Uno de los capítulos de la magnífica miniserie documental de la cadena PBS sobre la historia de las series de la televisión estadounidenses, America in Primetime (2011), está dedicado a analizar la evolución de la figura de la mujer y de los roles que se le han asignado tradicionalmente en las historias de ficción. Los personajes de las mujeres de la prehistoria televisiva eran generalmente amas de casa que actuaban como sostén de la familia. Sumisas, siempre alegres y perfectas, su misión en la vida giraba en torno a su marido e hijos y al trabajo dentro del hogar. Los guionistas no inventaban. Reflejaban en sus ficciones el rol que las mujeres estadounidenses ocupaban en la sociedad de su época: el de esposas y madres.
"Independent Woman", el título del episodio dedicado a las mujeres, ayuda a entender el proceso de evolución de los personajes femeninos (tanto en la ficción televisiva como en la sociedad norteamericana) desde los años 50 hasta nuestros días.
Así, la imagen de la mujer partió de un limitado carácter secundario como "mujer de" a conquistar, poco a poco, su lugar como individuo dentro de la sociedad. En esta trayectoria la identidad de toda serie, como se indica el documental, descansa sobre los hombros de las series que llegaron antes. En este sentido, para que hayamos podido conocer a la Alicia Florrick de The Good Wife (CBS, 2009-), han sido necesarias muchas buenas esposas televisivas que nunca lograron traspasar el umbral del hogar. La independencia personal que conquista el personaje interpretado por la actriz Julianna Margulies sólo se ha podido alcanzar gracias a personajes femeninos que, lentamente, y a lo largo de las décadas, fueron rompiendo las barreras impuestas. Y es que de la Jane Hyatt de Father Knows Best (CBS, 1954-1960) hay un abismo con la deslenguada Rosseanne Barr de Rosseanne (ABC, 1988-1997) o con la independiente periodista que interpreta Candice Bergen en Murphy Brown (CBS, 1988-1998).
En MagaZinema hemos querido hacer un recuento de las buenas esposas televisivas más interesantes bajo nuestro punto de vista. Si nos hemos dejado alguna de tus favoritas, déjanos un comentario.
Alicia Florrick. The Good Wife (CBS)
No es casualidad que el drama legal creado por Michelle y Robert King tenga como título el (en cierta medida) irónico "La buena esposa". Al inicio de la serie, nos encontramos con su protagonista, Alicia Florrick, humillada por los escarceos sexuales y los escándalos políticos de su marido, Peter, un influyente político de Chicago. Pero, a lo largo de los capítulos, Alicia toma conciencia de sí misma, de su poder, del papel que puede y debe desempeñar fuera de lo que tradicionalmente se ha establecido para ella. Y cambia. Deja de ser "la buena esposa".
The Good Wife (CBS, 2009-) muestra el proceso que lleva a un ama de casa de los suburbios de Chicago a convertirse en una exitosa abogada en un prestigioso bufete. No se trata de una historia de superación. Alicia Florrick estaba llamada a ser una mujer de éxito: licenciada en derecho en Georgetown, abandonó la práctica legal al casarse y tener familia. Cuando en los primeros episodios el personaje se ve empujado de nuevo al competitivo mundo laboral, advierte lo equivocado de su decisión.
Entendido esto, podemos ver una Alicia Florrick que opta por la libertad y la reconstrucción, no sólo personal sino también profesional. Manteniendo el cuidado de su familia en un mismo plano que el de su desarrollo profesional, el personaje se enfrenta a un proceso de liberación de su idea de lo que debe ser una "buena esposa". Porque, a pesar de la ambigua relación que mantiene con su marido, del que está separada pero no divorciada, Alicia va construyéndose a sí misma como una mujer independiente capaz de tomar sus propias decisiones y de entender que la bondad y la confianza en los demás no siempre ayudan a alcanzar la felicidad. La "buena esposa" ha mutado. Es otra pero, al mismo tiempo, la misma. Ha sacado las uñas.
Carmela Soprano. The Sopranos (HBO)
Carmela Soprano es uno de los personajes más contradictorios de la serie creada por David Chase para la HBO en 1999. En The Sopranos (1999-2007), el personaje interpretado por la gran Edie Falco es un claro ejemplo de ese tipo de "buena esposa" de la mafia tal y como se había mostrado hasta el momento en el cine y televisión.
El caso del personaje de Carmela Soprano es el de una mujer inteligente y brillante que lo deja todo por casarse con un hombre al que ama pero que, en el fondo, teme. Uno de los rasgos de Carmela Soprano es precisamente la contradicción, el estar gravitando continuamente entre dos polos opuestos. Así, es interesante la dualidad que en su interior se establece entre las creencias religiosas que le llevan a buscar la absolución de sus propios pecados, y un materialismo feroz que le obliga a engañarse a sí misma para evitar ser honesta y reconocer que todos los caprichos y lujos que le concede su marido, el temible capo de la mafia de New Jersey Tony Soprano, provienen de actividades delictivas.
Carmela Soprano es la buena esposa de largas uñas y peinados perfectos que no hace preguntas; la mujer comprensiva y tolerante no sólo con las infidelidades de su marido, sino también con su faceta más violenta y peligrosa.
Aún así, el personaje evoluciona lentamente a lo largo de las temporadas, aunque no es capaz de desligarse totalmente de su papel de "buena esposa" de la mafia. Pese a ello, es y siempre será uno de los mejores personajes de la historia de la ficción televisiva por su multitud de (contradictorias) capas psicológicas. La adoramos.
Maggie Hart. True Detective (HBO)
De la mente del guionista y productor Nic Pizzolatto han surgido algunos de los personajes de televisión más atractivos de las últimas décadas: el pesimista detective Rust Cohle y el bonachón y familiar Marty Hart de True Detective (2014-). Pero, también, una de las creaciones de "buenas esposas" más interesantes de la temporada de estrenos de este año.
En la ficción de la HBO Maggie Hart (interpretada por la actriz Michelle Monaghan) se presenta como el inestable vértice que conforma el triángulo de Rust, Marty y ella. Maggie ofrece la imagen de una cariñosa y abnegada esposa trabajadora y madre, pero hay un trasfondo mayor en el personaje creado por Pizzolatto. Maggie va más allá de la imagen de buena esposa. Representa un ideal de familia evanescente: la familia que Rust ha perdido en el pasado y la que Marty perderá en el futuro.
Al inicio de la temporada, como Carmela Soprano, su personaje es consciente de los engaños de su marido, aunque mantiene la situación por el bien de la familia. Sin embargo, según avanzan los acontecimientos dramáticos de la serie, es evidente que el personaje va tomando conciencia de su valía. Por ello decide poner fin al matrimonio, no sin antes acometer una sutil venganza yendo a la casa de Rust para mantener relaciones sexuales con él, sabiendo que ésto será el detonante de la ruptura definitiva no sólo de su matrimonio, sino también de la relación personal y profesional que mantienen los dos detectives.
La angelical Maggie de los primeros episodios se muestra ante el espectador como uno más de los individuos con una oscuridad propia de la que Rust habla una y otra vez a lo largo de la primera temporada. Esconde algo y el espectador no tiene del todo claro qué pueda ser. Desde luego, no es inocente como se podría pensar en un principio. Ningún personaje de True Detective es bueno por sí mismo. Todos esconden una naturaleza oscura. Incluso Maggie.
Jackie Peyton. Nurse Jackie (Showtime)
Showtime tiene debilidad por los personajes disfuncionales y la protagonista de la "dramedia" que estrenó en 2009, Nurse Jackie, no iba a ser menos. La enfermera interpretada por Edie Falco, quien fue capaz de sacudirse de un plumazo la imagen que de ella teníamos asociada con la Carmela de Los Soprano, es todo lo opuesto a una buena esposa. Aunque intenta serlo.
En Nurse Jackie su protagonista, Jackie Peyton, es una mujer que ha optado deliberadamente por llevar una doble vida: diligente madre y esposa dentro del hogar, adicta a las drogas en su trabajo y en su vida diaria. En Jackie se entremezclan los opuestos pero, fundamentalmente, el personaje creado por Liz Brixius, Evan Dunsky y Linda Wallem se define por la mentira y el engaño. Engaño dentro del hogar, donde su marido no sospecha de sus adicciones y de la relación extramatrimonial que mantiene con un compañero de trabajo, engaño dentro del hospital donde trabaja, donde desconocen que está casada y tiene dos hijas, y engaño hacia sí misma, porque no es capaz de reconocer que es una adicta.
La serie parece plantear lo artificioso de esa imagen de buena madre y esposa trabajadora, imagen, idealizada por la sociedad, que Jackie necesita disociar y desdoblar para mantener, de alguna forma, la cordura.
Sabedores de que la situación del personaje no podría mantenerse eternamente temporada tras temporada, cuando los guionistas de la serie de Showtime plantearon que el conjunto de mentiras sobre las que Jackie ha construido su vida se desbordasen, la imagen de falsa "buena esposa" queda al descubierto: el personaje pierde el control sobre su vida y la gente que le rodea descubre que la persona que conocen sólo es una fachada. El mensaje parece claro: no existen las buenas esposas. Las buenas esposas no pueden representar eternamente su papel y mantenerse de una pieza. Todo es una mentira, como las que cuenta (y se cuenta) Jackie.
Barb, Nicki y Margene Henrickson. Big Love (HBO)
Big Love (2006-2011) es una de esas series de la cadena HBO que, sin cosechar grandes audiencias, gozó desde sus inicios de un público fiel y del reconocimiento de la crítica. Su punto de partida era el día a día de una familia muy especial: la del polígamo Bill Henrickson y sus tres esposas, Barb, Nicki y Margene, en una peculiar y compleja relación con cuatro vértices que supuso una original apuesta por analizar el concepto de familia desde una perspectiva abierta y diferente.
Ambientada en el estado mormón de Utah, la serie creada por Mark V. Olsen y Will Scheffer retrata tres facetas de "buena esposa". Barb (interpretada por Jeanne Tripplehorn) encarna la abnegada ama de casa dedicada al cuidado de sus hijos, una mujer capaz de renunciar a sus propias creencias por el bien de su marido y su familia. No es sin embargo, pese a lo que pudiera parecer en un primer momento, un personaje sumiso; Big Love tiene un guión en el que los personajes ofrecen muchos claroscuros y donde muchas de las situaciones morales que se plantean son relativas.
Nicki (Chlöe Sevigny), por su parte, representa la imagen de la esposa díscola, orgullosa y compleja, fiel a las normas establecidas por su comunidad. Su posición de segunda mujer la hace sentirse en territorio de nadie, y sus continuos tropiezos hacen peligrar su estabilidad. Es, quizá, el personaje cuyo arco abarca más longitud de todos los que componen la serie y el que, sin la estupenda interpretación de Chlöe Sevigny, hubiera quedado más desdibujado.
Margene, por último, representa a la joven esposa que aporta el aspecto más infantil y jovial a la relación con Bill. Una mujer necesitada de cariño capaz de transgredir las normas y abrazar con total naturalidad aquello que le hace sentir feliz, aunque esté prohibido y condenado moralmente por la sociedad.
Las acciones de estas tres buenas esposas pueden cuestionarse por lo que tienen de reflejo de un tipo de amor entendido como renuncia: las tres renuncian a su mundo y a sus creencias por seguir a su marido. Pero, pese a sus peculiaridades, Big Love es una serie sobre la familia y las dificultades del matrimonio que debe verse con la mente abierta.
¿Tienes alguna otra "buena esposa" de la televisión favorita?