“Los vientos del invierno” (“The Winds of Winter”), el último episodio de la sexta temporada de ‘Juego de Tronos’ (HBO, 2011-), pasará a la historia como uno de los más espectaculares de toda la serie. Tras el magnífico “La batalla de los bastardos” (“Battle of the Bastards”) muchos pensaban que el cupo de asombro y deleite del espectador iba a estar cubierto, pero no fue así. En la ‘season finale’ de la sexta temporada pasaron muchas cosas que nos dejaron con la boca abierta.
Entre las distintas tramas que se cierran y abren en el episodio escrito por los ‘showrunners’ David Benioff y D.B. Weiss y dirigido por el británico Miguel Sapochnik (quien también rubrica el fantástico “La batalla de los bastardos”), se encuentra la del juicio de Cersei y Loras, que terminará con un desenlace deseado e imaginado por muchos, pero no por ello menos sorprendente.
El desenlace de la trama de Cersei
Varios elementos destacan en la planificación de escenas del cierre de trama de Cersei: en primer lugar, el montaje paralelo que muestra, por un lado, el interior del Gran Septo de Baelor, la sede de la fe de Poniente, donde aguardan el Gorrión Supremo y los miembros de la corte, y, por otro, la Fortaleza Roja, donde se encuentra Cersei, que espera y mira desde la ventana el Gran Septo.
En segundo lugar, la música. El montaje se envuelve con la maravillosa y desconcertante banda sonora de Ramin Djawadi, cuya pieza “Light of the Seven” es tan atípica como sugerente, con un juego de voces, órgano y cuerdas estremecedores.
Pero es quizá el diseño de vestuario para el personaje de Lena Headey uno de los elementos más impactantes que hace de la planificación del cierre de la trama algo inolvidable.
El vestido: símbolo de una nueva Cersei
El diseño de vestuario es fundamental en una producción para definir el carácter de un personaje. Durante los anteriores capítulos y hasta la humillación pública de Cersei al final de la quinta temporada, el personaje se caracterizaba por sus elegantes vestidos de colores rojo y dorado (emblema de los Lannister), largas mangas y ricos bordados.
Despojada de su pelo y su poder, cual Sansón, Cersei urde su venganza durante los diez episodios de la sexta temporada. A la espera del juicio en el Gran Septo, Cersei se viste. Pero no lo hace para asistir a su juicio. Lo hace para armarse de una coraza, para revestirse de fuerza y recuperar la posición que siempre ocupó en Desembarco del Rey.
El vestido que llevará Cersei es un reflejo de su nueva condición: dura, fuerte, oscura. No hay lugar para el adorno: tan sólo dos piezas metálicas unidas por una cadena cubren sus hombros. Más que adornos, son una armadura, y su traje, un uniforme militar que sitúa al personaje en un nuevo momento vital.
Curiosidades tras el vestido de Cersei
El diseño de vestuario para el personaje de Cersei en la escena es obra de la diseñadora y ganadora del premio Emmy Michele Clapton, que ya había trabajado anteriormente en la serie y que volvió para la creación del vestido de Cersei.
Cuenta Clapton que cuando le propusieron el encargo no pudo negarse, a pesar de que los tiempos eran ajustados (apenas cuatro o cinco semanas). Tan pronto leyó el guión tuvo claro cómo iba a ser el vestido y los primeros bocetos entusiasmaron a los creadores de la serie.
Una de las particularidades del vestido de Cersei es que está hecho de cuero, y recuerda bastante al tipo de vestuario que definía al personaje de Tywin Lannister, padre de Cersei. Según Clapton, tuvo claro desde el inicio que el traje debía ser de cuero y que tenía que conectar de alguna manera con Tywin. «Quería una silueta fuerte y distinguida. También quería que el vestido cortara sobre los tobillos, de tal manera que pudieras ver sus pies y, de nuevo, su fuerza.»
Otra curiosidad que destaca la diseñadora son los adornos que cubren los hombros de Cersei, muy similares a los de la mano de oro de Jamie. No hay, por tanto, decoración arbitraria en el vestido del personaje.
Como señalan en hellogiggies.com, el que Cersei lleve un vestido que tiene más de armadura que de galas que lucir en una coronación, remite a un momento de la primera temporada en la que Cersei echa en cara a su marido el rey Robert Baratheon que es él quien debe llevar vestido por su falta de carácter.
El un vestido hecho para celebrar la victoria, para mostrar la fuerza y el poder que caracterizarán a la nueva Cersei, capaz de hacer saltar por los aires a toda la corte por venganza.
En el momento que Cersei es coronada su vestido se sustituye por otro con ligeras pero trascendentes modificaciones. las hombreras recuerdan aún más a una armadura, y el estampado de cuero remite a unos pequeños soles. El cuero es obra de D’Alessio Galliano y la textura de brocado de London’s Altfield.
Según Clapton, «El negro era la elección más obvia. Está de duelo por sus hijos, su padre… pero hay algo más. Para mí, representa la muerte dentro de ella, así como el deseo de poder a cualquier precio. El efecto del brocado sobre la piel ofrece un sentimiento más complejo, sugiriendo que nada de lo que se consigue es fácil.»