Quedan tan sólo por determinarse los dos últimos (y más esperados) premios: el Oscar al mejor actor principal y el Oscar a la mejor película. Jennifer Lawrence sale al escenario para presentar el primer trofeo y todos los ojos están puestos sobre Leonardo DiCaprio. Los nominados a la categoría de mejor actor principal son Christian Bale (por La gran estafa americana), Chiwetel Ejiofor (por 12 años de esclavitud), Matthew McConaughey (por Dallas Buyers Club), Bruce Dern (por Nebraska), y Leonardo DiCaprio (por El lobo de Wall Street).
Para sorpresa de muchos e indignación de otros pocos, McConaughey se alza con la victoria y el galardón, eclipsando a un DiCaprio que algunos ya veían finalmente recompensado por su sobresaliente carrera como actor. Este Oscar es el tercero que suma la película de Jean-Marc Vallée, consumando (a falta de una improbable sorpresa final) la mitad de sus nominaciones. En su discurso McConaughey agradece a Dios por la oportunidad que considera que le ha dado, afirmando que la gratitud da sus frutos.