Imprescindible cuento de Navidad que llevamos viendo toda la vida ya que apareció en la televisión española de los años 60 y 70. Estuvo contratada para todas las Navidades de aquel entonces. Con ella hemos aprendido a llorar a escondidas por la emoción de ver como a las buenas personas le salen las cosas bien, algo obligatorio en el cine de posguerra donde no se concebía el pesimismo y había que tener alta la moral de la ciudadanía.
George (James Steward) es un banquero que gestiona los ahorros de sus vecinos y concede microcréditos para las pequeñas inversiones de su comunidad. Viéndose abocado al suicidio tras recibir el hostigamiento de los grandes bancos con los que compite, de ahí su heroísmo. Un ángel (de segunda), llamado Clarence, le hace ver la porquería de mundo que lo rodea sin su existencia y evita así materializar sus intenciones suicidas, provocando cierto empoderamiento de George ante la adversidad y ante los “malos” que como siempre son los poderosos. Aquí tenemos el mito de David contra Goliat tan explotado cinematográficamente.
El guion también es de Capra con la colaboración de Frances Goodrich y Albert Hackett, basada en el cuento de ‘The Greatest Gift’ (‘El mayor regalo’), escrito por Philip Van Doren Stern en 1939, y aunque esta filmada en blanco y negro, y su metraje es algo largo 131 minutos, vale la pena sentarse con la familia, si hay niños mejor, preparar una gran dosis de palomitas y buen paquete de pañuelos, sin duda es una de las historias que debe ver con ellos.
Fue nominada a 5 premios Oscar y obtuvo el Globo de Oro al mejor Director (Capra) en 1946. Está considerada como una de las películas con uno de los mejores finales de la historia de Hollywood. Esta película puede abrir la puerta a interesarse por otras películas de Capra tal como ‘Juan Nadie’ (1941) y la entrañable, ‘Vive como quieras’ (1938).