‘Si las estrellas hablaran’, demasiada ciencia ficción (2025)

El revuelo estaba asegurado en el momento en que Lee Min Ho regresaba a Dramaland y volvía a hacerlo con un drama de ciencia ficción de esos que solo el es capaz de escoger. Ya en su día ‘El rey: monarca eterno‘ dio que hablar y eso que aquello era fantasía y romance a raudales. Este 2025, para no dejarnos sin tema de conversación, el actor ha dicho que sí a ‘Si las estrellas hablaran’, y vaya que si lo hacen.

Junto con otro de los pesos pesados de la industria, Gong Hyo Jin, nos embarcamos en un viaje espacial de esos surrealistas repletos de momentos que no tienen ni pies ni cabeza, pero que atrapan con unos efectos visuales espléndidos. ¿Qué encontramos en esta aventura interespacial? Pues ni más ni menos que a un super conglomerado médico y a una agencia espacial nacional que no son capaces de tomar ni una buena decisión, y es aquí dónde, desde muy pronto, la serie empieza a hacer aguas.

Estrellas, si, todo un firmamento, ¿estelares? ya no tanto. Solamente Lee Min ho y Lee El están a la altura de las expectativas. Gong Hyo-Jin cautiva con su mirada, como siempre, pero no es suficiente para dar vida a una comandante espacial que debería haberse quedado en nuestros corazones como un personaje aguerrido, firme en sus creencias y necesitado de un cariño humano que nunca ha llegado a tener. No consiguen ni el guion, ni la actriz ofrecernos un personaje por el que iríamos a batalla. Si lo consigue Lee Min Ho, que pasa por infinidad de estadios emocionales en una buena montaña de emociones que hubiese sido culminada de forma magistral si el personaje hubiese tenido sentido en algún momento del drama.

El actor de ‘Pachinko‘ es capaz de embelesarnos con su sonrisa y hacernos odiarle por sus berrinches. En él al menos vemos una progresión, aunque no alcance buen puerto en la conclusión del drama. Lo mismo ocurre con Lee El, cuya presencia es relativamente estable y al menos nos permite encuadrar a parte del elenco a través de su personaje. Oh Jung-Se y Han Ji-Eun son los grandes desaprovechados. Los actores hacen todo lo que se les pide, pero es tan desdibujada, insulsa y predecible su presencia en el guion que pasan sin pena ni gloria por pantalla.

Con temas candentes como la posibilidad de viajar al espacio si se tiene la suficiente influencia y dinero o la necesidad de investigación sobre fertilidad y reproducción, u otro millar de enfermedades quedan supeditados a un guion ridículo que no es capaz de emocionarnos o hacernos recapacitar sobre alguno de estos puntos. En ‘si las estrellas hablaran’ intentan vendernos la idea de un romance «light» en un ambiente distinto y fascinante a través de unos personajes de fuerte moral y brújula ética, que no se mantienen en sus trece ni medio segundo, cambiando de opinión y humor más que el Guadiana de caudal.

Por no mencionar lo cansadas que estamos de las casualidades. Las historias pasadas vinculadas, si o si, entre todos los personajes importantes de la trama no son necesarias, pero aquí, de nuevo, con calzador, metido hasta el fondo. Queremos destinos inevitables y mágicos, pero somos conscientes de que Seúl es muy grande. No más uniones burdas sujetas con alfileres, por favor. Esto es solo una pincelada de las muchas cosas que «no hay por donde coger del drama», para el resto debes verlo y comentarlo con nosotros más abajo o en redes.

Quienes nos subimos a este barco por sus elementos de ciencia ficción hemos quedado, al menos en este apartado, aliviadas y contentas. Desde el minuto uno no pararás de preguntarte cómo han rodado las escenas de gravedad cero. Quedamos enganchadas a los interiores de la nave y fascinadas por las escenas del espacio exterior, por muchas incongruencias que puedan tener. No siendo experta en el espacio exterior seguro estarás tan contenta como yo con los resultados de los paseos espaciales y las buenas escenas dramáticas que se dan en él. Hemos venido a jugar y es en ellas que encontramos el atrevimiento que esperábamos de un guion en mitad del vasto universo. Basura espacial, cometas y cientos de miles de estrellas en el firmamento recreando un ambiente fantástico e ideal para una trama con dos pesos pesados de la industria cinematográfica surcoreana que son capaces de hacer frente a todos los restos que el espacio les lance.

La fotografía es inteligente, sabe cambiar de color para crear ambientes. Nos permite sentir el frío del espacio y a un mismo tiempo la calidez de la nave, pese a todos los elementos técnicos que la coforman. Nos ayuda a diferenciar, también, la Tierra y la mundanal vida que en ella se lleva. Gracias al montaje de la serie y lo bien escogidos de los espacios que habitan los protagonistas entendemos de dónde vienen y su personalidad. Es por eso qué el guion nos hace más aguas aún, pues los elementos técnicos ayudan sobremanera en la conformación y configuración de los personajes, pero sus acciones y palabras no llegan a computar con su entorno casi que en ningún momento, y esto nos saca de todo lo maravilloso que si tiene la serie.

¿Es tan dificil crear ciencia ficción con una base sensata que no nos tome por espectadoras que aceptan todo lo que sale en pantalla? Porque disfrutamos como las que más con romances épicos, escenas bobaliconas y tontorronas, pero hay cosas como estar tan pancho a -20º o saltarte toda tu normal moral y ética en menos que canta un gallo, que ni compramos, ni queremos en nuestros guiones. Nos gustan los romances maduros, sensibles, increíbles y fantásticos, y todo eso se nos puede dar si los guionistas crean personajes tridimensionales que saben de donde vienen y a donde van, aunque sea más allá de las estrellas.

¿nos encanta?
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3
  • Fotografía
  • Interpretaciones
  • Banda Sonora
  • Edición y montaje
  • Guion
  • Originalidad
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