HBO ha demostrado con la excelente primera temporada de ‘Westworld’ (2016) que el espacio que este año dejará vacío la aclamada ‘Juego de Tronos’ (‘Game of Thrones’, 2011) puede ser ocupado con autoridad por la ficción de Jonathan Nolan y Lisa Joy, que tan buenos resultados aportó a la cadena el pasado 2016.
El universo futurista mezclado con el mundo del salvaje Oeste que retrata la historia original de Michael Crichton queda plasmado en unos títulos de crédito de apenas un minuto y medio que introducen al espectador en un espacio de claroscuros y tecnología. Se trata de una de las piezas más hermosas e inquietantes que han salido últimamente de las cabeceras ideadas para HBO, gracias a la producción y a la brillante pieza musical del compositor irano-alemán Ramin Djawadi.
La empresa encargada de crear los títulos de crédito de ‘Westworld’ fue Elastic, habitual en la mayoría de las ficciones producidas por HBO y responsable de los títulos de series como ‘Juego de tronos’ o ‘True Detective‘. El resultado es una visión poética y elegante de la creación de los robots que pueblan el mundo de Westworld, con un claro y reconocido referente en el vídeo que el artista Chris Cunningham creó en 1997 para la canción de Björk ‘All is Full of Love’. Pero no es el único homenaje que encontramos en estos títulos de crédito. Otras referencias son el diseño de títulos de ‘Ghost in the Shell’ de Mamoru Oshii, el Hombre de Vitruvio de Leonardo Da Vinci o el trabajo del fotógrafo Eadweard Muybridge con sus famosos estudios del movimiento («Caballo en movimiento«).
Los creativos de Elastic dedicaron más de 5 semanas en dar con una propuesta que recogiera el espíritu y el estilo de la serie. A continuación, llegó el turno de animadores, escultores digitales y todo el trabajo detrás que hay para la confección de las bellísimas imágenes de los títulos de crédito de ‘Westworld’.
En la propuesta de Elastic el recurso de la cámara lenta es similar al del vídeo de Cunningham. Desde el inicio, unas imágenes pausadas nos muestran fragmentos de elementos tecnológicos que poco a poco van creando los seres robóticos de Westworld, dando pinceladas de su propio universo: un universo poblado con la violencia, la belleza o el sexo, al ritmo de la melodía que ejecutan unas manos robóticas. Simultáneamente, un iris enfocado en primer plano muestra los paisajes del salvaje Oeste de Westworld.
El resultado no es otro que una pieza delicada y muy sugerente que introduce al espectador en ese mundo particular, violento, enigmático y futurista. Todo un acierto.
Hace casi 20 años que Björk lanzó este vídeo. No nos resistimos a incluirlo.