Una aventura existencial sobre la supremacía del ser humano por encima de cualquier otra forma de vida, un grito a la ignorancia del miedo a lo desconocido, un relato moral sobre el maltrato, ‘La piel fría’ combina terror y fantasía bajo una oscura atmósfera visualmente trabajada.
Xavier Gens ha construido un absorbente relato que funciona notablemente como entretenimiento, tiene todos los elementos necesarios para que el espectador se diluya con una proyección de gran calidad visual y sonora. ‘La piel fría’ es buen cine, una propuesta hecha por y para la gran pantalla, con un notable nivel técnico pero…, toda esa profundidad argumental que se deja entrever carece del impulso necesario para llegar al corazón del espectador, casi conmueve, casi angustia, casi estremece… casi lo consigue.
‘La piel fría’ se mueve en la corrección, su ambiciosa fotografía sitúa la narrativa a un nivel menor sin un fondo de verdaderas emociones, una lucha por la salvación y la condena del hombre sin transcendencia alguna, aun así es un espectáculo merecedor de alabanza, hecho para ser visto sin tener que ejercitar las neuronas para fácil disfrute de público.