Crítica de ‘La visitante’ (C) (Tony Morales, 2024), magistralmente terrorífico.

Una joven influencer se encuentra sola en su casa durante la noche hasta que su soledad se ve interrumpida por una inesperada visita.

El alimento es vital para que algo funcione. Para tu mover el cuerpo, es necesario el alimento; para que un coche ruede es necesario alimentarlo de gasolina; para que tu móvil no se apague es necesario alimentarle la batería. En la historia que nos plantea ‘La visitante’ con sus escasos minutos de metraje el alimento es crucial, indispensable, para que termine resultando un trabajo bueno, un ejercicio que al público le parezca notable y que le aporte algo. ¿Y cómo se alimenta la propia historia? Con paciencia, con una despiadada calma y con un descaro absoluto de Tony Morales y Fer Zaragoza para ir creando indisposición, nervios y escalofríos. Desde ahora ya lo digo: ‘La visitante’ es un cortometraje de terror descomunal.

Y descomunal es puesto que atisba como sacar provecho del terror que tiene la historia que nos cuenta y ejercita a toda la banda para que toque al tempo perfecto en su ejecución, dejando como resultado un cortometraje terrorífico. En la historia nos encontramos con una joven influencer; una mujer que disfruta tranquilamente de su trabajo con el móvil y que no tiene mayores preocupaciones; poses en la cama y sonrisas varias después, esto cambia, y una visita en mitad de la noche desencadena todo el nudo de la historia. Un nudo que demuestra que se puede crear un aura incómoda con muy poquito.

Y es que en ‘La visitante’ se juega con algo que, a mi parecer, ha sido ejecutado con una soberbia maestría: el silencio. Durante instantes del cortometraje tenemos un silencio absoluto, que casi deja escuchar los pasos de la mujer por el piso, y eso que está en calcetines. Este significativo silencio ofrece una presión constante al espectador; le sienta como un puñal directo al pecho, ya que se siente como un paso del tiempo lento y sin solución ante la situación en la que se encuentra la protagonista. Ese manejo perfecto del mutismo es de capital importancia para el devenir de la breve pero intensísima y acertada historia que es ‘La visitante’.

A dicho silencio unimos algo con lo que jugar es un riesgo pero que ha salido a la perfección: la luz. Bien importante es en el cine de terror la oscuridad, las sombras, jugar con la luz, con la ausencia de la misma… y en esta ocasión Tony Morales ha ejercido aun más presión con una fría y distante luz que, a pesar de encontrarse en lo que sería la casa, el hogar de una persona, refleja incomodidad constante en su visionado. Jamás encuentra sosiego en la casa en la que se desarrolla la historia, a pesar de ser preciosa y el lugar donde nuestra protagonista vive. La luz que proviene del móvil es en la mayoría de las ocasiones la única fuente intensa de la misma, y el ambiente de oscuridad que se acerca a la pantalla, muchas veces desde los cuatro costados como una viñeta, son un yunque aplastando gelatina y otorgando a ‘La visitante’ una ambientación que abraza a la historia de terror y le da un plus aún mayor. Amén a esa paleta cromática con tonos verdosos extremadamente fríos que te sitúan en un plano más extremo y en el que los vellos de punta que se te ponen por la situación no encuentras abrigo en la temperatura del cortometraje.

Claro que si hay algo que podemos destacar también es la interpretación de María López Brotón. La actriz utiliza en todo momento una cantidad de expresiones faciales que alimentan la angustia que ya se posee de por sí. La ves sufrir, pasarlo mal debido al miedo que fluye por su cuerpo y que casi puede divisar, y todo ello lo hace enfrentándose a planos muy cercanos y de una intensidad muy alta, casi sin descanso. Su trabajo hasta el clímax del cortometraje lleva el peso completo de esta historia que dirige Tony Morales, y no es simple cuando se cuenta tanto en tan poco tiempo.

En definitiva, disfrutad con ‘La visitante’. Su manera de estar creada, su poderosa historia, fotografía, gestión del terror y del silencio y una interpretación absolutamente plausible hacen que sea una obra portentosa. Un joya total.

Overall
4.4
  • Originalidad
  • Fotografía
  • Edición y montaje
  • Banda Sonora
  • Guion
  • Interpretaciones
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El HorrOrigins Film Festival de Tucson (Arizona, Estados Unidos), uno de los festivales de género fantástico y terror más relevantes del panorama actual, acogerá el estreno de ‘La visitante’, el nuevo corto de terror del director malagueño Tony Morales, cuyos anteriores trabajos han sido seleccionados en más de 500 festivales, obteniendo más de 150 premios internacionales.

Tras haber conseguido el Premio Fugaz y la Biznaga de Plata del Festival de Cine de Málaga por el cortometraje ‘Alicia’, el director malagueño se ha convertido en uno de los cineastas imprescindibles en los circuitos de festivales de género fantástico y de terror. Y es que los números le avalan. Sin ir más lejos, ‘Alicia’, actualmente en distribución, lleva más de 15 premios y más de 70 selecciones en festivales internacionales.

Rodado en Arganda del Rey y escrito por Fer Zaragoza y el propio Tony Morales, el corto nos presenta a una joven influencer que se encuentra sola en su casa durante la noche. Pero, su soledad se verá interrumpida por una inesperada visita.

Protagonizado por María López Brotón y Alberto Tierrez, en ‘La visitante’ el malagueño busca llevar al límite la esencia del terror, como ya hizo con ‘Alicia’‘Hada’ o ‘Abracitos’. El cortometraje es una producción de Héqate Producciones, Tresimedia y Pickety Witch.

‘La visitante’ cuenta con la colaboración de Nails Factory, Welab, Ayto. Alhaurín el Grande, Antonio Eloy Escuela Profesional, Nueva Moda Producciones, Kapyderm y Ayto. Alhaurín de la Torre.


Crítica de ‘Alicia’ (C) (Tony Morales, 2023), provecho a cada segundo.

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