Solo tres episodios es lo que necesita ‘DES’ para contar una historia que te deja horrorizado por lo que puede llegar a hacer el ser humano. Una vez más la realidad supera a la ficción, y siendo conscientes de ello, Lewis Arnold, director, y los guionistas Kelly Jones, Brian Masters y Luke Neal nos traen a las pantallas de casa una historia contada con veracidad y sobriedad.
Para la recreación de esta historia se ha contado con video y audio de archivo además de con infinidad de testimonios de la época. La investigación ha sido profunda y llevada en detalle, gracias, en parte, a que uno de los guionistas es, ni más ni menos, que el biógrafo del asesino, Brian Masters, quien ya escribiera una obra literaria llamada ‘Killing for company’ en el año 1985.
Dennis Nilsen (David Tennant) es un asesino en serie, necrófilo, que asesinó a 15 jóvenes entre 1978 y 1983 en Londres.
En muy pocas palabras se recoge la sinopsis de lo que fue una serie de eventos que marcaron a la comunidad londinense de finales de los setenta. Para los que nunca antes habíamos escuchado hablar de Dennis Nilsen, y hemos descubierto su figura a través de la serie, ha sido estremecedor ser espectador de semejantes eventos.
Y eso que la serie se cura y mucho en salud haciéndolo bien, es decir, que no necesita del gore de los asesinatos o de los cuerpos en descomposición. Se basta y sobra con la palidez y angustia que se refleja en los rostros de aquellos que intentan dar sentido a unos hechos imposibles de concebir para un ser humano corriente. Pero lo verdaderamente inquietante de todo esto es saber que una persona ordinaria y para nada sobresaliente puede hacer algo así y salirse con la suya hasta que se ha cansado de estar solo en su delirio mental.
La presentación de la historia y sus personajes es notable. No hay parafernalia de ningún tipo. Nuestro primer acercamiento a ellos es privado, personal. Conocemos antes la vida privada del policía que deberá investigar el caso que nada relevante sobre la trama. De hecho, ni siquiera sabemos a que se dedica, pero verlo en esa situación personal y privada nos hace entroncar muy bien con él.
Daniel Alan Mays ha sido el actor seleccionado para guiarnos por la historia. Su presencia, y sobre todo su angustia y cansancio pueden casi palparse a través de la pantalla. Un trabajo excelso que nos permite sentir aún más cerca la desesperación e impotencia que tuvieron que seguir aquellos que trabajaron e investigaron este caso de cerca. El peso de las acciones de otro en su conciencia
Jamás habrían podido realizar un mejor casting que el que vemos en pantalla. David Tennant, a quien se le da demasiado bien este tipo de papeles, vuelve a bordar el meterse en la piel de un psicópata que pasa ampliamente desapercibido. No tuvo que ser nada fácil aceptarlo, pero sin lugar a dudas, de no ser por él, no se habría podido transmitir tan bien la oscura calma que rodeaba a la figura de Nielsen.
Hablamos de dar vida a un personaje que explica impávido como descuartiza y asesina a sus víctimas pero que no sabe el verdadero motivo que lo mueve a ello, o al menos eso es lo que nos quiere vender.
Pero a la escabrosidad más absoluta llegamos a través del personaje interpretado por Jason Watkins que da vida al biógrafo del asesino. Es entonces cuando nos sentamos a solas con Nielsen, cuando todo el ruido externo desaparece y nos quedamos con su gélido razonamiento. Conforme Brian Masters (Jason Watkins) conoce a Nielsen e intenta averiguar que lo mueve, más nos cautivan las escenas, eventos y la personalidad del asesino.
Un Londres tan oscuro como su protagonista
Finales de los setenta y comienzos de los ochenta, en el corazón del Reino Unido, como ocurriera en otros tantos países europeos, la situación era alarmante. La heroína corría por las venas de la gente más joven y causaba estragos a nivel social. No dejemos de pensar, además, en el alto nivel de homofobia e intransigencia que se vivía. Esto creaba una situación idílica de desprotección y pobreza que costará años sacudirse. No sé si ya lo hemos logrado. Este es el panorama en el que se desarrolla la tragedia.
Entrevistamos a Luke Neal y Lewis Arnold, guionistas y director de ‘DES’
Cuando ves los nombres aparecer, uno tras otro, conforme avanza la historia te das cuenta que todo lo que se intenta transmitir se queda corto, y eso que es una verdadera maravilla el tratamiento que se le ha dado al conjunto. Es imposible porque, el hecho de que, durante más de 15 años una persona hiciera vida normal, socialmente hablando, mientras arrebataba la vida a jóvenes desprotegidos, es verdaderamente perturbador y no dice mucho de nosotros como sociedad.
¿Cómo es posible que de todos esos jóvenes muy pocos fueran buscados o investigada su desaparición? ¿Cómo de cruel es el mundo en el que vivimos para caer entre las grietas sin que nadie se percate de ello? Que cada uno se responda a sí mismo.
Una serie que muestra un lado muy oscuro de la psique humana y que además se atreve a desafiarnos socialmente mientras habla de la inoperancia policial mostrando como su trabajo les deja secuelas emocionales de las que nadie, ni siquiera el sistema para el que trabajan, se hacen responsables.
En definitiva, podemos decir de ‘DES’ que es una miniserie muy compensada. La duración de sus episodios es perfecta para contar los eventos que llevaron al arresto y juicio de este asesino en serie. El trabajo de montaje, la puesta en escena y el vestuario te transportan una historia de la que te alegras no haber sido partícipe en su día. Eso sí, ahora tienes que descubrirla y verla, se estrena el 29 de noviembre en StarzPlay España.
Tráiler
¿Pasa el corte?
Overall
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Originalidad
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Guion
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Forografía
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Edición y Montaje
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Interpretaciones
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Banda Sonora
User Review
( votes)Puntos fuertes
- Un sólido guion, en solo tres episodios
- Interpretaciones de 10
- Brutal caracterización