Crítica de 'Arthur' (Simon Cellan Jones, 2024)

Mikael Lindnord, el capitán del equipo sueco de atletismo de aventura, tuvo un extraño encuentro durante la carrera de 400 millas en la jungla ecuatoriana, cuando en su camino se cruzó un perro callejero. Tras el momento en el que Lindnord le alimentó, el perro le siguió por el resto del recorrido, haciendo incluso los tramos más complicados del planeta. Tras finalizar la carrera, Lindnord decidió adoptar la perro y llamarlo Arthur y llevarlo con él a Suecia.

Una cosa es cierta: si hay un perro, gato o cualquier animal así «guapote» mi parcialidad agarra la puerta y se da una vuelta por el vecindario. Saben sacarme una sonrisa estas películas, eso es así; y lo veo algo muy inteligente por su parte puesto que están creadas para ello. Ergo su función principal está más que bien realizada, algo que ya de por sí es, en ocasiones, bastante complejo de encontrar en el amplio repertorio cinematográfico de hoy en día. En este caso tenemos en ‘Arthur’ esto, pero mucho más, puesto que la historia que además está basada en hechos reales une aventura y deporte, con enseñanzas importantes sobre el compañerismo, el altruismo y la superación.

De los aspectos más importantes de ‘Arthur’ es, sin duda, ese reparto maravilloso encabeza por Mark Wahlberg. Este es el líder absoluto del elenco completo, el cual nos ofrece un tierno y divertido personaje que encarna muchos de los aspectos más simpáticos que pudiéramos pensar para un protagonista. Su manera de ir guiando la trama de la película hace que estemos en contacto continuo con todo lo que nos levanta una sonrisa de la cinta, con todo lo agradable de la misma, y que incluso en los momentos más complejos de su contenido estemos embriagados por la ternura que envuelve su relación con Arthur, este precioso perro que cruzó la jungla para encontrar un hogar y que consigue que lo sintamos también como un protagonista más. Nathalie Emmanuel, Simon Cellan Jones y Simu Liu completan este reparto principal protagonista que, contando al gran Arthur, formarían cinco interpretes que hacen un trabajo especialmente bello en esta película.

Así pues, y a pesar de que no es excesivamente inmensa en ningún aspecto cinematográfico (aunque bien podríamos destacar su bella fotografía natural), ‘Arthur’ es una buena manera de pasar 90 minutos disfrutando por su sencillez, calidez y cercanía con el público desde bien temprano. Ojo que puede parecer poco, pero estamos hablando de un trabajo mastodóntico esto, y que reafirma una vez más que hacer las cosas bien, cuando la historia que tienes frente a ti es llamativa a pesar de su sencillez, es muy fácil; y que las emociones que puedas sacar en el público son un gran porcentaje del éxito que vaya a tener el trabajo.

En definitiva, ‘Arthur’ es un entretenimiento efectivo, precioso y con mucha moraleja en la mayora parte de su metraje, donde vamos viendo como los protagonistas pasan por una multitud de estados y como, al final, Arthur tiene una especie de aura que les ofrece una fuerza extra. No pasará a la historia como una de las mejores películas jamás vistas, obvio, pero si que tenemos una obra muy inteligente, muy cariñosa y que hace algo maravilloso por el ser humano: sacarle una sonrisa continua.