Tráilers los hay a puñados, buenos tráilers unos cuantos menos y tráilers que directamente inciten al espectador a acudir lo antes posible al cine más cercano muy pocos. Por lo general, obviando la alternancia entre bandas sonoras bastante parecidas entre sí, la publicidad de una película no difiere demasiado de las demás, y el público ya está cansado de los reiterativos intentos de las grandes productoras por contar una vez más la misma historia con distinto matiz. Todo esto no obstante, el último trabajo de James DeMonaco (quien hasta la fecha únicamente había dirigido la intrascendente Staten Island) consiguió entrar en el tercer grupo de los ya expuestos con un tráiler que llamó la atención de todo aficionado al terror gracias a su propuesta, tan terrorífica como difícil de creer: ¿Qué es lo que ocurriría si el gobierno de los Estados Unidos concediese una noche a sus ciudadanos para cometer todo tipo de delitos, incluido el asesinato, con total impunidad?
The Purge: la noche de las bestias no tarda demasiado en entrar en materia, y nos muestra el sórdido conflicto desde la óptica de una familia adinerada que pretende pasar las doce horas de locura urbana encerrados en su casa, la cual cuenta con altas medidas de seguridad. Como es natural en un film de estas características la cosa no tardará en torcerse y los protagonistas deberán defender su hogar de la vorágine de infinita violencia que arrastra consigo la noche de la Purga. Lamentablemente hay que afirmar que la curiosidad despertada por el tráiler promocional disminuye conforme avanza el metraje, desdibujándose cada vez más su excelente punto de partida en pos de una creciente vulgaridad narrativa. Es innegable que el planteamiento de la trama como idea meramente conceptual resulta ser, dejando a un lado lo irreal y anárquico de su núcleo argumental, un soplo de originalidad y brillantez entre la ingente oleada de manidas historias inherentes al género que aplastan sin piedad cualquier atisbo de tímida innovación en el porvenir cinematográfico cercano. Sin embargo, a pesar de lo cuidado y sugerente que se nos muestra su envoltorio, el contenido es simplón, plano y en consecuencia decepcionante, a tenor de las enormes expectativas que su propuesta genera casi inevitablemente en los que caen en el engaño de su sugerente promoción.
Una vez superada la notable media hora introductoria la película se obsesiona tanto con mostrar la locura inherente a la Purga que la vuelve irreal, poco creíble e incluso estúpida. Sus inconsistentes giros argumentales abandonan de manera casi instantánea la sorpresa inicial para formar parte de la propia mediocridad de un guión nada ambicioso y demasiado conformista. Salvando al personaje principal, interpretado por el siempre notable Ethan Hawke, el resto del reparto no excede de un modesto e incluso permisivo aprobado por los pelos, no por falta de talento en sus actuaciones, sino por la incapacidad de hacer más de lo que buenamente consiguen con la irrisoria pobreza de sus personajes, los cuales resultan demasiado difíciles de creer en más de una ocasión. La banda sonora y la fotografía se hallan a un nivel aceptable, sin alardes, pero gozando de una consistencia carente en el resto de apartados de la película. Algunas escenas, eso sí, sobresalen del desastroso conjunto general gracias a una acertada mezcla de moderada violencia, tensión en su punto justo, actuaciones sólidas y acción bien coreografiada, aunque apenas suponen un pequeño oasis de buen gusto en mitad del desierto.
James DeMonaco ha desperdiciado de forma irremediable la que probablemente haya sido su mayor oportunidad para destacar dentro de su todavía breve carrera cinematográfica, concluyendo un trabajo tosco y sin pulir que bien podría haber triunfado entre la crítica profesional con un mínimo esfuerzo en guión y dirección. De la poco más que regular The Purge: la noche de las bestias se pueden extraer tan solo tres cosas buenas: su original y rompedora idea motriz, la notable primera mitad de su metraje y la ingenuamente previsible moraleja inherente a su historia: si das una noche a los americanos para que se maten entre sí encontrarán la forma de convertirlo en algo noble y patriótico. Dios bendiga a los Nuevos Padres Fundadores.
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4/10
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5/10
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3/10
Resumen
Lo mejor: La premisa del guión, la media hora inicial y Ethan Hawke.
Lo peor: El guión se viene abajo enseguida y pierde todo interés.