El dramaturgo y autor ruso Antón Chéjov dijo: “Las personas que viven solas siempre tienen algo en su mente que estarían dispuestos a compartir”. Una de las figuras más interesantes del cine alemán actual es Christian Petzold estrenó recientemente su última película, ‘Phoenix’, premio FIPRESCI en el Festival de San Sebastián 2014 y premio a la Mejor Actriz de Reparto en los últimos Premios del Cine Alemán.
Nelly Lenz vuelve a Berlín proveniente de Suiza. Sin embargo, antes Nelly –que fue cantante antes de la guerra– estuvo atrapada en un horrible campo de concentración. Ahora, con la cara desfigurada, regresa a su ciudad para poder reconstruir su rostro gracias a un eminente cirujano. Tras la operación, la mujer se adentra en una ciudad que apenas reconoce con un objetivo: Reencontrarse con su marido, un pianista que le acompañaba en los conciertos. Sin embargo, cuando da con él, el encuentro no es como ella se hubiera imaginado.
Christian Petzold es uno de los cineastas más interesantes de Alemania. Su cine está enmarcado en un tipo de cine social urbano. Sus protagonistas son normalmente personas en riesgo de situación, avezados sátrapas que escalan o personajes tristes de su destino. Pese a tratar temas sociales como otro realizador compatriota suyo, Fatih Akin, el estilo de Petzold, muy ácido y crítico, tiene reminiscencias del cine de uno de los iconos del Nuevo Cine Alemán: Rainer Werner Fassbinder. No es de extrañar, ya en esta ocasión ha vuelto a contar en el apartado de guión con Harun Farocki, tristemente fallecido antes de estrenarse la película en su país natal, uno de los cineastas contemporáneos a Fassbinder y Wim Wenders.
Como en su anterior película, ‘Barbara’, Peztold viaja al pasado de Alemania, aunque esta vez va más allá de la Guerra Fría y se adentra en la posguerra de la Segunda Guerra Mundial. Tema complicado el de la Segunda Guerra Mundial, sobre todo por la cantidad de películas que se han hecho (la última en llegar a España fue la notable ‘La conspiración del silencio’). Sin embargo, este relato podría haberse mostrado en otra época y en otro lugar. La posguerra alemana sirve de telón de fondo para darle mayores capas de lectura a un filme donde la inevitable venganza hará acto de presencia.
Pese a ser eso: Venganza, lo que acecha durante todo el metraje del filme, es, ante todo, no olvidar el pasado. Nelly, tras la operación, no se reconoce ante el espejo, ve a una desconocida, una metáfora de cómo Alemania intentó hacer como si no hubiese pasado nada en los primeros años de posguerra. Sin embargo, el encuentro con su marido será el que propicie que un drama de época se convierta en un ansioso thriller que tiene tintes del ‘Vértigo’ de Alfred Hitchcock y ‘El matrimonio de Maria Braun’ del ya nombrado Fassbinder. Un melodrama en el que la heroína resucita cual ave fénix, ya no es la misma tras lo que sucede en la película. No es tanto el trauma de haber padecido horrores inimaginables en un campo de concentración, que también, sino el hecho de descubrir que aquello que más amaba no era lo que parecía.
Con un acto final en el que el melodrama culmina con ese leitmotiv que es esa canción titulada ‘Speak Low’ de Kurt Weill. La heroína ha cumplido con su objetivo: No ser olvidada y tampoco es la mujer frágil que era. Un increíble e interesante relato que viene reforzado por ese dúo de actores que son Nina Hoss (musa indiscutible de Petzold) y Ronald Zehrfeld. Ambos se baten en un intenso duelo interpretativo que, junto con su cuidada y elegante ambientación, hacen de ‘Phoenix’ una de las películas más intensas de este año.