Cuando ahora se ve, en retrospectiva, los acontecimientos deportivos más relevantes de la segunda mitad del siglo XX se puede observar que, más allá del reconocimiento del atleta, era un silencioso duelo entre dos grandes bloques, el capitalista y el comunista. La Guerra Fría provocó una batalla para ver quién tenía más armas, quién tenía mayor tecnología y, claro, las áreas culturales y sociales no estaban exentas. El deporte y la cultura era la excusa ideal como forma propaganda, muestra de ello son las diferentes ediciones de los Juegos Olímpicos donde estadounidenses y soviéticos se miraban mordazmente.
El director del documental ‘Red Army’, Gabe Polsky, demuestra algo que la sabiduría popular conoce desde antaño: Los polos opuestos se atraen. Polsky es estadounidense, hijo de inmigrantes rusos que vivieron la época más dura del régimen soviético. Nacido en Chicago, muestra las contradicciones de nacer y vivir en un mundo capitalista y tener de herencia unas costumbres de la sociedad comunista. En cierta manera, este documental representa esto.
Este documental narra el vínculo que tuvo el régimen de la Unión Soviética y el equipo nacional de hockey sobre hielo, conocido mundialmente como “El Ejército Rojo”. Dicho grupo fue único en la historia del deporte con dos medallas olímpicas de oro y campeones de siete mundiales consecutivos. Principalmente contado por el líder del equipo, Slava Fetisov, que evoca una trayectoria excepcional: Aupado como héroe nacional y ejemplo a seguir pasó a ser tildado de enemigo público y condenado al ostracismo.
El paralelismo entre el gobierno y el equipo de hockey soviético hace que los logros deportivos se entremezclen con la historia social, cultural y político de un país que pasó de grandeza y esplendor a la más absoluta decadencia que trajo como consecuencia la actual Rusia. Polsky ha sabido aprender de uno de los cineastas más importante de la industria europea, el alemán Werner Herzog, que produce el filme. El director ha seleccionado los momentos más importantes de ese equipo soviético para hacer de la realidad un thriller con intrigas, traiciones y espionaje. Ni John Le Carré ni Patricia Highsmith hubieran podido elaborar tal oscura relación entre un gobierno y un equipo deportivo.
Es que el hockey sobre el hielo acaba convirtiéndose en un MacGuffin para mostrar una forma de entender la vida, un sistema político y unas contradicciones que, en la Rusia contemporánea, hacen daño a su propia población. Para ello están las declaraciones de los antiguos componente del equipo, que aparecen como viejas glorias decadentes en las que cada uno representa la manera en la que encauzar el presente, desde el pragmatismo a la amarga resignación. El ejemplo más fulgurante es el del capitán de la selección: Fetisov. Él representa a la URSS de la celebridad, del orgullo para pasar a ser aquella del declive, el ocaso a ser la Rusia práctica, corrupta y que ha abrazado al capitalismo más salvaje.
‘Red Army’ es un documental exquisito que tiene como fuente al maestro Herzog y sus magistrales crónicas como ‘Encuentros en el fin del mundo’, ‘Grizzly Man’ o ‘La cueva de los sueños olvidados’; como también a ese gran Wim Wenders y sus ‘Pina’ y ‘La sal de la tierra’. Un montaje frenético, una cuidada selección y juego de imágenes y unas declaraciones que provocan que los personajes se retraten ellos mismo hacen de este documental una demostración de que la realidad supera con creces a la ficción.