De origen israelí y residencia americana, el cineasta Ido Fluk viajó a sus raíces en la colectiva ‘Never Too Late’ y se estrenó en territorio estadounidense con la turbulenta y psicológica ‘The ticket’, protagonizada por Dan Stevens. Con ‘Köln 75′, aplaudida en la última Berlinale, disuelve la cuarta pared y salta al compás de la trepidante Vera Brandes, leyenda del escenario musical de la Alemania setentera.
Su tenacidad, a los dieciocho años, haría posible un concierto emblemático: El que ofreció el pianista Keith Jarret, exhausto y aquejado de la espalda, sobre las teclas magulladas de un viejo Bösendorfer en la Ópera House de Colonia. La grabación de The Köln Concert, el recital al que jugó todo en contra para no celebrarse, se convirtió en uno de los directos más vendidos de la historia de la música.
Mariasun Miquel: El cine nos ha regalado biopics de grandes artistas, hablándonos de cómo influyeron en sus trayectorias parejas o relaciones sentimentales, pero tu película es una “rara avis”. Aquí la estrella es una promotora musical.
Ido Fluk: Se hacen películas sobre músicos, música… y siempre es lo mismo una y otra y otra vez. Cambia, sí, la banda sonora, pero la historia no. Yo quería enfocarme sobre alguien que siempre está en la sombra. Nunca se ha hablado de los promotores musicales. Y créeme, fue algo que me inspiró.
Mariasun Miquel: Vera Brandes tuvo una notable carrera en la industria musical alemana y nadie había reparado en sus logros. ¿El hecho de ser mujer tampoco ha favorecido el reconocimiento?
Ido Fluk: Ser mujer no ha ayudado. Probablemente, entre muchas razones. Cualquiera que conozca a Vera se enamora de ella. Vera infecta con su propio virus. Es imposible no seguirla una vez que la conoces. Tiene una presencia tan fuerte, una tremenda energía, un encanto… Pero, ya sabes, en este mundo no se suele celebrar a las Vera Brandes que existen.
Mariasun Miquel: El famoso The Köln Concert, de Keith Jarrett, fue un recital jazzístico. ‘Köln 75’, en su tono y andamiaje, crepita a ritmo revolucionario. ¡Es muy punk!
Ido Fluk: Desde luego, cuenta una historia de los 70 con una heroína completamente punk. A Vera le gustaba el jazz, pero es una mujer al fin y al cabo que decide hacerse con una idea y ponerla en práctica. Ella nunca escuchó ni hizo caso a muchísima gente que le decía “no debes hacerlo, esto es imposible…”. Es la historia de una rebelde. Yo diría que es una historia punk rock, incluso con una banda sonora punk rock.
Mariasun Miquel: El concierto más recordado de Keith Jarret fue en manos de un piano roto. Será verdad que Dios escribe recto en renglones torcidos…
Ido Fluk: Creo que esta película es la historia de todas las películas, de cualquier creación artística. Si lo piensas como cineasta, te enfrentas a un piano roto cada día. Cualquier artista tiene que resolver el problema del piano roto. La vida misma es un piano roto. ¿Qué es lo que hace el artista? Intentar superar los obstáculos.
Mariasun Miquel: ¿Celebrar los desperfectos?
Ido Fluk: Soy de la opinión de que hay que abrirse a los errores. Dejar que lleguen. A los comienzos falsos, que se mencionan en la película. ¡Cuántas grabaciones tuvieron falsos comienzos, es decir, erróneos…! No hay que buscar la perfección, es aburrida.
Mariasun Miquel: Aunque la película está producida en Europa, tienes establecida tu base en Nueva York. ¿Cómo percibes la temperatura del cine independiente americano? ¿El viejo continente siempre será el epicentro artístico de la creación audiovisual?
Ido Fluk: Sí, puedo identificarme con Keith Jarret, que se marcha a tocar jazz a territorio europeo, ¿sabes? Hay muchos cineastas americanos que se van a hacer películas a Europa, ya que la situación del cine independiente aquí es realmente mala. Pero a mí me gusta la tensión. Esa tensión entre el comercio y el arte siempre han existido. Keith se fue a improvisar una forma de arte americana, totalmente negra y la expandió. Yo me siento un poco puente. Me gusta trabajar en Europa, con personas diferentes y conseguir a través de las dificultades continuar hacia delante. Es verdad que espero que la situación en Estados Unidos cambie, pero tampoco tengo miedo. Creo que esa lucha no es de hoy. Ahora existe con el cine y mañana será con otra cosa. El mundo se mueve todo el tiempo y tendremos que adaptarnos.
Mariasun Miquel: ¿Les toca el turno a los verdaderos referentes entre tanto falso ídolo?
Ido Fluk: A ver, no es mi cometido decir a la gente lo que debe creer o no. Lo que sí quiero es poner el foco en algo interesante, no en lo que debería serlo. Esta mujer con 18 años fue capaz de abrir la puerta de casa y de cambiar el mundo de la música. Nadie lo ha dicho nunca, pero sin ella, el concierto de Colonia, el famoso concierto, nunca hubiera existido. Fue un hito en la historia del Jazz. Me parece muy importante que esto se muestre ahora en el mundo actual, sobre todo para que lo vean los jóvenes. Que no acepten un no, que alguien les diga que no pueden avanzar en esa dirección. Porque se puede avanzar. Este es el espíritu.