‘Ellos: El miedo’ me ha supuesto una pequeña decepción, más si cabe habida cuenta del buen sabor de boca que a los aficionados al subgénero había dejado su primera temporada, ‘Ellos’ (‘Them: Covenant’, 2021). Y es una lástima, porque tanto las premisas como la puesta en escena ofrecían posibilidades muy sugerentes.
Es 1991. A la inspectora de Homicidios de la Policía de Los Ángeles Dawn Reeve se le asigna un nuevo caso: el asesinato de una madre de acogida que deja conmocionados incluso a los detectives más curtidos. En una época difícil en Los Ángeles, con la ciudad al borde del caos, Dawn está decidida a coger al asesino. Pero cuando se acerca a la verdad, algo siniestro se apodera de ella y su familia.
En efecto, hasta su cuarto episodio se trata de un estimulante thriller donde lo sobrenatural, el asesino en serie y los supremacistas blancos con placa y pistola se entremezclan con eficacia, sumiendo al espectador en un saludable desconcierto, preguntándose por cuál de las tres posibilidades —si no por todas a la vez— se acabará decantando la historia.
El quinto introduce un sorprendente giro argumental en forma de quiebra temporal que deja la trama en la rampa de salida para su resolución fusionando los dos primeros ítems mencionados. El problema radica en que ello conlleva renunciar al tercero, el subtexto Black Lives Matter que vertebraba ‘Ellos’ y buena parte del terror alla Jordan Peele que, en líneas generales, tan bien ha funcionado a lo largo de la última década.
El abandono de dicha senda vacía de sentido hasta la atractiva estética de que se engalana esta segunda entrega, maximalista mezcla de giallo y blaxploitation —Pam Grier incluida— que lleva en numerosas ocasiones a creer que los hechos narrados suceden en los años setenta, y no entre 1989 y 1991. Un lamentable desperdicio de neones expresionistas, la tórrida paleta de ocres y mostazas y esos primeros planos con gran angular que diríanse obra de un Dreyer hasta las cejas de MDMA.
Además, a partir de ese quinto capítulo ‘Ellos: El miedo’ se echa en brazos de todos y cada uno de los convencionalismos del terror de espíritus maléficos con cuentas pendientes. Asimismo, la ligazón entre los brutales asesinatos viene bastante traída por los pelos y el vínculo con la temporada original es un pegote del que podría —y debería— perfectamente haberse prescindido.
En cuanto a su reparto, el protagonismo recae de nuevo en Deborah Ayorinde. Su trabajo, al que no se le puede poner un pero, palidece no obstante en comparación con el que entregaba en ‘Ellos’, donde acreditaba una presencia escénica arrolladora. Sí constituye una sorpresa insalubremente grata el papel de Luke James, quien humaniza al psicópata Edmund Gaines dotándolo de un desamparo desgarrador.
Tráiler de ‘Ellos, el miedo’.
Overall
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Fotografía
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Interpretaciones
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Banda Sonora
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Edición y montaje
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Guion
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Originalidad
User Review
( votes)Cosas buenas:
- Unas premisas muy estimulantes, equilibrada mezcla de terror sobrenatural, thriller de asesino en serie y subtexto Black Lives Matter.
- Visualmente es muy atractiva, si bien su (buen) gusto por el giallo y la blaxploitation nos retrotrae más a los setenta que a los primeros noventa.
- El doliente psicópata interpretado por Luke James. Imposible no empatizar con sus traumas infantiles y homicidas (in) habilidades sociales.