Crítica de ‘A 47 metros’ (2017, Johannes Roberts)

Duración: 87 min.

Director: Johannes Roberts

Guión: Johannes Roberts, Ernest Riera

Música: tomandandy

Fotografía: Mark Silk

Género: Thriller

Sinopsis: Durante una inmersión, dos hermanas de vacaciones en México se quedan atrapadas en una jaula de avistamiento de tiburones, con el oxígeno agotándose y rodeadas de peligrosos tiburones blancos. Sin ayuda en la superficie, sin ayuda bajo la superficie.

Crítica de ‘A 47 metros’

por Marc Segura Arasa

«Una jaula, chicas monas, tiburones, algo de tensión y poco más»

Johannes Roberts nos dejó un pésimo sabor de boca con ‘El otro lado de la puerta’, un título ignominioso que nunca debería haber visto la luz. La buena noticia es que ‘A 47 metros’ está muy por encima de su anterior trabajo, algo sin dificultad alguna, la mala es que pese a ser la mar de entretenida le falta el ingenio necesario para no pasar a ser una película más.

Roberts aporta los elementos necesarios para crear un buen producto del género, tenso, angustioso y ligeramente absorbente, pero la falta de un buen guion capaz de convertirlo en algo más que un disfrutable thriller marino, hacen de ‘A 47 metros’ una propuesta 100% palomitera. La fotografía es más que correcta pero el reparto y sus correspondientes interpretaciones no ayudan subir el nivel, deberás dejar pasar algunas estridencias argumentales por qué en la película no hay más profundidad que la del mar, estamos ante un océano de simplicidad cuyas aguas se mueven con la suficiente gracia como para divertir sin llegar a marearte.

Dos chicas monas, el fondo del mar, una jaula, tiburones y algún giro de tuerca, ‘A 47 metros’ es eso y poco más, un largometraje por debajo de propuestas recientes y del estilo parecido como ‘Infierno Azul’, navega por corrientes más próximas a títulos como ‘El Santuario’.