‘Our Blues’ nada tiene de entretenimiento ligero. Qué sea una de las series más adictivas, atractivas y fáciles de ver de todo el año no la hace menos compleja y matizada. Ver ‘este K-drama es ver una radiografía social de una comunidad trabajadora cualquiera. Es nadar en problemáticas que nos consumen y rodean a diario, incluso cuando no prestamos atención. La única diferencia es que aquí vemos lidiar a los personajes con el resultado de sus acciones y decisiones. ‘Our Blues’ es vida. Una vida con sueños, batacazos y los anhelos que nos hacen seguir luchando.
Concebida como una serie colectiva con catorce personajes principales en ocho historias relacionadas, viajaremos hasta el corazón de Jeju para bucear en su día a día, mientras cada uno de ellos busca ser un poco más feliz.
Impresionante. Pocas palabras pueden resumir mejor como esta serie ha conseguido reunir a un buen puñado de estrellas surcoreanas en un ‘slice of life‘ de lo más rural dejándonos con ello una de las joyas seriéfilas más disfrutable de los últimos años. ¿Sabes esa sensación de calidez y alegría que te recorre el cuerpo cuando reconoces a alguien entre la multitud con quien tienes buenos recuerdos? Eso es ‘Our Blues’ un viaje al corazón de la Isla de Jeju acompañada de la crème de la crème en Dramaland, el sueño de cualquier dramalover en el que no podrás dejar de sonreír.
Esto es un reparto y lo demás son…
Con actores de la talla de Cha Seung Won y Lee Jung Eun comienza una serie que relata a través de historias personales cómo es la vida en un pueblo costero de Jeju. Choi Han Soo (Cha Seung Won) es un banquero arruinado por la deuda contraída mientras intenta que la carrera de golfista de su hija despegue en Estados Unidos. Ahogado por su situación financiera regresa a casa, donde aún hoy reside Jung Eun Hee (Lee Jung Eun) quien todavía sigue estando enamorada perdidamente de su amor de adolescencia.
A través de su reencuentro se nos introduce en una comunidad en la que cada uno lleva su penitencia por dentro, y con ello se nos presentan tramas imposibles de no encontrar parecidas a las que vivimos en nuestras vidas cuando los vemos luchar contra la soledad, la depresión, la presión social, las inseguridades físicas y la muerte de seres queridos.
Jung Eun Hee es adicta al trabajo, gracias a ello ha conseguido ser una empresaria de éxito cuyos hermanos han podido ir a la universidad y tienen una vida estable. Todo el mundo confía en ella cuando se ven en sus horas más bajas, pero alcanzar esa vida supuso sacrificar su propia felicidad. Como ella, los que fueron sus compañeros de promoción se encuentran viviendo día a día como mejor pueden. Rápidamente te enamorarás de cada uno de los habitantes mientras a voces venden hielo, café o pescado en el principal mercado del pueblo.
Lee Byung Hun es un vendedor ambulante llamado Lee Dong Suk. Si estabas buscando el papel en que el actor de ‘Mr. Sunshine‘ volviera a recordarte por qué es uno de los grandes de la industria dejándote pasmada con cada gesto y diálogo lo has encontrado. El suyo es un personaje lleno de matices, amable y hosco a un mismo tiempo. Alguien a quien la vida le ha enseñado, de la forma más dura, que la única forma de vivir es día a día. Su pasado está marcado por la presencia de Min Sun Ah interpretada por Shin Min Ah una mujer que ahora lucha por la custodia de su hijo mientras combate una depresión crónica que poco a poco le ha arrebatado lo que más quería.
El guion, a través de la relación que vuelve a iniciarse entre ellos, nos deja ver gracias a una cuidada puesta en escena como se siente, aunque sea durante unos segundos, vivir con depresión. Así el vínculo que como espectadores formamos con los protagonistas se hace más fuerte y estrecho porque su dolor es más fácil de imaginar gracias a las ayudas visuales que se nos ofrecen.
A través de los personajes de Choi Young Joon y Park Ji Hwan se trata un tema que veíamos, aunque con otra perspectiva en ‘One Spring Night‘, el de padres que crían solos a sus hijos al estar las madres de los niños fuera de sus vidas. Su representación es algo más cómica que la del resto de protagonistas, aunque con ellos reímos a la par que lloramos cuando la vida lanza en su camino un cambio para el que no estaban preparados. La amistad, el apoyo y calidez que ofrecen a la comunidad, sobre todo a las ahjummas, son los elementos clave que hace que rápidamente guarden un sitio especial dentro de la serie.
La pareja que hace de oasis emocional dentro del conjunto es la llevada a pantalla por los actores Kim Woo Bin (Park Jung Joon) y Han Ji Min (Lee Young Ok). La suya es una historia de amor de esas dulces, arriesgadas y honestas, donde se recupera la fe en la humanidad gracias al saber compartir los buenos y malos momentos con quien se quiere sin dejarse amilanar por el qué será en un futuro que aun no ha llegado.
En su trama se introduce un elemento que no es para nada recurrente en las series coreanas. En solo contadas ocasiones aparecen personajes con algún tipo de discapacidad o enfermedad y aquí el guion y la historia de dos de las protagonista habla de las dificultades a las que se enfrenta quien tiene síndrome de down, siendo por ello lo más destacable del drama, sin lugar a dudas. Prepárate para golpes durísimos y verdades como templos cuando Lee Yeong-Hui y Han Ji Min se pongan delante de la cámara y den rienda suelta a esas dos hermanas que durante mucho tiempo estuvieron solas dentro de una sociedad que da la espalda a quienes más apoyo necesitan.
Una mención especial es de justicia para la nueva generación de actores y actrices, quienes aquí están más que a la altura de sus compañeros de reparto más consolidados, lo cual significa excelencia a pesar de su edad. Los más jóvenes no quedan exentos de problemas de ‘adultos’. Con una madurez tremenda se enfrentan a situaciones que cambiarán sus vidas radicalmente para siempre.
Hablar de emancipación, aborto, paternidad y maternidad adolescente mientras los personajes son consecuentes con sus creencias y sueños es de una complejidad abismal y el trato que aquí se da es acertado y da donde más duele, en la reacción social que se genera donde sale rápidamente a relucir que no hay una respuesta correcta a una situación ‘crítica’, solo juicios de valor fuera de lugar y muy poca empatía y apoyo, independientemente de la decisión final.
Pero es con la pequeña actriz Ki So-Yu con quien nos desharemos en elogios mientras su personaje Son Eun-Gi nos roba el corazón y una vez más nos recuerda la enorme cantera que Corea del Sur está preparando para las próximas décadas. Son Eun-Gi y su inocencia devolverán la alegría a una comunidad que envejece a pasos agigantados, ofreciéndose en pantalla esa dualidad y triste realidad a la que se enfrentan los países desarrollados, el envejecimiento irreversible de su población.
La bucólica Isla de Jeju.
¿Sabías que la Isla de Jeju tiene una altitud máxima de 1950m? Si como yo estás aún descubriendo los fascinantes parajes surcoreanos quedarás maravillada mientras nuestros protagonistas te llevan de paseo por los increíbles rincones de una isla que creíamos sencillamente ‘costera’, pero que esconde en su centro los restos de un mastodóntico volcán hoy extinto en el que la nieve lo rodea todo en los meses de invierno.
Un lugar que es hogar, a un mismo tiempo, para ciervos, jabalíes o delfines y otros cientos de especies marinas. En la serie podrás disfrutar de uno de sus animales más icónicos. Concretamente, de una raza equina autóctona que te sorprenderá pues no es normal verlos en series o películas, y lo harás de la mano de Lee Byung Hun, lo cual hará la experiencia perfecta.
Imposible no mencionar como elemento vital y clave de esta isla a las haenyeo, esa comunidad de mujeres que se gana la vida mariscando utilizando el buceo tradicional en apnea mientras se sumergen hasta los diez metros de profundidad a lo largo de largas jornadas para recolectar del suelo marino erizos de mar o abulones. A través de ellas se habla de una comunidad que se encuentra a las puertas de la extinción al ser su labor una peligrosa y de baja remuneración.
La vida del grupo de mujeres con el que nos adentramos en el mar nos habla de las dificultades que encuentran en su trabajo diario, de los miedos que las sacuden a todas cuando se enfundan el traje de buzo y de la importancia de la jerarquía, el orden y la sororidad en un medio salvaje si se quiere sobrevivir. ‘Our Blues’ consigue con su presencia darles relevancia social mientras las homenajea a través de personajes de un profundo calado y enorme tridimensionalidad.
Pero lo que verdaderamente te deja con la boca abierta son sus escenas marinas. ¿En cuantas series tenemos la oportunidad de bucear a pulmón por un fondo marino paradisíaco? La belleza que destilan estas imágenes parecen de otro mundo y cuando se graban con la naturalidad con la que aquí se hace, se presentan como cercanas, recordándonos que esa magnificencia está a nuestro alcance también. Así el conjunto de su fotografía es espectacular y nos permite recrearnos en los espacios que acogen a los personajes, dejándonos el guion espacio y tiempo suficiente para saborearlos y queriendo siempre más.
Los viajes no serán únicamente por Jeju. Nuestros protagonistas nos hacen cruzar hacía la península en ferry y avión en más de una ocasión, llevándonos hasta la lejana Seúl para ofrecernos un contraste arquitectónico del que pocas veces somos conscientes. Ver ‘Our Blues’ es vivir las dos Coreas. La rural y la urbana, obteniendo con ello un cuadro honesto de las múltiples realidades que conviven en el país mientras nos vamos de compras a mercados, lonjas y almacenes en los que como turistas nunca entraríamos.
En contra de lo que podría pensarse al tratarse de una serie «tan corriente», ‘Our Blues’ destila unos detalles técnicos que te dejan boquiabierta por lo excelso de su ejecución. Técnicamente estamos acostumbrados a una edición de sonido pulcra y cuidada, que suele acompañarse de una banda sonora que luego se queda con nosotros durante meses en Spotify. Aquí va a pasarte como con el resto de K-dramas y seguro añadirás a tus listas de reproducción ‘With you’ de Jimin o ‘Once Again’ de Winter y Ningning.
Aunque, sin lugar a dudas, para mi, el aspecto técnico más remarcable de todo ha sido la introducción de recuerdos en las escenas presentes que tiene lugar en los primeros episodios protagonizados por Cha Seung Won y Lee Jung Eun. Es como si todo estuviese ocurriendo en el mismo espacio temporal y la fusión es tal que nadie diría que hay una separación temporal de veinte años entre momentos. Esto es solo uno de los detalles técnicos que te enamoran y hacen ver que no se ha dejado ningún detalle por pulir. Todo importa y tiene un por qué en ‘Our Blues’, su éxito no es infundado.
Que sus veinte episodios no te hagan dejarla pasar. ‘Our Blues’ es uno de los K-dramas más humanos de los que puedas disfrutar. Historias vitales en todas sus facetas, prismas y colores guionizadas con maestría, buen gusto y cuidado para dejarse llevar y disfrutar. La vida es realmente igual en todas partes, solo tenemos que ser capaz de romper con las fronteras creadas por nuestras mentes para poder verlo.
Tráiler de ‘Our Blues’
¿Nos encanta?
Overall
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Fotografía
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Interpretaciones
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Guion
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Banda Sonora
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Edición y montaje
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Originalidad
User Review
( votes)Summary
- Un reparto espectacular.
- Historias tan reales como la vida misma, sin artificios.
- Bella banda sonora que acompaña a los paisajes más bellos del sur de Corea.
Un resumen fantástico y como siempre sin spoilers. Muy buen trabajo. La serie te enamora al instante y va a más hasta los tres últimos capítulos que són Diamantes puros. Una apunte: Las haenyeo ganan dinero con el marisco. Son independentes y tienen su pròpia organización. Eran el 40% de la economia de Jeju. Con el turismo todo ha cambiado y las jóvenes no quieren córrer riesgos. Jeju tiene tres cosas que la definen: viento, piedras y mujeres.
Banda sonora maravillosa. Tu nota de 4,4 baja. Es una serie de mínimo 4,8.
Un exposición impecable para una serie excelente en todos sus aspectos e interpretaciones. Ole!!!