Dijo el propio Stephen Hawking que “La inteligencia es la habilidad de adaptarse a los cambios”. Aunque se piense que ‘La teoría del todo’ se trata de la primera producción cinematográfica en narrar la vida del célebre científico Stephen Hawking esto no es del todo veraz. Sus teorías científicas se han mostrado fehacientemente en documentales como ‘A Brief History of Time’, del aclamado Errol Morris, basada en el libro homónimo escrito por Hawking sobre sus explicaciones en la cosmología; o la serie documental de seis episodios ‘El universo de Stephen Hawking’, producido por la televisión pública estadounidense en 1997. Mención aparte está el telefilme que produjo la BBC ‘Hawking’, protagonizado por Benedict Cumberbatch, que fue también muy aplaudido.
Si algo tienen todas producciones en común es hablar sobre el Hawking científico, el teórico, el cosmólogo. Pero poco se ahonda en esa otra faceta, la personal. Para tal labor, el director James Marsh, ha hecho ‘La teoría del todo’ una nueva visión sobre el aclamado físico. Basada en la biografía ‘Viaje a lo infinito: Mi vida con Stephen Hawking’ de Jane Wilde Hawking, primera esposa del citado personaje. Este relato está centrado en la relación del astrofísico con Wilde, filóloga de profesión; desde que se le detecta la esclerosis lateral amiatrófica a Hawking hasta su separación. Se muestra esa lucha contra la enfermedad de la pareja.
Marsh es experto en contar la vida de celebridades y hechos históricos a base de documentales. En 1990 hizo el cortometraje ‘The Animator of Prague’, sobre la vida del genio de la animación checo Jan Svankmajer; en 2008 realizó el excepcional documental ‘Man on Wire’ sobre el funambulista francés Philippe Petit, que atravesó las extintas Torres Gemelas de Nueva York a través de una cuerda floja; y en 2011 hizo ‘Proyecto Nim’, sobre el experimento que se hizo en los 70 sobre criar un bebé chimpancé entre seres humanos. En ‘La teoría del todo’, Marsh combina el recrear los puntos más notables de la vida de un personaje célebre con una elegante puesta en escena.
Realmente, ‘La teoría del todo’ contiene los propios ingredientes para realizar un correcto y notable biopic. No se refleja una innovadora puesta en escena y evita el crear una película de superación personal con el cénit como logro definitivo. Marsh ha sabido conjugar y contener las emociones de unos personajes que, en manos menos profesionales, hubieran caído en el melodrama barato. El centrarse en la vida personal del científico es comprensible; puesto que parte de las memorias de su primera mujer, aquella que estuvo detrás de la gran mente de Hawking durante 25 años de matrimonio. Porque esta película es más un homenaje a esa dedicada figura conyugal que a los honrosos trabajos del astrofísico.
Y para tal función, Marsh ha escogido sabiamente su elenco. La pareja protagonista, Eddie Redmayne y Felicity Jones. Él se convierte increíblemente en el cosmólogo. Galán por naturaleza, el actor británico juega con la comunicación no verbal durante todo el metraje, irradia pasión por esa profesión que se antepuso a cualquier relación personal. Y está Felicity Jones, ella es la verdadera protagonista de la película. La actriz es la que lleva casi toda la carga emocional e interpretativa, incluso más que su partenaire, cuyo esfuerzo mental y físico ya es soberbio. Jones representa a esa mujer con una fortaleza fuera de lo común, ella es la esposa entregada, la madre sacrificada, la enamorada que ve perder su juventud pero que no le importa porque su fuerza por ayudar a su marido supera lo humano. Mención especial para esa bella banda sonora, compuesta por Jóhann Jóhannsson, que da un toque minimalista que ensalza esa elegancia natural del filme.
Gracias a su fantástica dupla, como de unos personajes de reparto también correctos, ‘La teoría del todo’ no se convierte en el típico biopic de ensalzamiento del personaje. Se echa en falta mayor ambición del director y los guionistas; aunque, ‘La teoría del todo’ es una obra sensible, respetuosa y elegante. Como dijo Hawking: “El universo no solo tiene una historia, sino cualquier historia posible”. Puede no ser la gran película sobre el teórico pero cumple honradamente con sus objetivos.