor
- Personajes complejos y con muchas aristas
- Infinidad de escenas para no olvidar
- Paseos y más paseos por infinidad de localizaciones
Estic d’acord amb el que dius. A mí també m’ha atrapat i molt aquesta serie. Sorprenent. Quan vas per el tercer capítol no pots ni imaginar-te que encara en queden 13 més … Escenes inoblidables … les sabates. …. lespassejades … i enllaçar relat de quan eren joves i després de vint anys és veritablement brillant. La música meravellosa. No té ressó aquesta serie, però paga la pena veure-la. Jo com sempre repteixo. Quan m’agradala miro pert segona vegada i vaig descobrint detalls ….
Es absolutamente preciosa, de nuestras favoritas por su historia en dos tiempos.
Anotada 🙂