Cuando la ley marcial termina en 1987 en Taiwán, dos estudiantes, Chang Jia-han (A-han) y Wang Bo Te (Birdy), se enamoran en medio de la presión familiar, la homofobia y un cambio social que llega lentamente a una sociedad demasiado conservadora. Cuando Birdy llega a una escuela secundaria católica exclusivamente para varones, la percepción del mundo de A-han se ve sacudida, quedando sus vidas marcadas, por el tiempo que ambos comparten mientras se adentran en la etapa adulta.
Hay actores que no necesitan presentación, es el caso de la pareja protagonista de esta película. Edward Chen y Tseng Jing-Hua levantan pasiones allá donde van gracias a su calidad interpretativa y a lo distinto y arriesgado de las propuestas que aceptan en las que ofrecen un repertorio fascinante de emociones y vulnerabilidades al espectador que se acerca a disfrutar de su talento.
‘Llevo tu nombre grabado’ pronto se volverá en una de esas películas que vuelves a ver buscando un lugar lleno de intensidad, deseo y confusión como solo un primer amor puede generar. Esta es una de esas películas en las que el título lo dice todo de forma poética y magistral, pues la huella que los dos protagonistas dejan el uno en el otro, así como en quienes les rodean, queda grabada con tinta invisible en sus pieles y a fuego en los años y decisiones que les quedan por vivir y tomar hasta el día que mueran.
¿Cuál fue la mayor locura que hiciste de joven? ¿Enamorarte? ¿Rebelarte? ¿Cuándo fue la última vez que viviste en el momento y no pensaste en las consecuencias? El viaje de emociones que rozan el extremo, independientemente de que hablemos de tristeza o felicidad, rebosan en un guion que nos hace recordar quienes fuimos en nuestra juventud incluso si nuestra vida no fue para nada como la de los protagonistas. Es ahí donde reside la belleza de ‘Llevo tu nombre grabado’, en la innegable humanidad de su despertar sexual, autodescubrimiento y aceptación o evasión mientras todo cambia en esa etapa que nos lleva de la protección del hogar y el colegio a la vida adulta donde estamos solos ante el peligro y el peso de nuestras decisiones.
Las lecciones de vida que nos deja el guion de ‘Llevo tu nombre grabado’ van más allá de las reflexiones que se muestran continuadamente sobre la aceptación y el miedo a lo desconocido. Presenciamos el acoso escolar que sufren aquellos jóvenes que deciden con valentía no ocultar quienes son ni que quieren, mientras que, a un mismo tiempo, se recalca, gracias a las reflexiones de los personajes que van apareciendo, que es infinitamente triste casarse sin amor dentro de la pareja solo por ser una convención social a la que nos «vemos empujados», al igual que es de una profunda irresponsabilidad tener hijos sin quererlos.
¿Por qué es pecado querer a alguien si no se le hace daño a nadie? Este dilema tan viejo como la vida misma se vuelve pivotante para Chang Jia-han, el joven no consigue entender como puede prohibirse algo que para él solo destila amor, respeto y belleza. Es muy acertada la puesta en escena y el enfrentamiento que se realiza entre Chang Jia-han y su fe, así como el dilema moral que el joven lanza sobre su profesor de música, que a un mismo tiempo es el cura y guía espiritual, de la escuela católica a la que los jóvenes asisten.
Con la lapidaria frase «Quizá en el infierno me quieran» sentimos nuestro corazón resquebrajarse en mil pedazos, quedando impactados por la profundidad de las palabras y por el dolor que rebosan en un alma que no es capaz de entender como puede estar prohibido querer bien. La vulnerabilidad y fragilidad de las jóvenes almas que se nos presentan chocándose contra el muro de la intransigencia y el miedo al cambio de los adultos te dejará con mucho que pensar incluso cuando la cinta haya acabado.
Una banda sonora para todos los tiempos
Sin importar cuando veas esta película su banda sonora se quedará en tu memoria como una de las bandas sonoras mejor cuadradas y acertadas que jamás hayas visto. Te traspasa desde el primer minuto y no te recuperas de ella pues rápidamente queda íntimamente ligada a las secuencias visuales tornándose inolvidable. No nos extraña que el tema principal lleve más de 63 millones de reproducciones en Youtube.
Pero, ¿sabes que más tiene ‘Llevo tu nombre grabado’? una escena ‘de cine’ con un proyector que parpadea y baña a uno de los protagonistas mientras el otro admira con fascinación la escena. Si estás aquí leyendo porque eres una enamorada de la película seguro estas palabras ya te han hecho recordar la escena y estás con una sonrisa en la cara, si no es así, las recordarás cuando la veas mientras esa sonrisa se va dibujando irremediablemente en tu rostro.
Si aun no has visto la película LGBTIQ más taquillera en la historia de Taiwán, así como la película taiwanesa más popular de 2020, solo puedo instarte a hacerlo sabiendo que recibió cinco nominaciones al premio Golden Horse, ganando Mejor Fotografía y Mejor Canción de Película Original, lo cual ya habla de la belleza de su composición visual y sonora. ¿Te atreves con la historia de Birdy y A-Han? El primer amor siempre es de película y la suya es una historia real, honesta e inolvidable que no te dejará indiferente.
Tráiler de ‘Llevo tu nombre grabado’
¿nos encanta?
Overall
-
Fotografía
-
Interpretaciones
-
Guion
-
Originalidad
-
Banda Sonora
-
Edición y montaje