Desde el primer segundo ‘Mother!’ te engulle como un agujero negro hacia una experiencia cinematográfica única, elaborada por una retorcida mente capaz de escribir y dirigir un largometraje que llevará tus sensaciones cinéfilas al ambivalente punto del amor-odio,
Aronofsky lleva a ‘Madre!’ a una dimensión menos convencional, no hay sinopsis que pueda describirla, así que olvídate de ella, la película es un desdeñable sinsentido del que en ocasiones querrás huir, pero no hay opción, eres esclavo de la búsqueda de respuestas a las constantes preguntas tejidas por una inteligente malicia.
El director de ‘Réquiem por un sueño’ y ‘Cisne negro’ construye un surrealista y juguetón relato a través de un excepcional guion cuya primera parte deja en ti un irrefrenable interés por saber más. Pero poco a poco tu búsqueda del porqué se ahoga en una demencia argumental que despierta en ti una sensación de rechazo, esperas ese giro que de una lógica a todos tus planteamientos, pero nunca llega.
No son Jennifer Lawrence, Javier Bardem, Michelle Pfeiffer ni Ed Harris, ni su absorbente atmósfera, tampoco su notable banda sonora, sino la capacidad que tiene ‘Mother!’ de dirigir tu estado de ánimo de la curiosidad al interés, la sorpresa, la incredulidad, el odio y la incomprensión. La aparente coherencia enloquece hasta un punto en el que sólo queda esperar el más absoluto desastre, es entonces cuando olvidas el argumento y no te queda más que admirar lo experimentado, posiblemente sea repudiada por muchos pero sin duda es un título imprescindible para buscadores.