La octava temporada de ‘The Walking Dead’ ya ha tenido su pistoletazo de salida con el primer episodio titulado «Mercy» (Piedad). Una temporada que, como suele ser ya habitual, estará dividida en dos bloques de ocho episodios que verán un parón en año nuevo; lo que nos deja una temporada con 16 episodios para desentrañar por fin la historia de Rick y Negan.
El episodio número 100 tenía una trama más que previsible viendo el final de una temporada 7 que a muchos dejó un tanto fríos en su segunda mitad: Rick Grimes y su grupo, junto al Reino y Hilltop, se han unido para darle lucha a Negan y los Saviors. Sin más: directo y sencillo. Tan previsible era, que la sorpresa del episodio no radica ahí; el número 100 nos sumerge en un vaivén temporal en tres partes: el primer en el cual vemos a nuestros nuevos aliados charlar acerca de lo que están a punto de realizar; el segundo en el que vemos a Rick explicándole de que va la vida a un Negan que observa desde las alturas como la alianza de las tres colonias puede ser importante; y un tercero en el que vemos a Rick con unos cuantos años más.
¿La necesidad de ello? Enigmatizar el resto de la temporada puede ser una de las claves; más teniendo en cuenta el hecho de que la misma girará en torno a la guerra entre la nueva alianza de colonias y los Salvadores; o lo que es lo mismo, un Rick VS Negan que promete ser bestial.
¡Este es nuestro Rick!
Y es que así es: Rick ha vuelto; con todas las consecuencias que ello posee. Vuelve a ser el líder, el hombro en el que todos se apoyan, el que sabe que no pueden esperar más a que vuelva nadie. Rick ha cogido el toro por los cuernos y se ha olvidado de las humillaciones y del miedo hacia Negan y los Salvadores, y con ello ha dejado una frase para el recuerdo en este capítulo, alzando la voz a Negan y recordándole que ya le dijo lo que iba a hacerle (I’m gonna kill you. Not today, not tomorrow, but I’m gonna kill you), y además dos veces. Bien, pues parece decidido a llevar a cabo dicha empresa.
Al fin y al cabo ‘The Walking Dead’ es la historia de Rick, y este centenar de episodios así han ido desgranando su vida y su camino. La llegada en la temporada anterior de un villano que por fin parecía estar a la altura dejó en evidencia la madurez como líder de este héroe, pero todo parece encaminar la serie hacia uno de los momentos culminantes de la historia. Pero existe una notable diferencia: este Rick recto y con sed de venganza es a su vez un hombre en el que los demás confían; un hombre capaz de hacer pensar al resto y de conseguir que le sigan en una guerra que, sin duda, se cobrará vidas. Un Rick capaz de decirle a Maggie todo lo bien que lo está haciendo, y de como piensa seguirle donde ella diga.
La familia es la familia
Otro de los detalles importantes del episodio 100 reside en la unidad. Los episodios largos que ralentizaban el devenir de la serie en otras temporadas eran aquellos en los que las tramas paralelas se unían para contarnos en 50 minutos como le iba a cualquier personaje en solitario, o cosas así; y a pesar de que Carl siga pareciendo estar ausente en todo momento, el resto forman una unidad completa que se ha dejado ver en casi su totalidad en este episodio. Al fin y al cabo, ‘The Walking Dead’ ya es más una serie de humanos contra humanos que una muestra de supervivencia en medio de un apocalipsis.
Esto nos puede llevar a una temporada en la cual la importancia de diversos personajes que hasta ahora solo hacían bulto crezca, lo cual no será más que una muestra del enriquecimiento propio que la misma conlleva. Eso si, siempre se apoyará en el núcleo poderoso: Rick, Maggie, Daryl, Michonne, Carol y Morgan son y serán la ‘crème de la crème‘, pero se atisba la importancia que Jesus, Dwight y Ezekiel irán teniendo a lo largo de la misma.
Guerra, sin duda
Ya hemos visto a Negan tirado por el suelo recibiendo balazos por todos lados, a Rick con cara de pocos amigos, a todos eligiendo bando en un intercambio de gritos… la guerra ha llegado a ‘The Walking Dead’, y parece que de manera muy pero que muy seria. Se avecinan curvas, grandes combates y quien sabe si alguna que otra patada a los cimientos de una serie que ha visto como personajes queridos -y otros no tanto- iban desapareciendo.
Por tanto, permítanos ilusionarnos con una temporada ocho cuya promesa es la de dejarnos boquiabiertos en cada capítulo y cuyo comienzo ha sido veloz y poderosísimo, dando ese golpe en la mesa que necesitaba de nuevo la serie. Al fin y al cabo, muchos estaremos con unas ganas impresionantes de ver a Rick coger a Negan por banda, ¿verdad?.