‘Big Mouth’, demasiado bueno para ser verdad (Oh Choong Hwan, 2022)

‘Big Mouth’ es todo lo que pudo ser y no fue. Por desgracia, el que se esperaba como uno de los indiscutibles en el top de K-dramas de este 2022 queda, debido a un cierre pésimamente gestionado, para liderar la categoría ‘no es oro todo lo que reluce’. Es imposible no rescatar viejos recuerdos de Lee Jong-suk en ‘V.I.P‘ cuando lo ves en este drama. Quizá sea por eso que las expectativas eran altas, y nadie nos puede culpar por ello. Sigue leyendo, te desmenuzamos todo lo bueno, que lo hay, pero también lo malo, sin entrar en spoilers, que tiene la última producción del querido actor.

Un abogado de bajo rendimiento, Park Chang-Ho, que sin darse cuenta se ve envuelto en un caso de asesinato debe luchar para encontrar la verdad oculta. Mientras lo hace se verá así envuelto en una compleja trama conspiratoria que involucra a altas esferas de poder y privilegio. ¿Será capaz retomar la vida tranquila que una vez tuvo?

‘Big mouth’ tiene una primera parte de nivelazo. Tanto que podrás llegar a compararla con ‘The King‘ por el comienzo tan brutal que nos presenta. Lee Jong-suk es más que probablemente uno de los pocos actores que nos creeríamos en el papel de Park Chang-Ho. Ningún otro es capaz de helar la sangre en nuestras venas con solo media sonrisa como él lo hace y nadie como él consigue hacerte olvidar ese frío con solo una mirada que pronto te derrite y hace bajar la guardia.

Las premisas con las que trabaja ‘Big Mouth’ son los ingredientes ideales para crear un thriller intenso, o mejor dicho, una decena de ellos. El único problema de esta serie es la amalgama de posibles villanos y futuribles que acaban por no emulsionar adecuadamente cuando se echan a la batidora. El primer tercio de drama es un lujo absoluto, te engancha y te hace pensar que estás ante una de esas joyas que a veces nos sorprenden, pero, como ya pasase con ‘Mouse’, se enrevesa tanto que se tropieza consigo misma.

Un comienzo de infarto

La vida de Go Mi-Ho (Yoon-A) y Park Chang-Ho (Lee Jong-Suk) puede encontrarse al borde del colapso financiero, pero la joven pareja es feliz viviendo junto al padre de Go Mi-Ho. La fotografía utilizada en los momentos en que ambos están juntos es cálida y la luz que los acompaña acogedora. Todos sus recuerdos son felices pese a las dificultades. Los protagonistas, a los que rápidamente cogemos cariño, tienen una vida mundanal pero llena de amor. Por eso deberíamos caer rendidos a sus pies, porque son personas normales llevando una vida corriente, pero la falta de química y muestras de afecto realistas entre los actores pondrá freno a lo que debería ser la sólida base de este drama.

Una mala decisión y la torpeza inherente al personaje interpretado por Lee Jong-suk hará que esa vida salga por la ventana y desaparezca de un plumazo. En un intento desesperado por salir de las deudas que los asfixian a diario, Park Chang-Ho decide hacer un trato que le llevará a un laberinto de mentiras y crímenes de los que no podrá escapar. ¿Sobrevivirá el matrimonio en un mundo sin escrúpulos en el que todo vale?

La vida en prisión, los humanos en ella. Sus deseos y anhelos, las sinergias y alianzas que se forjan entre prisioneros para sobrevivir al infierno que les castiga por sus crímenes te mantiene con todos los sentidos puestos en la acción. Estos episodios son, sin lugar a dudas, los que hacen que merezca la pena cada minuto de visionado.

La transformación total de una persona humilde y buena a una que hará todo lo necesario para morir bajo sus propios términos es lo mejor de toda la serie. Las primeras escenas dentro de la cárcel nos muestran en pantalla como el protagonista llega a su límite, dejando con ello de ver luz al final del túnel. Y así, la desesperación toma las riendas de su albedrío convirtiendo a una persona calmada en una violenta y atormentada que no sabíamos existía dentro de él.

Mientras tanto, fuera de la prisión, Go Mi-Ho, su padre y el mejor amigo de la familia, Kim Soon-Tae (Oh Eui-Sik) intentan desesperadamente averiguar que está pasando y como conseguir sacar de la cárcel a Park Chang-go. El papel de Yoona es muy interesante y cuenta con una buena presencia durante todo el drama. Es puro coraje, valentía y aguante. Mentalmente es quien mantiene siempre la compostura y a quien nunca escuchamos quejarse, solo actuar. Un personaje con una proyección increíble que acaba deslucido y desaprovechado por un guion que no sabe más que mirarse el ombligo.

La herencia de tía Ágata

Lo emocionante de ‘La herencia de tía Ágata’ era el no saber, en ‘Big Mouth’ tendrás que luchar contra tu propio cerebro para intentar acallar un razonamiento más que plausible que te hará descifrar todos los enigmas que se presentan sin mucho esfuerzo. Este es el talón de Aquiles del drama, lo predecible que se hace mientras se las da de profundo y complejo. Lo que hay es un nido de víboras. Nadie escapa a la vanidad, el egoísmo y la más pura maldad, sino que más bien bucea en ellas desde su posición de privilegio.

Con un elenco de lujo, esperábamos una serie sólida, y, por desgracia no la encontramos. Los personajes femeninos se deslucen y desaprovechan. Los masculinos, de los cuales hay mucha más variedad y por ende posibilidades, se pierden en si mismos y en una violencia innecesaria. Las puñaladas, traiciones y golpes bajos nos hacen perder la noción de lo verdaderamente importante. Kim Joo-Hun (It’s Okay to Not Be Okay) podría haber tenido el papel de su carrera interpretando a Choi Do-Ha, pero al final se banaliza y retuerce tanto su presencia que se diluye y desmerece en la trama, tal y como le ocurre a Kwak Dong-Yeon (‘Vincenzo‘), a quien, aun así se le augura un carrerón por delante si sigue aceptando desafíos.

Con quien si se mantiene la estabilidad durante toda la trama es con Kong Ji-Hoon, interpretado por un impresionante Yang Kyung-Won (‘CLOY‘), y por eso quizá es el que mejor está de todos. Su irascibilidad, su falta de moral y unos comportamientos que rozan lo psicótico son una fuente inagotable de grandes secuencias en las que no sabes que esperar de él.

Si el K-drama hubiese recortado en episodios y simplificado en su planteamiento, habría sido mucho más rico y conciso en su propuesta. Dicen que menos es más, y aquí se cumple de principio a fin. A pesar de todo eso, la puesta en escena se maneja con soltura. El director sabe trabajar muy bien las distintas esferas sociales y nos ofrece incontables escenas de peleas grupales que son siempre difíciles de coreografiar resolviéndose aquí con soltura.

Si eres fan de alguno de los actores, vas a atreverte con ella. Disfruta de su comienzo ágil, atrevido y lleno de posibilidades mientras te preparas para un final lioso, precipitado y, a veces, demasiado denso.

Puede que ‘Big Mouth’ no sea todo lo que prometía, pero si eres capaz de quedarte solo con sus rayos de luz habrá merecido la pena el visionado.

Tráiler de ‘Big Mouth’

¿Nos encanta?
Overall
3
  • Fotografía
  • Interpretaciones
  • Guion
  • Originalidad
  • Edición y montaje
  • Banda Sonora
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Otras series que si te mantendrán enganchado de principio a fin son:

Mouse’, tormento sin fin (Kang Chul Woo, 2021)

The guest’, una serie para ver de día (2019) | Netflix

Te dejamos con el programa en directo en Twitch, pero solo debes verlo si ya has visto la serie y necesitas desahogarte.

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