Con el Día de la Mujer todavía presente y con noticias como la identidad transgénero de Andy/Lilly Wachowski en portadas, nos encontramos con la publicación del nuevo tráiler internacional del remake de Cazafantasmas, el cual cuenta esta vez con un reparto femenino (Kristen Wiig, Melissa McCarthy, Kate McKinnon y Leslie Jones) y con Paul Feig a la silla.
Es bien sabido que la serie Cazafantasmas es una de las vacas sagradas de la cultura popular y del fetichismo retro ochentero. Por lo tanto, no era descabellado esperar reacciones adversas a esta película y, reconozcámoslo, los remakes y reboots se han convertido en una pequeña plaga bastante impertinente.
La cuestión aquí no es ya si es una película necesaria o no, o si las críticas son necesarios o no, que por supuesto lo son. Lo que más me ha chocado de todas estas reacciones es la dureza con la que han tratado a la película en función de un mísero tráiler de apenas dos minutos. Palabras muy duras que sirven para descalificar sanguinariamente y en su totalidad una película que aún quedan meses para que se estrene.
Es esto lo que me lleva a pensar que detrás de dichas críticas hay algo más que puro juicio, quizás no solo esconden sentimientos heridos por jugar con la nostalgia de varias generaciones, quizá hay un problema mayor de base y quizá esté basado en un asunto de género.
No es de extrañar que un altísimo porcentaje de estos comentarios esté realizado por hombres, pues habrá quien diga que eso no es relevante. Lo curioso es como muchos de estos comentarios se justifican a si mismo diciendo que no es una cuestión de género o machismo para un par de líneas más adelante echar por tierra esa misma justificación.
Es obvio que un tráiler no siempre es justo con el producto final que llega a salas, no olvidemos que es un producto de marketing, y puede hacerle bastante poca justicia a la película (incluso hay casos donde el tráiler acaba siendo mejor que el film) y eso no lo exenta de críticas. Pero cuando las críticas son tan destructivas y destinadas al film completo demuestran una falta absoluta de objetividad y ponen en evidencia el recelo la distinto o fuera de lo común y si estamos entendiendo la presencia y protagonismo de personajes femeninos en un gran blockbuster como algo distinto, hostil o fuera de lo común, mal vamos.
La idea de escoger a Paul Feig como director ha sido un acierto desde el día uno, pues con ‘La boda de mi mejor amiga’ (2011) y ‘Espías’ (2015) ya demostró su habilidad y sensibilidad para construir comedias solidas donde las mujeres no eran secundarios bobalicones, sino personajes interesantes e inteligentes, es decir, seres humanos, sin perder un ápice de humor, dando como resultado dos cintas divertidísimas.
Ha sido un año muy interesante para las cintas que ha generado debate en torno a estos temas, no olvidemos que hacer coincidir en cartelera a cintas como ‘La chica danesa’ (Tom Hooper, 2015) y ‘Carol‘ (Todd Haynes, 2015) es todo un pequeño logro. Incluso estos films pueden ser criticables en su forma de tratar los temas que tratan, pero su presencia y su finalidad son muy necesarios.
Entre que un servidor es fan acérrimo de todo lo que tenga que ver con Kristen Wiig y Kate McKinnon y el interés suscitado por tanta polémica, os puedo asegurar que tengo unas ganas enormes de hincarle el diente a esta cinta, y estoy bastante seguro de que me lo voy a pasar muy bien. Así mismo espero que la película goce de gran éxito, entre otras cosas para que haga a los trolls llenos de bilis y rabia volver a sus cuevas. Yo sí quiero a las Cazafantasmas.