Un día, misteriosos parásitos caen del cielo. Entran en humanos como sus anfitriones y comienzan a crear su propia fuerza. Un grupo de élite deberá ahora luchar para evitar que las criaturas invasoras se apoderen del mundo sin que la población sea consciente del peligro que les acecha.
Es con series como con ‘Parasyte: The Grey’ que damos gracias a la avanzada tecnología que a día de hoy gobierna las producciones audiovisuales. Esta historia no habría sido tan espectacular o ni siquiera posible en otra época. Eso sí, debe gustarte mucho la acción y la ciencia ficción para quedarte a verla. A fin de cuentas no hay nada nuevo bajo su sol, y no es para nada agradable ver las transformaciones que de forma continua acaecen. Es lo que tiene que unos parásitos que buscan sobrevivir por todos los medios posibles, y que se alimentan de cerebros humanos, acaben encontrando cuerpos que habitar.
Puede que no sepas a ciencia cierta como termina este cuento, pero estoy segura que no te quedas lejos en tus divagaciones. Seis episodios son más que suficientes para el director de ‘Hellbound‘ y la aún mas reconocida ‘Tren a Busán‘, Yeon Sang-Ho. Muchas de nosotras no necesitamos ni leer la sinopsis para saber que acabaremos viendo cualquier producción que lleve su firma. No decepciona en cuanto a una historia bien narrada, con una presentación de personajes fluida y una acción que no deja margen para el descanso o el aburrimiento.
Jeon So-Nee da vida a Jeong Su-In una joven que vive despojada de calor humano debido a unas circunstancias vitales muy complejas que se remontan a su infancia. Con su personaje, Jeon So-Nee nos demuestra que puede plantarse delante de una cámara y comerse la acción y a cualquiera a su alrededor con una mirada penetrante muy difícil de olvidar. Esta actriz no cuenta con muchas producciones a sus espaldas, pero quizá te suene de ‘Encounter‘ o de ‘Cuando florece mi amor‘, donde da vida a la protagonista femenina en su juventud.
El suyo no es un papel fácil pues deberá lidiar con presentar ante el espectador a un personaje con dos caras muy distintas, una parte controlada al 100% por ella y otra en la que el espécimen invasor toma el control. Si bien es cierto que este tipo de papeles siempre viste no podemos olvidar que tienen una complejidad intrínseca muy elevada, ya que deben llegar por igual a quien se acerca a la historia, sin perder credibilidad y sin sobresalir por encima el uno del otro. La actriz lo consigue de forma sobrada, estando soberbia en las escenas de acción y mejor aún en las dramáticas.
A quien no le conocemos un papel malo es a Koo Kyo-Hwan. Gracias a producciones como ‘D.P.’ o ‘Escape from Mogadishu‘ el actor ha tomado relevancia en el panorama internacional ofreciéndonos increíbles escenas dramáticas y mejores secuencias de acción. En esta serie no se queda corto en ninguno de los dos aspectos mencionados, y para dejarnos más encantadas aún le añade al personaje un toque de calidez humana, socarronería y ganas de vivir lo mejor posible que hace que caigas enamorada de él con cada decisión que toma.
El diálogo está muy bien compensado entre los personajes principales. Todos ellos tienen momentos para lucirse frente a la pantalla de forma individual, aunque cuando más los disfrutamos es cuando interactúan entre ellos. Es en esos momentos en los que Lee Jung-Hyun haciendo las veces de policía e investigadora impertérrita fría y dura cual iceberg, se sale. La actriz está increíble en las secuencias en las que se encuentra arengando a sus colegas o cuando se encuentra en plena persecución. No puedes dejar de mirarla. Sus movimientos son certeros, contundentes y a un mismo tiempo muy humanos. No todas las secuencias de acción son perfectas. Los golpes se sienten sobre su cuerpo y vemos en su mirada un cansancio a punto de hacerla renunciar.
El reparto se completa con la presencia de Kwon Hae-Hyo, Lee Jung-Hyun, Kim In-Kwon y de Lee Hyun-Kyun, por mencionar a quienes más minutos tienen de pantalla. Todos ellos actores de primer nivel que consiguen crear un mundo decadente pero cercano a nuestra realidad, haciendo que el drama, pese a su ciencia ficción, nos resulte veraz y asumible en nuestra realidad, incrementando con ello la sensación de desasosiego que se crea desde que aparecen en escena los parásitos. ¿Quién necesita alienígenas, seres mitológicos o monstruos cuando entidades mucho más chiquititas dan este juego?
‘Parasyte: The Grey’ es su reparto en un porcentaje muy elevado, aunque sabemos que esto no siempre es suficiente para mantener en el recuerdo a una serie de estas características. Es por su buen hacer técnico que se queda contigo. No solo por lo creíbles de las transformaciones sino por el buen uso que se hace de la luz y de los espacios. La serie es capaz de crear escenarios en los que los espectadores estamos cómodos y que encontramos reconocibles, como pueden ser supermercados, comisarias y el interior de algunas viviendas, contrastándolo con ubicaciones mucho más atípicas como centros de operaciones militares, e incluso iglesias en hangares, algo que en Europa choca frontalmente con nuestra realidad diaria, generando una sensación de distopía aun mayor.
La luz es clave y se mantiene durante toda la narración. La oscuridad manda en el conjunto principal, y no somos capaces de sacudirnos de encima la «suciedad» de las escenas diurnas. Es como si la película estuviese cubierta de un particular granulado que nos recuerda que los personajes a través de los que vivimos la historia no tienen una vida fácil. Esa falta de luz que asociamos a estabilidad emocional, e incluso paz, no se presenta en ningún momento, y pronto te das cuenta de que tampoco se la espera, lo cual hace que la atmósfera se mantenga en un nivel de estrés equilibrado, pero bastante elevado.
Si quieres buscar mayor sentido o trascendencia en ella también lo encontrarás. ‘Parasyte: The Grey’ abre las puertas a muchas y necesarias conversaciones. Abuso infantil, acoso y deber filial son los ejes pivotantes de los que nace una de las tramas. ¿Hasta dónde es intocable o privada la vida familiar en Corea del Sur? Este K-drama pone en el punto de mira a aquellos que giran la cabeza haciendo caso omiso de quienes necesitan ayuda y las consecuencias que eso tiene en quienes quedan atrás. Haciendo hueco, también, para hablar de lo fácil que es perder nuestra humanidad cuando la necesidad de venganza y el odio nos consumen dejando en nosotros un resentimiento tan profundo que hace salir la imparcialidad y el saber diferenciar entre el bien y el mal por la ventana.
Esta versión live-action está inspirada en el manga «Parasyte» de Hitoshi Iwaaki, y aunque presenta cambios con respecto al original, ha encantado tanto a seguidores como a quien se ha acercado por vez primera a la historia. Te gustará tanto el conjunto final como para que cuando termines de verla quieras más. Algo que seguro Netflix tiene ya planeado. Déjanos un comentario en redes o justo aquí abajo con tus impresiones sobre este K-drama si ya has terminado de verlo.
Tráiler ‘Parasyte: The Grey’
Overall
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Fotografía
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Interpretaciones
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Banda Sonora
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Edición y montaje
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Guion
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Originalidad
User Review
( votes)Puntos fuertes
- Mucha acción condensada en los episodios justos.
- Buenas interpretaciones.
- Dinamismo narrativo.