‘Obsessed’, la vecina de enfrente (2014) | A Buenas Horas

‘Obsessed’ se estrenó el 14 de mayo de 2014. Arrancó vendiendo 445.490 entradas en la taquilla nacional, recaudando 3.700 millones de wones en su primera semana, y la verdad es que a nadie le extraña. Desde el momento en que lees su sinopsis y te dicen que el magnético Song Seung-Heon es su protagonista necesitas verla. Seguro que si nos hubiese pillado a nosotras pasando por delante de la puerta del cine mientras estaba en cartelera, no hubiésemos dudado en comprar una o dos entradas.

La producción cuida los detalles que nos transportan a finales de los 60. Desde las escenas bélicas en Vietnam, que te encogen el alma con su crueldad y dureza, pasando por vestuario impecable que destila una sobriedad militar de inconmensurable atractivo en el protagonista hasta el choque radical con la vida doméstica llena de estampados geométricos o florales de las esposas que crean su propio ecosistema dentro de la base, viajamos en el tiempo y nos instalamos en él con sorprendente facilidad.

El rodaje tuvo lugar de junio de 2013 en la prefectura de Fukushima, Japón. La belleza de la fotografía de ‘Obsessed’ es más que notable, quizá sea ese halo a un verano que cambiará la vida de los protagonistas para siempre, y que lo inunda todo con una luz cálida, llena de tonos amarillos que nos da la sensación de bochorno pero a un mismo tiempo de frescura como solo la época estival consigue, el que nos atrape y nos haga sentarnos ávidas a disfrutar de la narración.

¿Qué tiene ésta época que nos ofrece una sensación inigualable de novedad, juventud, plenitud e infinitas posibilidades? Sea lo que sea que nos haga sentir así, en ‘Obsessed’ se ve magnificado por la dinámica en la que rápidamente los protagonistas entran porque ambos encuentran el uno en el otro la atención de quien verdaderamente nos ve sin esperar nada de nosotros.

En la historia se nos presenta un matrimonio sin pasión, dónde el sexo se ha convertido en algo aburrido y tan monótono que parece una tarea más. La vida de la pareja formada por Kim Jin-Pyeong (Song Seung-Heon) y Lee Sook-Jin (Cho Yeo-Jeong) nos parece abocada al fracaso. No hay nada en ella que nos haga creer que la pasión o el amor pueda volver a encontrarlos… y justo en ese momento entra en escena Jong Ga-Heun, interpretada por la delicada Lim Ji-Yeon, y entonces sabemos que sus vidas van a pasar de la monotonía a la peligrosa, pero a un mismo tiempo excitante aventura, en cuanto las miradas del coronel y la recién llegada a la base militar se crucen una segunda vez.

El guion juega a la perfección con el carácter y vivencias de los personajes. Para nosotras son superficies cristalinas. Sabemos como se sienten, qué les mueve y aflige en todo momento, y eso hace que el hecho de encontrarnos ante un caso de adulterio se nos haga llevadero, creíble e incluso nos empuje a, de alguna forma, validarlo.

Así de bien construidos están los personajes. Tanto que, aunque moralmente no podemos compartir lo que vemos, nos dejamos arrastrar sin oponer resistencia por la fuerte relación que pronto se establece entre ellos. Un evento dramático les hace compartir un primer roce y desde ese momento, la atracción que sienten el uno por el otro se vuelve irresistible.

Por otra parte, las esposas de la base militar se presentan como un puñado de buitres disfrazadas de cotorras. No hay nada peor que la envidia, y ellas envidiarán todo de la recién llegada, desde su belleza y juventud hasta su supuesta fragilidad y sentimiento de novedad. El ambiente que se nos propone propicia que nos subamos al carro de los protagonistas, pues pronto te encuentras odiando a media base por su insultante altanería y egoísmo sin par. Todo se baña en falsa modestia dentro de la escala militar, por eso la relación entre ellos se convierte en un oasis en el que buceamos para olvidar todo lo demás.

Y sin siquiera darnos cuenta la inocente atención que Kim Jin-Pyeong (Song Seung-Heon) muestra sobre Jong Ga-Heun (Lim Ji-Yeo) torna en fijación extrema poniéndolo todo en riesgo para poder tener un minuto más a su lado. La relación avanza relampagueante del sexo más juvenil y torpe lleno de impaciencia a escenas cama rodadas a fuego lento en las que vemos masturbaciones y sexo explícito tremendamente fogoso, adornado únicamente por su respiración y gemidos placer, habiendo, por supuesto, también, espacio para escenas mucho más intensas y vehementes que dejan no solamente acalorados a los protagonistas.

La banda sonora es preciosa y muy evocadora. Nos hace sentir la magia de los momentos íntimos que comparten así como el ambiente de la época como si la hubiésemos vivido junto a ellos. La edición de sonido no se queda atrás y juega con la intensidad de los gemidos y las notas musicales haciéndonos centrar la atención en detalles específicos durante las escenas de sexo mientras que consigue elevar la temperatura a nuestro alrededor cuando nos deja escuchar el roce de sus manos o sus ropas en escenas cargadas de enorme tensión sexual cuando se encuentran fortuitamente.

La historia de ‘Obsessed’ es dramática, obsesiva, trágica. Habla de ser parte de alguien hasta el final, sin límites o barreras. Se plantea hasta dónde es amor y dónde comienza la insana fijación que nos lleva a convertirnos en seres que jamás pensaríamos podían vivir en nosotros. Escena tras escena se pone de relieve lo complejo del comportamiento humano y la enorme escala de grises en la que vive nuestro deseo. Eso les lleva a arriesgarse de forma insensata, porque todo torna en una historia que va mucho más allá de la atracción sexual.

El tempo en el que las acciones van llegando y los personajes secundarios apareciendo crean un conjunto muy llevadero. La narración nunca se estanca, siempre fluye y nunca olvida que los protagonistas viven rodeados de una enorme cantidad de piezas móviles con deseos e intenciones propias y eso crea un ambiente complejo y lleno de posibilidades que nos mantiene pendientes del qué será en todo momento.

‘Obsessed’ fue una de esas películas que estuvo nominada en reparto e incluso en diseño de producción en todos los premios importantes del 2014. Se llevó muchas de esas nominaciones a casa a modo de estatuilla, y no es para menos. Las interpretaciones de las dos actrices principales, Lim Ji-yeon y Jo Yeo-jeong son el alma de una película que tienes que ver para descubrir un cine coreano que nada tiene de parecido a los K-dramas que normalmente consumimos.

Overall
3
  • Fotografía
  • Interpretaciones
  • Banda Sonora
  • Edición y montaje
  • Guion
  • Originalidad
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Puntos fuertes

  • La bellísima fotografía.
  • Una banda sonora atractiva.

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