'Mar de la Tranquilidad', un futuro no tan lejano (Choi Hang Yong, 2021)

Basado en un cortometraje del mismo director, Choi Hang Yong, ‘Mar de la Tranquilidad’ es el primer trabajo de este joven que promete con esta apuesta seriéfila hacer que en futuros años Dramaland se tambalee. Nunca nadie antes de este 2021 se había atrevido a meterle mano al espacio exterior, y aunque ha tardado en llegar, la cinta ‘Barrenderos Espaciales‘ y la serie ‘Mar de la Tranquilidad’ son el inicio perfecto en un subgénero dentro de la ciencia ficción, muy demandante y complejo de llevar a escena.

Este thriller de ciencia ficción contará la historia de un futuro donde la Tierra se ha convertido en un lugar desértico. Un equipo de exploradores son enviados a la Luna para obtener una muestra de una sustancia desconocida que podría cambiar el curso de la historia.

‘Mar de la Tranquilidad’ nos pega un bofetón nada más empezar cuando nos coloca dentro de un universo en el que el planeta Tierra ha sucumbido a la avaricia humana. Nos encontramos en un hogar donde el agua es, si cabe, un bien aún más preciado. Los mares y océanos son un viejo recuerdo. Los seres acuáticos han desaparecido de la faz de la Tierra. Un mundo distópico que da miedo y no por lo traumático de sus eventos, sino por lo cercanos que nos encontramos a vernos tal y como se presenta en la ficción.

El precio de vivir a todo trapo, sin miramientos, de forma egoísta y muy irracional son la base del lienzo sobre el que Choi Hang Yong dibuja. A nivel social el agua está restringida, y esto solo supone más clasismo y estratificación. Una vez mas se crea un acceso privilegiado a los recursos naturales más básicos y necesarios, ni siquiera en la ficción nos libramos de hacer el ridículo como seres vivos racionales.

Hablemos de humanidad

Esto no hay quien lo salve, eso es lo que pensaba continuamente mientras veía ‘Mar de la Tranquilidad‘, y nada tenía que ver con la factura o los detalles técnicos del K-drama. Tenía que ver con la historia que presentaba y lo real que se me antojaba. Todo lo que pasa en la serie bien podría pasarnos a nosotros. Yo, al ser humano, ya se lo espero todo. ¿Para que vamos a unir fuerzas a nivel global haciendo frente a un problema universal? Pues eso, para nada, es tontería. Aquí se ve, una vez más, como se gestiona un ‘problema internacional con solución nacional’.

‘Mar de la Tranquilidad‘ no es fácil de ver. Si eres una persona aprensiva, hay escenas bastante crudas a lo largo del metraje. La sensación de agobio al desarrollarse dentro de una estación lunar, es impresionante. Hay exteriores, pero incluso esos son asfixiantes. El trabajo técnico es brutal. El reparto lleva de forma continua pesados trajes espaciales y se encuentra confinada a espacios muy reducidos, y aún así se mueve y comporta con la naturalidad que esperamos de un medio ‘espacial’. El nivel de credibilidad es elevadísimo, y esto no hace más que destacar el buen hacer del director y de los especialistas, que han trabajado hasta el último detalle de la puesta en escena.

No sorprende que el reparto esté a la altura. Son palabras mayores hablar de Gong Yoo y de Bae Doona, por no mencionar completar con Lee Joon, Kim Sun-young y Lee Moo-saeng. Así, una serie muy difícil de presentar, se convierte en una historia que atrapa por la historia que se cuenta y, sobre todo, por unos personajes tridimensionales, que aportan las luces y sombras que tan bien describen a la humanidad.

Galileo consiguió estudiar la Luna gracias al telescopio que inventó, fue entonces cuando vio que había zonas mas oscuras, las cuales creyó eran agua. Las llamó “The Silent Sea”. Allá por el año 1651, Giovanni Battista Riccioli y Francesco Grimaldi lo renombraron “Mare Tranquillitatis”. El 20 de julio de 1969 fue allí donde descendió el módulo lunar de la nave Apolo 11. El lugar concreto del primer alunizaje se conoce como Base Tranquilidad, el resto es historia.

Gong Yoo en el papel de capitán (Han Yoon Jae) y Bae Doona en el de científica, dando vida a la doctora Song, nos permiten hablar del choque que siempre hay entre quienes siguen órdenes y quienes las cuestionan. Conforme se desarrolla la trama, su relación, sus conversaciones y sus acciones nos ayudan a entender que la búsqueda del bien común, el sentido de la responsabilidad y el deber, no siempre caen del mismo lado. La realidad es que los personajes son arquetípicos, pero tienen alma y el nivel de intensidad es tal que te parecerá estás respirando a su lado.

Sin darte cuenta vives una aventura de esas con las que solo podemos soñar. La tecnología y los avances científicos, sin importar el momento histórico en el que se den, siempre dejan tras de si un reguero de cuestiones éticas y morales que también aquí son traídas a la palestra. ¿Hasta donde estamos dispuestos a llegar para recuperar la vida que no supimos proteger ni cuidar? ¿Se puede medir el valor de una vida? El guion es muy completo porque aborda estas problemáticas y es capaz de construir una historia con la que nos sentimos identificados a pesar de la ‘distancia’. Además, como la acción corre a raudales y no hay tiempo ni para coger el aliento, la misión está planeada para durar 24 horas, la experiencia es totalmente inmersiva. La historia tiene mucho más de lo que puedas creer por estas palabras que aquí se recogen.

¿Será capaz ‘Mar de la Tranquilidad’ de conseguir lo que miles de expertos, docentes y activistas no logran? ¿Calará el mensaje ahora que llega a través de Netflix? ¿Conseguiremos apreciar y reconocer que el agua es nuestro bien más preciado? Tendrás que verla para poder responder a estas cuestiones. Es rápida de ver, solo 8 episodios de unos 40 minutos. La incursión perfecta en el género, con un reparto de los que quitan el hipo y unas premisas excepcionales para generar una gran historia aunque con algunas irregularidades, no decepciona.