Hace unas pocas semanas un gran amigo me ofreció colaborar con este nuevo proyecto, Magazinema. Yo acepté sin dudar, el cine es una de mis grandes pasiones, pero justo ahí llegó mi gran problema…. ¿Sobre que escribo?
Por mi cabeza pasaron millones de ideas: “¿Escribo sobre los estrenos mas comerciales?” o “¿Me hago el friki interesante y escribo sobre películas camboyanas para auto complacerme a mí mismo?”…
Al final deduje que lo más acertado y con lo que más satisfecho me quedaría sería relacionando esas grandes películas imprescindibles, clásicos que todos conocemos y que todos deberíamos de haber visto, con mi otra gran pasión, la historia, pero vamos a hacerlo de una manera un tanto peculiar.
Pensando, caí en la cuenta de que el 5 de diciembre se cumplían 80 años de la derogación, a través de Enmienda XXI a la Constitución de los EEUU, de la Ley Seca, esa inefable norma que impidió la manufactura, venta y transporte de alcohol en dicho país de 1920 a 1933.
Pero en esos años la población siguió demandando alcohol, eran los felices 20 y la gente quería celebrarlo, así que el alcohol era fabricado de forma clandestina o importado de países limítrofes, lo que produjo un crecimiento exponencial del crimen organizado, es la época de los gánster, de Al Capone, de las salas de fiesta clandestinas….
Al evocar mentalmente estas ideas, una serie de nombres rondaron por mi cabeza de manera persistente, Billy Wilder, Jack Lemmon, Marilyn Monroe, I.A.L. Diamond, Tony Curtis… Y es que mi mente solo pensaba en una de las mas grandes comedias de la historia del cine: ‘Con faldas y a lo loco’.
Esta genial comedia dirigida por el maestro Billy Wilder (‘El apartamento’, ‘En bandeja de plata’…), narra las peripecias de dos músicos sin fortuna, Joe (Tony Curtis) y Jerry (Jack Lemmon), los cuales, para su desgracia, presencian «la masacre de San Valentín» en el Chicago de 1929. Siendo ahora testigos de un asesinato cometido por unos mafiosos, ambos amigos no tienen más alternativa que disfrazarse de mujeres e ingresar en una banda de música femenina.
Lo que no imaginan es que una de las compañeras de banda será la exuberante Sugar Kane (Marilyn Monroe), de la cual Joe quedará perdidamente enamorado. Al mismo tiempo, Jerry sufre el acoso de un viejo magnate (Joe E. Brown) que quedará prendado de su “femenina” belleza.
La cinta consigue conjugar de manera extraordinaria dos géneros que, a priori, podríamos decir que son antagónicos: la comedia y el cine de gánster, presentándonos gags y escenas que no dejan de sorprendernos y que nos proporcionan 120 minutos de risas aseguradas.
A esta conjunción unimos las grandes interpretaciones que nos ofrecen una sensual Marilyn Monroe (a pesar de que se dice que tuvo graves problemas para memorizar el guion), un efectivo Tony Curtis, un magistral Jack Lemmon, el cual inicia aquí su fecunda relación cinematográfica con Billy Wilder, relación que nos dejaría grandes obras maestras como ‘El Apartamento’, ‘En bandeja de plata’ o ‘En primera plana’, y un entrañable Joe E. Brown.
En la película encontramos también algunas reseñas históricas, y es que era habitual en la época de la Ley Seca que salas de fiestas donde se vendía alcohol se camuflaran como funerales, tal como aparece en la cinta.
También sucedió realmente el hecho desencadenante de la película, ‘La masacre de San Valentín’, ocurrida en Chicago en 1929, atribuida en el film a “botines” Colombo, y en la realidad a Al Capone.
En resumen, si queréis adentraros en el EEUU de los felices años 20, de los gánster y de la Ley Seca, a la vez que no paráis de reír ni un minuto, debéis ver ‘Con faldas y a lo loco’, una de las, en mi opinión, mejores comedias de la historia del cine.