El ser humano es una criatura maravillosa capaz de conseguir grandes logros y avances que sorprenden a propios y extraños, pero a su vez, también puede ser la criatura mas autodestructiva que jamás ha pisado el globo terráqueo. El mayor ejemplo de esta autodestrucción es, sin duda, la “solución final” nazi o el exterminio del pueblo judío que intentaron llevar a cabo los integrantes del III Reich alemán con su líder, Hitler, a la cabeza. Mas de seis millones de personas fueron asesinadas en este verdadero holocausto, siendo el lugar donde mayor número de muertes se produjeron el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau.
Películas sobre el holocausto judío hay muchas y muy premiadas: La vida es bella, el pianista, la lista de Schindler… Sin embargo, es una película poco conocida la que mejor refleja la crudeza y la vileza de los hechos acaecidos dentro de estos campos de exterminio, esta película es La zona gris. La zona gris es una película dirigida por Tim Blake Nelson en el año 2001 y protagonizada por David Arquette, Harvey Keitel y Steve Buscemi.
Sin embargo, lo mas importante de esta película no es su equipo técnico o su elenco de actores, es la desgarradora historia que cuenta. Narra la historia del XII Sondekommando judío en Auschwitz, pero…¿que es un Sonderkommando?
Los sonderkommandos eran unidades de trabajo, compuestas habitualmente por judíos, encargadas de conducir a los integrantes de los “trenes de la muerte” hacia las cámaras de gas, y posteriormente llevar los cadáveres hacia los hornos crematorios. La película es un fiel y duro reflejo del trabajo que realizaban estas unidades, capaces de engañar a sus semejantes y darles infundadas esperanzas antes de entrar en la cámara de gas (magnifica en que piden que recuerden en que percha dejaron sus pertenencias para recogerlas después de la “ducha”), capaces de conducir el cadáver de su esposa e hija al crematorio por vivir unos días mas…
Mientras que una mayoría de las películas sobre el holocausto nos narra historias de supervivencia, la zona gris nos habla de los que de verdad estuvieron en el infierno, de los que perdieron la esperanza, de los que día tras día miraban a la muerte a los ojos, de las verdaderas víctimas de la locura nazi. Es por ello que es una película de obligada visión , ya que, en mi opinión, el conocer la historia en toda su crudeza evitará que los hombres, las criaturas mas autodestructivas del planeta, vuelvan a repetirla.